Cuando el 20 de enero el presidente electo estadounidense Donald Trump suceda a Barack Obama en la Casa Blanca, comenzará a acercarse sobre las empresas tecnológicas norteamericanas un frente de tormenta amenazante para sus prósperos negocios.

Esos nubarrones espesos se generaron en las amenazas que Trump emitió a unas compañías tecnológicas que, en su inmensa mayoría, tuvo en contra en la campaña y lo demostraron de manera contundente, como informó iProfesional en esta nota. 

Por ejemplo, Trump planteó la idea de atacar a Amazon mediante la legislación antimonopolio, y cuestionó a Apple por fabricar fuera de EE.UU.

De hecho, el magnate usa un teléfono móvil Samsung debido a su boicot personal a la marca de la manzana.

El sucesor de Obama amenazó a toda la industria con eliminar el programa de visados especializados para trabajadores del ámbito tecnológico.

ChinaUna de los pilares de esas compañías es su estrecho intercambio con China, país donde se encuentran las principales manufactureras de productos emblemáticos como el iPhone.

Trump acusó a la potencia asiática de manipular su moneda para potenciar sus exportaciones, por lo que si la segunda economía del mundo pasa a ser un enemigo declarado, se dificultará mucho el negocio de Apple, Intel o Qualcomm.

Además, el postulante republicano prometió retirar a Estados Unidos del Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica (TPP, sigla en inglés), lo que pondría en peligro el avance de las relaciones económicas con Japón. 

PrivacidadDonde las cosas se pondrán peliagudas será en las cuestiones de la privacidad en Internet.

La mayoría legislativa del Partido Republicano permitiría crear leyes que hagan obligatoria la colaboración entre las empresas o que prohíban el cifrado absoluto de comunicaciones y dispositivos bajo el pretexto de la seguridad.

En 2015, Trump afirmó que estaba a favor de que la Agencia Nacional de Seguridad (NSA, sigla en inglés) pudiera retener los metadatos obtenidos como parte de la vigilancia.

 “Yo no quiero que ellos (el Estado Islámico o ISIS) utilicen nuestro Internet para convencer a nuestra impresionable juventud. (…) Tendríamos que estar usando a nuestra gente brillante, a nuestras mentes más brillantes para encontrar una forma en la que ISIS no pueda usar Internet”, dijo en su campaña electoral el sucesor de Obama.

“Tenemos que ser capaces de penetrar Internet y encontrar dónde está ISIS exactamente y todo sobre ellos”, afirmó Trump.

Su idea es “ir a ver a Bill Gates y a mucha otra gente que realmente entienden lo que está pasando” y “en ciertas zonas, cerrar ese Internet de alguna forma”. 

En cuanto a la seguridad informática de los Estados Unidos, prometió “desarrollar las cibercapacidades ofensivas necesarias para impedir los ataques tanto de entidades gubernamentales como de entidades no gubernamentales y, si es necesario, responder apropiadamente”.

Trump fue crítico con Apple durante el caso del iPhone de los atacantes terroristas en la ciudad californiana de San Bernardino.

La compañía se negó a desbloquear el teléfono para que los investigadores del ataque pudieran acceder al equipo.

En un relevamiento de del Instituto de Tecnología e Innovación (ITIF, sigla en inglés), se analizaron temas como la investigación y desarrollo, impuestos y regulaciones, Internet y telecomunicaciones de Trump y su rival demócrata, Hillary Clinton.

El estudio, que puede leerse aquí, advierte que Trump:

* Carece de “un foco claro o posiciones claras respecto la innovación”.

* Mantiene una posición conservadora “respecto a los impuestos y las regulaciones”.

* Exhibe una posición "poco clara" respecto a la inmigración de mano de obra altamente cualificada.

Malos pronósticosEl español Enrique Dans, uno de los más reputados analistas tecnológicos del mundo, advirtió ante iProfesional que las consecuencias de la victoria de Trump en el mercado tecnológico global “son en su mayoría negativas para el mercado tecnológico”. 

Recordó que durante la campaña, el candidato republicano “dio numerosas muestras de no ser precisamente un entusiasta de las compañías tecnológicas, que durante la administración Obama se convirtieron prácticamente en el motor económico del país”. 

En ese sentido, apuntó que Trump “parece ser una persona muchísimo más clásica en sus concepciones económicas, que da mucha más importancia y peso en la economía a sectores como -por supuesto- la construcción, la defensa, el petróleo, la minería, etc.”. 

Si se unen las amenazas mencionadas arriba a Amazon y Apple con “ideas peregrinas como la imposición de aranceles a los productos chinos, que ya veremos hasta qué punto es posible, hablamos de un impacto sobre la industria tecnológica similar al que tuvo la entrada de los bárbaros en Roma”, afirmó.

Tendencias inciertasRicardo Villate, vicepresidente de Grupo de IDC Latinoamérica, uno de los principales gabinetes de investigación del mercado tecnológico, advirtió ante iProfesional que “en este momento es prematuro decir que hay algún cambio”. 

“El mercado en general reacciona a dos variables de corto plazo: La tranquilidad o incertidumbre financiera”, describió Villate.

Si los mercados de capitales se ven afectados por cualquier cosa de manera fuerte, “las decisiones de inversión en tecnología se frenan temporalmente”, afirmó. 

En este caso, señaló que “los mercados cayeron inicialmente pero se recuperaron muy rápido el día del anuncio. Por eso veo ningún efecto”. 

La segunda variable es la tasa de cambio. “Si hay variaciones fuertes pueden frenar temporalmente algunos negocios. Si la variación persiste, tiene un impacto en los precios locales de la tecnología”, vaticinó. 

En este caso, algunos países emergentes como México y China, vieron subir el precio local del dólar significativamente. 

“Si esto continua, puede desacelerar la compra de tecnología de consumo como smartphones, PC, etc. IDC aún no determina si su pronóstico va a variar o no en este aspecto, dado que es incierto que la tendencia continúe”, afirmó.