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La titular de Madres de Plaza de Mayo disparó contra el jefe de Estado y lo responsabilizó de la inseguridad: "Cada muerto es tu asesinato"     
30/09/2016 - 15:29hs

La titular de Madres de Plaza de Mayo, Hebe de Bonafini, hizo otra vez uso de su verborragia.

Desatada, tildó al presidente Mauricio Macri de de "hijo de re mil putas" y trató de "whiskera" a su ministra de Seguridad, Patricia Bullrich.

Durante la marcha que Madres realiza todos los jueves frente de la Casa Rosada, dirigente de Derechos Humanos comparó al Gobierno con "la dictadura de (Benito) Mussolini" en Italia.

"Macri, a vos te hablo, hijo de re mil puta, ¿qué hablás de hambre cero? Sos vos el que hacés el hambre. "Sos vos el que nos matás de hambre, sos vos el que nos deja sin trabajo", dijo en su discurso semanal.

"La gente está durmiendo en los coches, mirá lo que le pasó a esa familia que dormía en un coche y se le quemaron los pibes, vos sos el culpable, cada muerto es tu asesinato, Macri, estás asesinando al pueblo. No te la des de buenito y con esa cara de pelotudo, mires a la cámara", disparó furiosa.

Luego denunció que el Ministerio de Seguridad "quiere armar un comando conjunto entre la Bonaerense y la Federal de hombres de civil y coches sin chapa para poder secuestrar y vigilar por las calles sin que nadie se dé cuenta y llevarse a cualquiera, a cualquier pibe que sea negro y ande con su gorrita para atrás".

"Pasan muchos robos por la televisión: son los mismos, que los pasan como veinte veces a cada uno, y algunos provocados por ellos mismos, por la Policía. La Bullrich está desatada, toma mucho whisky para dar las órdenes y la policía obedece", alertó.

Los dichos de Bonafini se referían a la denuncia de secuestro y tortura a dos chicos que pertenecen al colectivo "La Garganta Poderosa", por parte de la Prefectura en la Villa 21-24.

Este colectivo denunció sobre el hecho a través de Facebook.

"Nos obligaron a tirarnos al piso y hacer flexiones de brazos, hasta que uno le saltó sobre la espalda a Ezequiel y otro me preguntó a mí dónde quería el tiro", contó uno de los jóvenes.

"Alterados, como sacados, nos esposaron a un caño y dispararon varios tiros al aire, mientras nos quitaban las camperas que supuestamente habíamos robado", relató.

"Pero no, robar, robaron ellos -recordó - Y se reían cuando nos ponían un cuchillo en el cuello y nos decían que también les parecían lindas nuestras zapatillas, nuestras cadenitas. Nos sacaron todo".