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Convergencia digital: ya está en carpeta el proyecto del Gobierno que cambiará el negocio de los medios
06/07/2016 - 14:06hs

Los principios que regirán a la ley de comunicaciones convergentes serán presentados esta semana por la comisión que trabaja en la elaboración del anteproyecto.

Todo indica que el acceso a la banda ancha -como derecho de todos los argentinos- será uno de los ejes clave sobre los que se apoyará la futura normativa, cuyo texto final se prevé estará listo en los próximos meses.

La presentación de los lineamientos fundamentalesde la futura norma se realizó a principio de julio en la reunión de la comisión redactora en la Universidad Nacional de Cuyo, en Mendoza.

Esos principios concitan el interés de todas las compañías del sector, ya que sembrarán las bases para la articulación y redacción de la nueva ley.

Entre ellos:

- Se priorizará el acceso de todos los argentinos a la banda ancha.

- Se profundizará el alcance de la libertad de expresión.

- Se definirían cuestiones clave vinculadas con la transparencia y la competencia.

-Se avanzaría sobre los derechos de los usuarios, entre los que se encuentran los de privacidad.

-Se reafirmará la neutralidad de la red como principio rector para que no se priorice un tipo de tráfico sobre otro.

Volver a liderar

Si se cumplen los plazos de elaboración del anteproyecto de ley y su posterior aprobación, la Argentina volverá a liderar los temas vinculados con la actividad de las telecomunicaciones en la región, tal como ocurrió hacia fines de los 90.

Para los expertos, el país está en condiciones de ser el gran referente para los procesos de convergencia de este sector clave de actividad, a partir de la aprobación de una normativa que los impulsores ya califican como innovadora.

"Una ley con un marco como el que se espera posibilitará que la Argentina se convierta en un ejemplo tanto en materia regulatoria como en innovación tecnológica. Eso tiene que ser una política de Estado", afirmó Andrés Gil Domínguez, integrante de la comisión redactora de la ley.

En ese sentido, expresó que "el liderazgo final se logrará a partir del debate que se produzca en el Congreso. Sería una ley beneficiosa si se discutiera rápidamente".

La dinámica que impone la definición de aspectos que regulen aquellas cuestiones que cambian y evolucionan de manera constante obligará a los responsables a establecer conceptos que permitan dejar bien en claro cuáles son los principios que habrá que respetar.

En otras palabras, que no haya lugar a interpretaciones diversas que luego son las que imposibilitan la toma de cualquier decisión.

Uno de los planteos para avanzar con una ley de telecomunicaciones convergentes es que garantice la multiplicidad de voces y que la libertad de expresión tenga una amplitud mucho más amplia que la actual.

Además, que genere un marco que atraiga y promueva inversiones en un sector que necesita de los aportes de capital de manera constante, a raíz del avance tecnológico.

Martín Becerra, investigador del Conicet, participó de las primeras reuniones consultivas en el ámbito académico.

En su visión, definir la convergencia será uno de los máximos desafíos que tendrá el ente regulador desde el punto de vista de la construcción del concepto.

Becerra especificó que con el término "convergencia" se hace referencia a tres aspectos centrales. Concretamente a:

-La cualidad de un mismo servicio para funcionar a través de distintas plataformas (algunos de ellos pueden ser sustitutos disruptivos, como es el caso de Whatsapp).

-La adopción de una misma plataforma por parte de diferentes tipos de redes (el hogar como centro de reunión de dispositivos diferentes todos conectados a banda ancha y a Wi-Fi).

-La posibilidad de que diferentes servicios se integren dentro del mismo paquete (triple-play; n-play)".

En la jerga telco se hace una distinción:

- Si la comunicación se da sólo entre dos personas se la conoce como punto a punto, tal como sucede con un mensaje por Whatsapp.

- Si ocurre entre varias, entonces se la denomina punto multipunto, como puede ser un mensaje en Twitter, una foto en Instagram o un video en Snapchat.

En ambos casos, los usuarios deben tener la garantía de que se producirán sin ningún tipo de restricciones. De ahí la importancia.

Por lo pronto, lo que se determine en la futura ley tendrá implicancias sobre aquellas actividades que todos los argentinos realizan diariamentea través de Internet en su más amplia acepción.

Concretamente, en la mensajería, aplicaciones, navegación, descargas de contenidos, entre otras.

"El mercado, en general,ya muestra plena consciencia del camino que se dará hacia la convergencia. De hecho, los modelos de negocios ya están pensando bajo esta modalidad de cara a los próximos 10 años", agregó Gil Domínguez.

Por lo pronto, en este último mes y medio se ha visto una muestra contundente de este comportamiento, más allá de que las ofertas combinadas no son una novedad ni en el país ni en el mundo.

Desde el momento en que las empresas de TV paga más poderosas comenzaron a negociar la incorporación de Netflix a sus paquetes de servicios -que ya ofrecían Internet, canales HD y telefonía- quedó más que demostrado hacia dónde se están dirigiendo las propuestas comerciales. Y en dónde se encontrará valor.

Es decir, hay convergencia a nivel de la producción de servicios y de la distribución. Y, una vez más, al final de esa cadena siempre hay usuarios que deben tener resguardados todos sus derechos.

Regular con agilidad

La necesidad de establecer los principios de manera clara fue destacada también por Sebastián Cabello, director de la GSMA para América latina, una entidad que impulsa el desarrollo de la infraestructura móvil a nivel mundial.

"En primer lugar, hay que fijar los principios de libertad, privacidad y todos los que deben ser considerados. Luego, se deben establecer los objetivos acordes y delinear la manera de llegar a ellos. Y todo debe hacerse rápido", aseguró.

La necesidad de legislar de una manera ágil parece imponerse como factor clave para el éxito de la futura ley y también para todo lo que en ella deba abordarse.

Al fijar conceptos generales, aunque sean claros, siempre dejarán el resquicio para que surjan particularidades. Y es ahí donde deberá actuar el regulador.

Nuevamente, los expertos hacen referencia a la rapidez, para que el mercado pueda seguir operando y los consumidores beneficiándose por los nuevos servicios que la industria en general vayan generando.

Es, en este contexto, en el que entra en juego el llamado ecosistema digital: los diversos actores del sector compiten, buscan y crean nuevas posibilidades de negocios.

Esto sin importar si se trata de grandes organizaciones o de pequeñas starts-ups.

"Los actores son modulares. Hay que tener economía de escala y de alcance y esos aspectos tendrán que ser atendidos por Defensa de la Competencia o por el ente regulador, que deberá definir los temas relevantes del sector", agregó Cabello.

¿Cuáles son esos temas relevantes? Básicamente aquellos que afectan los intereses de los usuarios, sus derechos y sus garantías.

Esto es así porque -por más que se trate de una ley de comunicaciones convergentes, en la que habrá que resolver cuestiones vinculadas con el funcionamiento y los comportamientos del mercado- su impacto siempre alcanzará a las personas comunes y corrientes.

A partir de la definición de una "buena ley", los argentinos podrán tener mayores oportunidades - en lo económico, personal, profesional o de aprendizaje- al disponer de una mejor conectividad, a partir de contar con un buen acceso a la banda ancha.

"Si se interviene mal, entonces el mercado se distorsionará y se le terminará haciendo un mal al usuario", señaló el director de la GSMA de América latina.

Es por ello que surge la necesidad de apuntar hacia lo que los expertos denominan "armonización regulatoria".

En principio, este concepto debería abordar la privacidad y la cuestión impositiva, si bien la variedad temática es amplísima: desde la movilidad de las personas hasta el flujo de capitales.

"Va a haber un momento en que todo será banda ancha", pronosticó Andrés Gil Domínguez.

A ello "habrá que brindar la suficiente flexibilidad para que pueda avanzarse en todos los planteos que la evolución tecnológica vaya abriendo", expresó.

Por cierto, ese será otro de los grandes desafíos que deberá afrontar la ley de comunicaciones convergentes, cuyo texto comenzará a discutirse.

Debe ser precisa y, al mismo tiempo, flexible.

El ente regulador deberá tener el músculo entrenado para actuar en cada situación de conflicto entre los distintos actores, para así permitir que la industria siga evolucionando.

En el medio de todas estas interacciones -propias del sector y de los negocios- tendrá que preservar el derecho al acceso y la libertad de expresión.

Porque, vale insistir, al final de esta cadena hay personas a las que se les deben resguardar sus garantías.