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El Gobierno enfrenta un panorama complicado. El FR puede imponer su proyecto para modificar el gravamen. "Tips" de la iniciativa y su financiamiento
22/11/2016 - 11:53hs

Sobre el cierre del año, el Gobierno parece "condenado" a enfrentar un hecho político que no estaba en sus cálculos: que la oposición tome el control de la agenda legislativa en el Congreso.

Esto, para el oficialismo, implica un riesgo simbólico y otro real, aún más peligroso.

Si los legisladores opositores logran juntar las adhesiones necesarias, contarán con altas chances de sacar un proyecto de Ganancias propio e, incluso, la Ley de Emergencia Social, que arrastraría al Gobierno a un impopular veto automático.

Todo esto, salpicado por una ofensiva mediática que tiene por objeto cuestionar el plan económico macrista.

Por lo pronto, el líder del Frente Renovador, Sergio Massa, ya dejó en claro que está decidido a dejar de lado su rol de opositor "light".

Los frustrantes números de la actividad económica -que siguen marcando una persistente caída, al igual que en el consumo- le brindan un contexto más que propicio para avanzar en su nueva estrategia política.

En este sentido, ya comenzó a dar pasos acelerados: sobre el cierre del año legislativo salió a presionar a Mauricio Macri con un proyecto de Ganancias de su autoría.

No sólo eso. Le hizo saber que cuenta con los votos suficientes como para lograr la media sanción y lo "apuró" señalando que tendría que tratarse el jueves.

Su proyecto para reformar el gravamen prevé elevar los pisos -a partir de los cuales un contribuyente es alcanzado por el gravamen- tanto para solteros como para casados con dos hijos.

También, apunta a modificar las deducciones y que los parámetros se actualicen automáticamente.

Los detalles de la iniciativaAdemás de la lectura impositiva, el proyecto del tigrense debe ser decodificado en clave política: Massa decidió mostrar que cuenta con el apoyo de propios y ajenos.

Tal es así que a la presentación concurrieron representantes de los distintos sectores de la oposición, desde Victoria Donda (Libres del Sur) hasta Diego Bossio (Bloque Justicialista), pasando por Sandro Guzmán (que responde a Darío Giustozzi) y Lucila De Ponti (Movimiento Evita), entre tantos otros.

Estas "proto-alianzas" legislativas amenazan con ser letales para el Gobierno.

"Queremos cobrarle a los que ganan mucha plata y la ganan fácil", dijo un envalentonado Massa al ser consultado sobre cómo se compensará la menor recaudación por los cambios en Ganancias.

Además, su iniciativa incluye el cobro de impuestos a las mineras, al juego y a la renta financiera.

Por lo pronto, su intención es que su proyecto se apruebe este mismo jueves en Diputados y que el Senado lo convierta en ley antes de que termine el período de sesiones ordinarias, el próximo 30 de noviembre.

"Vamos a tener el número", confió, en relación al total de adherentes.

Los principales "tips" son:

1. Fija un nuevo piso de $48.000 brutos para casados con dos hijos.

2. En el caso de solteros, esa referencia pasaría a $34.000

3. Quienes ganen menos no serán alcanzados por el gravamen

4. Entre los jubilados, tributarán quienes cobren más de $60.000 por mes

5. Las actualizaciones de las escalas serán de forma automática¿A quiénes beneficiaría?"Estamos encarando una ley que beneficia a trabajadores en relación de dependencia, a monotributistas, autónomos y jubilados", aseguraron desde el massismo.

Y pusieron cifras a cada una de las categorías:

- En la actualidad, 1.600.000 trabajadores pagan Ganancias por recibir ingresos mensuales de unos $30.000 en bruto

- Según el Frente Renovador -si no se propician cambios- en 2017 serán 3.000.000 las personas físicas que se verán afectadas

- Los beneficios también alcanzarán a unos 500.000 trabajadores autónomos y a unos 3,1 millones de monotributistas, a quienes se les duplicarían los tramos de facturación

- Concretamente, los mismos pasarían de 400.000 a $800.000 (prestación de servicios) y de $600.000 a $1.200.000 (ventas de bienes muebles)

Massa, además, remarca que su iniciativa incluye la posibilidad de debitar el alquiler de Ganancias, una propuesta que ya había adelantado hace meses.

"No puede ser que una persona que alquila su casa no pueda descontar Ganancias por el pago de esa renta. Por eso estamos planteando deducciones", completó.

¿Cómo se financia el proyecto?"Esta medida no tiene costo fiscal para el Gobierno, no hay excusas para encarar un cambio que beneficia a seis millones de argentinos", expresó Massa.

A la hora de hacer números, detalló:

- Unos $11.000 millones saldrían de aplicar un gravamen del 15% a los que operaron con dólar futuro en 2015.

- Otros $5.000 millones provendrán de nuevos tributos a la actividad minera. "El Gobierno le quitó retenciones y no se generó ni un sólo puesto de trabajo más", se quejó.

También, se aplicarían nuevos impuestos a:

- Quienes manejan el negocio del juego en la Argentina

- Los empresarios que ahora no tributan y que, a su vez, son dueños de empresas que reparten dividendos

- Los titulares de plazos fijos y de cuentas bancarias poseedores de títulos Lebacs por más de $1 millón

En cuanto a este último punto, Massa apunta a castigar las especulaciones e inducir a que ese dinero se canalice al circuito productivo.

Desde el Frente Renovador prevén que el costo de la medida demandará un sacrificio fiscal efectivo cercano a los $50.000 millones. Sin embargo, consideran que la mitad de esa cifra ya está contemplada en el Presupuesto 2017.

Por la mitad restante, desde su espacio político calculan que buena parte ($20.000 millones) volverá al Estado vía mayor consumo y una mejora en la actividad económica.

También contempla la generación de unos $40.000 millones por la aplicación de impuestos a los grupos económicos concentrados.

¿Qué dicen desde el macrismo?Por el lado del oficialismo, el jefe de Gabinete, Marcos Peña, trató de pausar un poco los tiempos propuestos por Massa para el tratamiento del proyecto: "Aprobarlo en una semana sería un show mediático".

Indicó además que va a ser estudiado "pero lo importante es saber si la idea es dar un debate técnico y profundo".

"Si se pretende sacarlo esta semana a los ponchazos, entonces lo que quiere es un show mediático. Confío que no, porque el Frente Renovador fue responsable en sus posturas", completó el funcionario.

Para cerrar el tema, deslizó una crítica al líder del Frente Renovador: "Es muy fácil tener posturas demagógicas, pero la gente nos pide responsabilidad".

La "casual" aparición de LavagnaEn medio de la propuesta del tigrense, Roberto Lavagna sumó más interrogantes al plan económico del macrismo.

"Este modelo requiere de endeudamiento y va a terminar en un colapso", disparó.

Como era de prever, su afirmación rápidamente escaló al primer lugar en el ranking de frases más comentadas por todo el ámbito político y económico.

Se trató de una manifestación que, a la luz del nuevo rol de Massa, no parece haber sido casual. Lavagna suele dosificar sus apariciones y sabe que cada crítica que formula es de alto impacto en la agenda mediática.

Las respuestas del Gobierno no se hicieron esperar.

"Él cree que hay que devaluar más fuerte y que el tipo de cambio está apreciado", apuntó Marcos Peña, no sin antes mostrar su disconformidad por los dichos del ex ministro.

"Lo insinúa y no lo termina de decir con todas las letras en público. Pero lo que no cierra en su modelo es cómo seguir devaluando sin depreciar el salario real", completó Peña.

Emergencia social también inquieta al GobiernoEl otro frente de la ofensiva opositora es el empuje al proyecto que declara la Emergencia Social y que ya cuenta con media sanción del Senado.

Entre otras cuestiones, la controvertida iniciativa promueve:

- La creación de un millón de puestos de trabajo

- La fijación de un salario social complementario

- Un aumento del 15% en el monto de las asignaciones por hijo y embarazo

La iniciativa es respaldada por varios bloques de la oposición, que ya anticiparon que buscarán forzar el debate en la cámara baja para que se convierta en ley este año, si bien esto luce poco probable.

Es que, reglamentariamente ya no hay tiempo para emitir dictamen y las sesiones ordinarias finalizan el próximo 30 de noviembre.

Por lo pronto, el "anti-macrismo" pretende que la propuesta sea aprobada este miércoles, fecha en la que se debatirá el proyecto sobre tarjetas de crédito. O, en su defecto, el jueves, a través de una sesión especial.No será sencillo para el arco opositor, ya que deberá reunir dos tercios de la totalidad de los miembros para habilitar su tratamiento.

Usualmente, para una sesión ordinaria se requieren de 129 diputados para dar inicio al debate. En ese escenario, el macrismo estaría en problemas.

Sin embargo, al no haber sido debatido en comisión (y, por lo tanto, no contar con un dictamen) la cifra se eleva a 172 integrantes, sobre 257.

En tanto, el peronismo, para afrontar los costos que traería la aprobación de la ley -calculado en $100.000 millones- apunta a:

- Gravar con el 1% los intereses de los plazos fijos de personas físicas

- Restituir la gravabilidad de dividendos (personas físicas) del Impuesto a las Ganancias

- Crear un tributo que recaiga sobre la explotación de tragamonedas y juegos de paño, equivalente a un 20% de la rentabilidad bruta.

Además de los plazos fijos, plantea gravar las utilidades obtenidas por la compraventa de moneda extranjera, títulos públicos y acuerdos que se pacten en el mercado de dólar futuro.

La iniciativa tiene el apoyo de los representantes de Compromiso Federal, Libres del Sur, Partido Socialista, del Peronismo para la Victoria y Proyecto Sur.

Por lo pronto, todo dependerá de que no falte ningún legislador de la oposición y de que algunos de los representantes de Cambiemos se "rebelen".

Es que el oficialismo y sus aliados cuentan con poco más de 90 diputados, por lo que si ninguno de ellos baja al recinto sería imposible lograr forzar su tratamiento.

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