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Pese al fin de trabas para importar, la tecnologí­a que venden algunas cadenas es cara y atrasa varios años

Pese al fin de las trabas para importar, la tecnologí­a que venden algunas cadenas es muy cara y atrasa varios años
03/06/2016 - 08:46hs
Pese al fin de trabas para importar, la tecnologí­a que venden algunas cadenas es cara y atrasa varios años

Durante muchos años y hasta diciembre de 2015, el mercado tecnológico nacional había quedado preso de un sistema que castigaba a las importaciones

El controvertido sistema de Declaraciones Juradas (DJAI) que había introducido el entonces secretario de Comercio, Guillermo Moreno, marcó el punto más alto de las restricciones a las compras al mundo. 

Las empresas de tecnología, en plena escasez de divisas, también se encontraron con la imposibilidad de realizar giros para pagarles a sus proveedores del exterior. 

Todo este combo, apoyado en la filosofía del "vivir con lo nuestro", redundó en que en las cadenas de retail el nivel de atraso tecnológico se hiciera muy evidente

Así, mientras que el resto del mundo asistía a un continuo y acelerado recambio, los estantes de los comercios de la Argentina en general estaban desabastecidos y los pocos equipos que había atrasaban varios años

Frente a este cuadro, la llegada del macrismo al poder entusiasmó a los empresarios del sector. Y ese entusiasmo se consolidó aun más luego de conocerse las primeras medidas que tomó el Gobierno. 

El levantamiento de los cepos, la eliminación de los cupos fijados por el BCRA a la entrega de divisas para pagar importaciones y el reemplazo de las DJAI por las licencias no automáticas hacía presagiar una acelerada actualización de la oferta tecnológica

Sin embargo, ya cumplido el primer semestre del año, el mercado no exhibe grandes cambios. 

Mientras genera expectativas el desembarco oficial del iPhone, la realidad es que los argentinos hoy siguen accediendo a equipos con un nivel de atraso de hasta tres años.Esto en casi todos los aparatos y muy especialmente en portátiles, por los que deben abonar precios que resultan considerablemente más elevados que en otras plazas en las que no hay restricciones. 

"Los equipos que está ofreciendo hoy cadenas como Frávega, especialmente en el segmento de tabletas, notebooks y computadoras de escritorio, no muestran grandes diferencias con lo que se venían vendiendo hace dos o tres años", aseguró un consultor que asesora a empresas tecnológicas en el país y que pidió mantener en reserva su identidad. 

En tanto, el analista Enrique Carrier, señaló a este medio que pese a las últimas medidas tomadas por el Gobierno -que en principio permitirían suponer en un mayor volumen y precios más equilibrados- "el país sigue siendo muy costoso para adquirir bienes electrónicos” frente a otros mercados. 

Notebooks: obsoletas y hasta tres veces más caras

En el caso de las portátiles, las diferencias entre la oferta disponible en la Argentina y el abanico de opciones que se consigue en el exterior, saltan a la vista

En una cadena con presencia en todo Estados Unidos, como Best Buy, el 40% del "menú" de portátiles está conformado por notebooks y netbooks equipadas con procesadores Intel Core i7 pero de sexta generación. 

Esta tecnología, que fue presentada a fines del año pasado en la Feria IFA de Berlín, fue desarrollada para evitar el inicio lento de las computadoras. 

Cabe destacar que la sexta generación de Intel Core ofrece una mejora en el rendimiento de hasta dos veces y media.

Además, permite obtener el triple de la duración de batería y contar con gráficos de mayor calidad frente a computadoras sin este dispositivo. 

En la Argentina, en cambio, el segmento de las notebooks y netbooks muestra una gran brecha respecto de la tendencia que se está dando a nivel internacional. 

En comercios como Frávega, la tecnología dominante entre los procesadores es Core i3 y Core i5, mientras que escasean las unidades equipadas con la última generación de los Core i7. 

"Estas cadenas, en la actualidad, siguen promocionando equipos con accesorios que ya llevan más de dos generaciones de atraso", sostuvo un consultor, que accedió a dialogar off the record. 

"La oferta de notebooks que se consigue en la Argentina, en general está conformada por equipos con microprocesadores Pentium o Core i3, cuando en el mundo eso ya está superado y van por los i7, pero de sexta generación”, agregó. 

La escasez, por cierto, también va de la mano de los altos precios. 

Pese a la reciente flexibilización de las importaciones y al levantamiento de las trabas que perjudicaba al negocio de la informática, el panorama no luce alentador para los bolsillos de los argentinos. 

A modo de ejemplo, una portátil marca Exo, con procesador Intel Core i3, apenas 4GB de memoria y disco rígido de 500 GB, en cadenas como Frávega se ofrece a $13.500, lo que equivale a unos u$s950 al tipo de cambio actual. 

Como contrapartida, en Estados Unidos es posible encontrar un modelo Asus, con un procesador similar, los mismos GB de memoria pero el doble de capacidad de disco, a menos de un tercio de ese precio, exactamente a u$s300. 

Sin embargo, no hay que viajar a una plaza como Miami para encontrar estas grandes brechas de valores.

Sin ir más lejos, en los locales de Falabella de Santiago de Chile un equipo Asus con similares prestaciones se puede conseguir por tan sólo 250.000 pesos chilenos, que equivalen a u$s360. 

Es decir que el equipo vendido en la Argentina en este caso resulta hasta un 215% más costoso. 

Si un comprador optara por uno de los únicos dos equipos con procesadores Core i7 que se ofrecen en, por ejemplo, Frávega, debería desembolsar $24.000 para adquirir uno de marca Lenovo, con 6GB de memoria Ram y disco con capacidad de 1 TB.

En dólares, esto equivaldría a casi u$s1.700. 

En cambio, en otros países, una laptop marca Acer modelo Aspire V Nitro, con 2 GB más de memoria Ram se comercializa a menos de u$s1.000.

Es decir que si un argentino decidiera comprar afuera este último modelo y lo ingresara a la Argentina pagando los aranceles aduaneros correspondientes, la notebook que comercializa Frávega igualmente resultaría un 25% más cara (u$s1.700 versus u$s1.350 que saldría el equipo ya nacionalizado).

En Santiago de Chile, una unidad similar a la que se ofrece en el mercado local se consigue a unos 700.000 pesos chilenos, lo que también representa unos u$s1.000, es decir, u$s700 menos que internamente. 

Tablets: faltan marcas

En el caso de las tabletas, a diferencia de lo que ocurre en el exterior, también se evidencia una notable limitación en el nivel de marcas que se ofrecen. 

Si se toma el caso de Frávega, de los 29 modelos que ofrece en la web, algunos pocos pertenecen a compañía de renombre internacional.

En general, son equipos que tendrían una menor durabilidad.

La oferta, en general, se nutre de marcas como X-View, Viewsonic, PCBox, Exo o Admiral

Es decir, brillan por su ausencia tabletas con sellos consagrados como el de AppleSamsungAsus Acer

Computadoras de escritorio

Las diferencias más preocupantes respecto al comparativo internacional se dan en el plano de los equipos de escritorio. 

Si bien la tendencia está evolucionando cada vez más hacia unidades portátiles, especialmente tablets y smartphones, en la Argentina todavía hay un grupo de usuarios que continúan prefiriendo los gabinetes con monitor. 

En este caso, el nivel de la tecnología que se consigue internamente también atrasa.

Como si se tratara de una suerte de "túnel del tiempo", Frávega ofrece una PC de escritorio marca Exo con procesador Intel Dual Core, 4GB de memoria y un disco rígido de 500GB, sin ningún tipo de accesorio, a unos $7.000, equivalente a casi u$s500. 

¿Qué se está ofreciendo en otros países? Por u$s230, es decir, menos de la mitad, es posible acceder a una PC de escritorio con igual cantidad de memoria y capacidad de disco pero con diseño slim y el respaldo de una marca como HP

Quien opte por este equipo, al tener un precio que se ubica por debajo de la franquicia de u$s300 que impone la Aduana a quienes ingresan productos importados a través de la frontera, no habría que pagar recargo. 

Así las cosas, los argentinos deben pagar en este tipo de cadenas precios que resultan el doble o el triple que en otros países incluso por tecnologías que ya quedaron obsoletas hace varios años.