El Gobierno está empezando a entender algo que los asesores contables vienen percibiendo desde hace tiempo: que en este blanqueo de capitales no hay un único perfil de candidato a regularizar su situación sino que existen distintos casos, con grandes diferencias entre sí.

Desde el individuo con alto patrimonio y lo suficientemente sofisticado como para mover su dinero en cuentas europeas hasta el pequeño ahorrista que llevó sus dólares a Uruguay por temor a un nuevo corralito. En medio, surgen una amplia gama de grises.

En consecuencia, el Gobierno empezó a "segmentar" sus mensajes para tratar de aumentar el poder persuasivo.

A algunos les enfatiza el bajo monto de la multa, a otros les recuerda que entrarán en vigencia acuerdos internacionales y a varios los amenaza con la pérdida de sus activos.

No obstante, la paz parece reinar entre aquellos evasores que piensan poner en orden su patrimonio. Es que muchos saben que el mundo clandestino en el que se vienen manejando está cambiando radicalmente y convertirá los mecanismos utilizados en herramientas muy riesgosas.

Al menos así lo manifestaron oportunamente los especialistas consultados por iProfesional, quienes coincidieron en que, lejos de aplacarse las expectativas, siguen recibiendo cada vez más consultas.

Por el momento, los resultados tienen gusto a poco. Sobre todo si se considera que una de las alternativas que tenía el régimen para evitar el pago del "impuesto especial" -la licitación de los bonos a tres años- tuvo resultados muy discretos.

Esa situación, sumada a las quejas del ministro de Hacienda, Alfonso Prat Gay, lanzadas semanas atrás en contra de los bancos (a los que acusó de no colaborar lo suficiente) dan cuenta de un dejo de preocupación en el equipo económico de Mauricio Macri.

Sin embargo, aquellos que están en contacto cotidiano con los candidatos a blanquear tienen una mirada mucho más positiva.

Es que, por el tenor de las charlas y las consultas, los asesores impositivos concluyen que la gran mayoría de los que se acercaron a sus estudios fueron con la determinación de aprovechar esta alternativa para regularizar sus activos.

La pregunta, entonces, es por qué no se ve plasmado en los números el interés latente que hay por participar del sinceramiento. La respuesta es simple: todos están esperando a último momento para adherir, si bien no todos lo hacen por el mismo motivo.

En concreto, mientras algunos esperan una modificación en el tipo de cambio para licuar el impuesto especial que deben abonar, otros solicitan algunas precisiones sobre casos puntuales o aguardan el lanzamiento de nuevos fondos de inversión más tentadores.A esta altura, mientras se espera la llegada de las fechas clave, se puede hacer una radiografía de quienes están interesados en adherir al régimen, como así también un perfil de qué patrimonios poseen y los motivos que los llevan a tomar la decisión de sumarse.Radiografía de los blanqueadores

"Este blanqueo tiene la característica de haber puesto a pensar y, por ende, interesarle a personas de distinto poder adquisitivo", observa Andrés Edelstein, socio de Tax & Legal - International Taxation de PwC Argentina, en diálogo con iProfesional.

En ese "fenómeno transversal", se están recibiendo consultas de individuos con perfiles bien diversos.

Una primera división que trazan los especialistas es entre los "chicos" y los "medianos". El número mágico que marca la frontera entre ambas categorías es 250.000 dólares.

Y luego, claro, está el grupo al que pertenecen quienes tienen grandes sumas que se cuentan de a millones. 

mayor interés en aquellas personas físicas con montos significativos de patrimonio localizados en el exterior".

En la misma línea se maneja Jorge Gebhardt. Para el director del Departamento de Impuestos de Aguirre Saravia & Gebhardt, si bien se han dado en general todo tipo de situaciones, "es mayoritario el interés de personas con patrimonios altos y medios".

Los especialistas consideran que estos individuos de altos ingresos, que por lo general tienen montadas estructuras en el exterior, son los que ya decidieron blanquear, temorosos por el nuevo paradigma de intercambio de información que comenzará a regir desde el año próximo.

El hecho de que en este blanqueo exista la posibilidad de exteriorizar sin traer las divisas al país constituye otro aliciente para este grupo.

Luego, pueden establecerse diferencias según el sitio de radicación del dinero. Para aquellos que recurren a la banca suiza, el blanqueo es una decisión prácticamente obligatoria. El abandono del secreto por parte del país helvético hizo que los bancos comenzaran a ser más estrictos con sus propios clientes.

En cambio, quienes tienen dinero en Estados Unidos todavía están en etapa de "wait and see".

Si bien hubo guiños de parte del gobierno de Obama en el sentido de estar dispuesto a colaborar con un régimen de intercambio de información fiscal, lo cierto es que todavía no están claros los tiempos y los alcances de ese acuerdo.

Para que la AFIP sepa efectivamente quiénes tienen cuentas en Estados Unidos y por cuánto dinero, hace falta una ley votada por el congreso estadounidense y, además, acuerdos bilaterales con aquellos estados con regímenes especiales. Tal es el caso de los típicos "paraísos fiscales" como Delaware. También están en etapa de análisis quienes tienen dinero en Uruguay, típicamente ahorristas pequeños y medianos que llevan su dinero "cash" en Buquebus para abrir una cuenta bancaria en la vecina orilla.

Para estos inversores de clase media, que buscan refugio ante el riesgo confiscatorio, el incentivo para el blanqueo luce menor que para las otras categorías y, además, el monto de la multa es percibido como alto.

Otro de los aspectos que pueden diferenciar a los distintos "blanqueadores" es la condición etaria. Así lo explica Alberto Mastandrea, socio de Impuestos & Legales de BDO Argentina, quien distingue a dos grupos.

"Observamos que, por lo general, a las personas menores de 60 años les cuesta menos tomar la decisión de ingresar al régimen, mientras que las mayores de esa edad son las que más tiempo requieren", resalta.

Los motivos que hacen que el segundo conjunto sea más reticente se puede encontrar en el hecho de que, o bien deben romper con un paradigma que los acompaño por algún tiempo o a raíz de que son más escépticos respecto al cambio de las reglas de juego.

A la hora de dar mayores precisiones sobre los futuros adherentes, Mastandrea explica que los principales activos que serán exteriorizados son:

-Portafolios de inversiones en el exterior.

-Cuentas bancarias fuera del país.

-Bienes inmuebles en Estados Unidos (principalmente en la Florida).

-Propiedades en Uruguay, en su mayoría en Punta del Este y, en menor medida, en Colonia.

-Inmuebles y dinero físico en el país.

Adicionalmente, el especialista de BDO indica que existen varios casos en los cuales los citados activos se encuentran en poder de sociedades del exterior.

Por este motivo, el grupo de expertos del estudio se halla en pleno análisis respecto de la conveniencia de declarar las offshore o los bienes en poder de las mismas, ya que las soluciones varían en cada caso.Los motivos que llevan a exteriorizarLos especialistas coinciden en que no existe un único motivo por el que las personas y empresas están interesadas en adherir al régimen de sinceramiento fiscal, sino que son varias las cuestiones que priman.Aunque hay muchos puntos a considerar, para Gebhardt existe una sola palabra que resume la principal causa: miedo.

El experto explica que ya ha comenzado el intercambio de información financiera con varios países y recuerda que el año próximo comenzaría con Suiza y probablemente en 2018 con Uruguay (si es que no se decide con anterioridad).

Además, expresa que los bancos extranjeros están dificultando cada vez más que las cuentas de sus clientes permanezcan ocultas.

Esto es así debido a que las entidades financieras de otros países han puesto en marcha dos medidas principales:

-Exigen comprobantes de que los saldos de sus cuentas estén declarados en los países respectivos.

-La dificultad de mover el dinero si no se trata de una transferencia al mismo titular de quien posee esa cuenta en el extranjero.

En lo que concierne a inmuebles, Gebhardt señala que "si bien el intercambio automático de información no los alcanza (a menos que dichos inmuebles se hallen a nombre de una sociedad interpuesta y no de su verdadero dueño), es muy sencillo conocer datos de catastro de algunas reconocidas zonas de inversión".

Por su parte, Mastandrea considera que las razones que motivan la exteriorización provienen de la presión internacional que ejercen los acuerdos de intercambio automático de información a los que ha suscripto Argentina y que comenzarán a ejecutarse a partir del año próximo. "Países como Suiza y Uruguay sugieren muy insistentemente a sus clientes argentinos a aprovechar el régimen de exteriorización", resalta. 

Para Gonzalo Astíz, socio de Haltung Partners, los motivos que básicamente despiertan el interés del contribuyente responden a una multiplicidad de factores que incluye:

-El convencimiento de que los intercambios de información impositiva a nivel internacional serán muchísimo más eficaces en el mediano plazo.

-La clara percepción en cuanto a la actividad de AFIP que suma gestiones día a día en lo inherente a nuevos acuerdos de traspaso de información impositiva y de doble imposición (en ciertos casos) con, por ejemplo, Suiza, Estados Unidos y Chile.

-La real necesidad de regularización y ordenamiento fiscal personal, previo a una futura cesión o proceso de sucesión.

Por su parte, Schettini suma otro factor: el aprovechamiento de los beneficios que otorga el régimen de sinceramiento, sobre todo, considerando que los interesados perciben que existirán menores chances de mantener activos ocultos. Aprovechar la oportunidad. Esa es la visión de Edelstein al respecto. Es que, para el especialista de PWC, es importante tener en cuenta el contexto doméstico que genera más expectativas en materia de inversiones.

Dicho de otro modo: no sólo es cuestión de "sacarle jugo" a los amplios beneficios que tiene el régimen, sino también rédito a los activos declarados en el que el Gobierno busca incrementar las inversiones.

Impacto del acuerdo con Estados UnidosUna de las buenas noticias que recibió el Gobierno es que podrá firmar un acuerdo con Estados Unidos para intercambiar información.

Incluso, muchos de los especialistas consultados concuerdan en que se convertirá en la causa fundamental que hará que varios argentinos se sumen al régimen. 

Mastandrea es uno de ellos. Afirm que el anuncio sobre el eventual convenio ya viene generando que potenciales clientes le consulten sobre el régimen de exteriorización y comiencen a transitar el proceso de decisión.

Del mismo modo se manifiesta Edelstein, quien afirma que la noticia genera gran impacto, especialmente en aquellos que veían muy lejana o descartaban de plano tal posibilidad.

"Ahora obviamente son mayores las chances de que exista intercambio automático de información financiera con los Estados Unidos bajo el régimen FATCA a corto plazo", resalta.

Por su parte, Astíz sostiene que "el pacto con los EE.UU. sumará gran cantidad de adherentes, así como también el resto de los acuerdos de intercambios de información impositiva y de doble imposición que viene persiguiendo el equipo económico". 

En relación con el intercambio con EE.UU. "la expectativa es buena, dado que la intención final del Gobierno es que ya se encuentre plenamente vigente y operativo durante el curso del 2017".

Gebhardt recuerda que, desde el punto de vista técnico, el secretario del Tesoro norteamericano Jack Lew, en su encuentro con Macri, se refirió a la posible firma de un tratado para evitar la doble imposición. 

Al respecto, señala que "ese tipo de convenios contiene siempre una cláusula de intercambio de información fiscal". El especialista indica que combinando el acuerdo FATCA con la vigencia de tratados con países como Brasil, Chile y México, Estados Unidos está suministrando información de ciudadanos de esas naciones con cuentas en Norteamérica.

"Parece ser este el ejemplo a seguir en el caso de nuestro país", aclara el experto. Si bien explica que, en principio, puede hablarse de que ello llevará un tiempo, las estimaciones de Gebhardt son que en no más de tres años regirá un intercambio de este tipo.

Un poco más receloso se muestra Schettini, quien afirma que "el impacto del anuncio es relativo toda vez que la tendencia sobre una mayor transparencia internacional respecto de la declaración de bienes y derechos en el exterior es irreversible".

Para el especialista, se trata de un acuerdo que puede ser muy importante pero no definitorio para la decisión de ingresar o no al régimen de sinceramiento.

"Si bien no hay certeza de cuándo va a comenzar a surtir los efectos deseados, nadie quiere mantener una contingencia considerando la aplicación de la Ley Penal Tributaria, de corresponder", sostiene.

Y concluye: "Obviamente, la rápida aplicación del acuerdo va a resultar más provechoso para el Gobierno".

Cada vez queda menos tiempo. Ahora llegó el momento en el que los contribuyentes actúen y materialicen los planes que estuvieron diagramando durante los últimos meses para poner en orden su patrimonio.