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"Número mágico": el mercado ya anticipa el piso a partir del cual el blanqueo puede ser considerado un éxito
31/10/2016 - 10:50hs

Llegó el momento. El blanqueo de capitales tendrá hoy el cierre de su primera etapa, a partir de la cual el Gobierno empezará a ser evaluado en función de la respuesta del público.

Un aspecto central -no sólo para el Ejecutivo sino también para inversores y analistas- es determinar a partir de qué cifra podrá hablarse de "éxito" o "fracaso" del  régimen

En el campo de la comunicación, el macrismo librará una batalla clave, ya que deberá transmitir entusiasmo y confianza cualquiera sea el monto que los argentinos hayan decidido regresar al sistema financiero.

El régimen consta de tres etapas:

-La apertura de cuentas para blanquear efectivo. Vence hoy, si bien habrá tiempo hasta el 21 de noviembre para depositar el dinero.

-La segunda culmina el 31 de diciembre. A partir de esa fecha, la alícuota pasará del 10% al 15%. 

-La instancia final, que cierra el 31 de marzo, asociada con la declaración de inmuebles, por los que deberá abonarse el 5%.

Hasta ahora se abrieron alrededor de 90.000 cuentas por u$s4.500 millones, por lo que si se le suman las aperturas de este lunes es muy probable que se llegue a alrededor de 100.000 cuentas por más de u$s5.000 millones.

Un dato que entusiasma al Gobierno es que sólo un tercio de las mismas tienen depósitos.

De cara el 21 de noviembre -último día para depositar los fondos- esta cifra se elevaría por encima de los u$s6.000 millones, según estimaciones del mercado.

Hasta el momento, menos de un 10% de los fondos depositados han sido destinados a la compra de inmuebles.

Tampoco han gozado de una alta adhesión la adquisición de bonos ni la suscripción de fondos comunes de inversión. Las cuentas abiertas a tal fin no superan el 5% en ninguno de los dos casos.

Por lo pronto, se espera que este mismo lunes, Alfonso Prat Gay haga su reaparición pública para referirse a los resultados del plan. 

El ministro persigue el objetivo de que las cuentas especiales abiertas en los bancos se "llenen" de dinero en las próximas tres semanas.

Él, al igual que el resto del Gobierno, tiene claro que el riesgo de fracaso existe y que si los ahorristas perciben que la operación viene floja, el resultado final podría ser más pobre que el esperado.

A ninguno de los funcionarios de Hacienda se les escapa el comportamiento "efecto manada" del público cuando las cosas no salen tal cual lo previsto.

"En el mercado financiero, lo bueno y lo malo se potencian", recuerda uno de ellos.

Paradójicamente, el hecho de que en las últimas semanas haya habido un festival de pronósticos sobre la suerte del blanqueo le juega en contra al Gobierno

Luego de haberse hablado de cifras exorbitantes, cualquier número puede ser interpretado como una decepción.

Por lo pronto, el resultado logrado en esta primera fase del régimen resulta fundamental en dos aspectos:

-Por un lado, por la importancia que reviste el ingreso de dólares al sistema.

-Por otro, porque ejercerá influencia en la fases siguientes (a las que el Gobierno le asigna mayor importancia aun), ya que contemplan la exteriorización de propiedades y cuentas en el exterior.

"El resultado del 21 de noviembre es importantísimo por su influencia en las expectativas del mercado", afirma el director de uno de los bancos que más se involucró en la operatoria.

A la hora de poner cifras expresa: "Lo mínimo aceptable para catalogar a esta primera fase como satisfactoria es una entrada que se aproxime a los u$s6.000 millones. Menos de eso sería visto como un fracaso".

Él, al igual que otros ejecutivos consultados por iProfesional, coincide en señalar que ese es el "número mágico" que marcará la línea divisoria en esta primera etapa. 

¿Cuál sería entonces aquel que fortalecería aún más el régimen?, consultó este medio. 

"Podría decirse que si en las cuentas aparecen más de u$s9.000 millones, se tendría un enorme efecto disparador", responde este importante ejecutivo que pidió no ser mencionado.

Los funcionarios no ocultan su ansiedad mientras siguen a la espera del resultado final. Esto se evidenció en las gestiones realizadas para que ningún banco pusiera escollos en el proceso de apertura de cuentas y transferencias de fondos.

Por el lado de los banqueros también se percibe una alta dosis de nerviosismo

No es para menos, ya que vienen sintiendo la presión del Ministerio de Hacienda, por un lado, y del gremio La Bancaria, por otro.

Se trata de uno de los más activos de la CGT que, incluso, hizo tambalear la operatoria del viernes, con la convocatoria a un paro.

Finalmente, los propios financistas también denotan inquietud, a raíz de las "dificultades técnicas" que han surgido para la adhesión de los ahorristas.

"El blanqueo debió ser más fácil, no tan complicado. Se piden requisitos de más y eso lleva tiempo", sentenció Mario Blejer, vice del Banco Hipotecario:

Los banqueros, a última hora, no quisieron levantar más polvareda luego de que el ministro Alfonso Prat Gay los acusara de "no cooperar".

Incluso, para no quedar mal parados, varios de los bancos líderes sumaron sus publicidades en los principales medios de comunicación y armaron cadenas de mails para brindarles mayores precisiones a sus clientes

Anunciaron, por ejemplo, medidas como la apertura de sucursales más allá de los horarios habituales, de manera de facilitar el trámite.

Pesos sí, dólares noMás allá de la atención mediática que genera esta primera parte del proceso, lo cierto es que su importancia está más ligada al impacto que pueda tener en la imagen política del Gobierno que en el plano financiero.

Tal como han apuntado los expertos, en estos momentos la mayor necesidad no es el ingreso de dólares al sistema sino la consecución de un mayor flujo de pesos a las arcas fiscales, que es lo que viene atado a la segunda etapa.

Es, por caso, la gran diferencia entre este blanqueo de la gestión Macri y el del "Cedin" que fuera impulsado por el gobierno de Cristina Kirchner. 

En aquel momento, quedaba claro que el objetivo no era tanto fiscal sino cambiario: sólo podía hablarse de éxito si ingresaban billetes verdes al circuito.

Es por eso que nadie dudó en calificar de "fracaso" la iniciativa de Ricardo Echegaray, Guillermo Moreno y Axel Kicillof

Luego de dos años de insistencia y tras haber ejercido una alta presión sobre el sector privado, apenas lograron recaudar u$s2.400 millones. 

Si se suman los dos blanqueos realizados durante el kirchnerismo, el ingreso fue de u$s7.400 millones.

Para el macrismo, en cambio, no hay una necesidad urgente de que lleguen dólares al país.

Esto quedó en claro desde el inicio de la propuesta: por primera vez es posible blanquear y, a la vez, mantener las cuentas bancarias fuera del país.

Eso deja en claro que el interés del equipo de Prat Gay es el de asegurarse un ingreso más robusto de pesos para las castigadas arcas fiscales

Sobre todo, luego de que debiera elevar el agujero fiscal previsto para 2017 al 4,2%. Por cierto, esta cifra no es tomada muy en serio por varios analistas, que pronostican un rojo cercano al 8%.

Según un banquero con llegada a la Rosada, de ahora en más, "lo más relevante será la ampliación de la base tributaria". 

En su visión, "el Gobierno necesita recaudar más para ganarse la confianza de los inversores del exterior". 

Desde ya, a nadie se le escapa que el 2017 será un año electoral y que, en virtud de ello, estará "prohibido" avanzar en tipo de ajuste.

Paradójicamente, el panorama cambiario luce mucho más desahogado

Ya con la canilla abierta del crédito externo, el actual Gobierno (y las provincias) ya tomaron deuda por algo más de u$s30.000 millones en pocos meses.

Las reservas del Banco Central orillan los u$s40.000 millones y, en todo caso, la discusión entre los economistas pasa por el atraso cambiario y la manera de salir de esa trampa

Pero nadie duda de que, en la actualidad, la economía argentina dispone de dólares suficientes.

Es más, en el actual contexto el Gobierno hasta se sentiría mucho más cómodo si los billetes verdes "blanqueados" permanecen fuera del país que si ingresan al circuito local.

Está claro que este es el "criterio económico" para juzgar la primera etapa del blanqueo, ya que también el partido se juega en el terreno político, en el que no se perdonaría una cifra baja tras la intensa campaña de comunicación.

A fin de cuentas, la Casa Rosada le puso empeño al punto de transformar al régimen en un punto central de su agenda de relaciones exteriores.

En este sentido, pactó acuerdos especiales con los Estados Unidos, Uruguay y Brasil para darle mayor impulso a la iniciativa.

Preparando la verdadera batallaLos datos que dejaron trascender los bancos en el sentido de que el ingreso de dinero en esta primera etapa arroja un promedio de u$s80.000 por cuenta llevó a los analistas a considerar que los adherentes tienen el perfil de pequeño ahorrista

Y que el dinero "en serio" será el que sea blanqueado en una segunda fase.

Según el resultado que se obtenga en las próximas tres semanas, es probable que la percepción sobre todo el blanqueo también pueda cambiar.

Hasta ahora, se han escuchado cifras muy divergentes, pero todas con una nota común de optimismo.

Gabriel Martino, número uno del HSBC, es uno de los que más "banca" el programa oficial: "Sigo pensando que el blanqueo va a ser muy positivo y que, como mínimo, entrarán u$s60.000 millones".

Jorge Brito, presidente del Banco Macro y vicepresidente de ADEBA, coincide: "Va a estar por encima de los u$s60.000 millones".

En su visión, "el monto más importante va a venir desde el exterior", ya que "los argentinos dejamos todo para último momento".

Blejer, bastante más escéptico, hace referencia a unos u$s30.000 millones.

Prat Gay, en tanto, busca bajar las expectativas para luego mostrar el éxito del plan. Acorde con esa estrategia, se muestra como uno de los más conservadores: dejó trascender una cifra modesta de u$s20.000 millones.

Para algunos analistas, resulta muy difícil establecer el número a partir del cual el "blanqueo total" -es decir, sumando la etapa del dinero en efectivo más el que permanezca en el exterior- pueda considerarse exitoso.

De un relevamiento realizado por iProfesional entre banqueros y operadores de la city se desprende que debería conseguirse una "masa crítica" no menor a los u$s30.000 millones.

Esto, para que el régimen pueda ser vendido como un logro político y, al mismo tiempo, que contribuya a oxigenar las cuentas fiscales. 

Empezando -ni más ni menos- por el plan de "reparación histórica" para los jubilados

Para recordar los números de ese plan:

-En concepto de retroactivos, el costo fiscal asciende a más de $47.000 millones.

-Para el aumento de los nuevos haberes jubilatorios, de hasta $75.000 millones anuales (si se incorporan 2,3 millones de beneficiarios).

Como se ve, las exigencias son notables. Salvo el renglón de los subsidios a los servicios públicos, el resto de las erogaciones del Estado para 2017 vienen con partidas que crecerán por encima de la inflación, de acuerdo con el proyecto de Presupuesto.

El blanqueo tendrá, a partir de hoy, su primera estación de cara a poder cubrir esos costos.

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