Hasta hace un par de días era vox populi que los bancos Galicia y Macro serían los que competirían en el último tramo por el nogocio de la banca minorista y tarjetas de crédito del Citi en Argentina.

Pero de repente y como si se tratara de una novela de suspenso, de repente apareció un tercero en discordia, que en la previa parecía haberse retirado de la contienda.

Y no solo retomó la iniciativa, sino que también lo hizo con una oferta que terminó siendo fulminante para la intención de los otros participantes.

Se trata del Grupo Santander, que se quedó, según trascendió se quedó con la filial brasileña y la argentina. 

Y como si esto fuera poco, fuentes cercanas a la operación coinciden en afirmar que también podría quedarse con el programa de millaje Adventage que tiene el banco estadounidense con American Airlines. 

El monto de la operación no trascendió y, por el momento, el Citi no comunicó la transacción de manera oficial, pero analistas del mercado financiero señalaron que el precio real está entre 200 y 300 millones de dólares.

Aunque se desprende del segmento minorista, el Citi, que también puso en venta sus filiales en Brasil y en Colombia, mantendrá en el país el segmento corporativo, que presta servicio a compañías y ocupa el 75% de la facturación de la firma.

Trascendió que la negociación con el CitiGroup por la filial brasileña incluiría la cartera de plazos fijos, cajas de ahorro y tarjetas de crédito.

En este caso, la oferta de la entidad presidida por Ana Botín presentó la oferta y compite en forma directa con el mayor banco brasileño, Itaú, y otro de los grandes bancos del país, el Safra.

En Brasil, Citi es el décimo banco por activos gestionados. Opera desde hace más de cien años, en 26 ciudades y a través de 71 sucursales en las que cuenta con 400.000 cuentas.

La venta del negocio de banca minorista llega poco después del traspaso de la actividad de HSBC a Bradesco. Estos movimientos dejan a Santander como único gran banco extranjero con presencia destacada en el país.

El Citi, que es el banco extranjero más antiguo del país procuró en todo momento demostrar que la desinversión era una decisión estratégica de carácter regional, que consiste en desprenderse de los negocios donde no es líder.

Ello lo puso en evidencia en octubre de 2014, al salir del sector de banca minorista en once mercados, incluyendo Perú, Panamá, Costa Rica, El Salvador, Guatemala, y Nicaragua.

Posteriormente, se agregaron Colombia, Brasil y Argentina, en el marco de un plan de reducir el segmento de atención al público para bajar los costos y aumentar la rentabilidad.