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¿Se "tildará" el voto electrónico?: la reforma electoral de Macri se "empantana" en el Congreso

La iniciativa corre el peligro de terminar como la reforma sindical que intentó sancionar el alfonsinismo en 1984, la denominada “ley Mucci”
22/11/2016 - 14:53hs
¿Se "tildará" el voto electrónico?: la reforma electoral de Macri se "empantana" en el Congreso

El presidente Mauricio Macri tiene un proyecto de ley “in péctore” con el cual quiere marcar “un antes y un después” en la política: la reforma electoral que incluye el sistema de boleta única digital, más conocido como voto electrónico.

Con esa plataforma electrónica, en el oficialismo creen que competirán con más chances en los comicios de medio término, fundamentales para consolidar la segunda mitad de su gestión y así llegar a 2019 con posibilidades de intentar la reelección del jefe de Estado, una chance admitida por el propio Macri en las últimas semanas.

Sin embargo, la iniciativa, que busca cortar, desde la óptica del Gobierno nacional, el sistema de clientelismo electoral que fundamenta el poder territorial del peronismo, corre el peligro de terminar como la reforma sindical que intentó sancionar el alfonsinismo en 1984, la denominada “ley Mucci”, por el ex ministro de Trabajo radical Antonio Mucci.

Como ese proyecto alfonsinista, que procuraba “democratizar” a los gremios hegemonizados en ese tiempo por el peronismo, la reforma electoral del macrismo tuvo el apoyo de la Cámara de Diputados pero naufragó en el Senado en manos del justicialismo.

La suerte del voto electrónico y su posible aplicación en los comicios nacionales de renovación parcial parlamentaria en 2017 comenzará a definirse el jueves, cuando se reúnan los senadores del Frente para la Victoria (FPV) con una docena de gobernadores peronistas.

Además de esta reunión, el oficialismo enfrenta la presión del calendario. No le queda mucho tiempo disponible para avanzar con el proyecto, y si no sale antes de fin de año no podrá aplicarse en las próximas elecciones, salvo en distritos como la Capital Federal y Salta, y a nivel local.

La convocatoria del FPV a sus gobernadores dilató una semana más los planes del oficialismo, que, según había previsto cuando el proyecto salió de Diputados, el 20 de octubre, pensaba tener aprobada la iniciativa el 9 de noviembre.

Si todo fuera con mucho viento de popa, el oficialismo tendría dictamen de comisiones al proyecto el 29 de noviembre, y recién podría llevarlo al recinto el 7 de diciembre, ya en período de sesiones extraordinarias.

Como la reforma sufrirá cambios en el Senado, volverá en segunda revisión a Diputados, donde el oficialismo deberá trabajar en forma redoblada si quiere sancionarla antes de fin de año.

En la Cámara baja, Cambiemos depende del apoyo de aliados circunstanciales para reunir quórum, y sólo tendría una sesión en extraordinarias: el 14 de diciembre

Una salida sería que el macrismo obtenga el apoyo del FPV y reúna los dos tercios que el reglamento exige para tratar sobre tablas el proyecto.

Así el Senado podría tratar la reforma el 30 de noviembre, junto con el presupuesto 2017, y le dejaría casi dos semanas a Diputados para lograr la sanción de la ley.

Pero aún así, el calendario juega en contra: la semana del 7 de diciembre, posible día de sesión, será en el medio de una semana corta, porque el 8 y el 9 del mes próximo son feriados nacionales.

Más allá de estas complicaciones de agenda, hay obstáculos políticos: las posiciones en el Senado en torno de la reforma electoral son muy dispersas.

Por ejemplo, la mayoría opositora del FPV, clave para el funcionamiento de la Cámara alta, está dividida en tres grupos.

* Un sector, encabezado por el kirchnerismo, rechaza la iniciativa por el hecho de que la impulsa el macrismo.  A este grupo se suman senadores cuyos gobernadores (Tucumán, La Rioja, Formosa y Santiago del Estero) se oponen a cualquier cambio en el sistema de votación.

* Un segundo grupo, en rigor es unipersonal: es el senador salteño Rodolfo Urtubey, que apoya sin reparos el uso de la boleta única electrónica, pero que cree que el proyecto debe aplicarse de manera gradual y no en todo el país de manera uniforme en 2017, como pretende Macri.

* El tercer grupo está compuesto por senadores que reconocen la necesidad de terminar con el sistema vigente, pero que no tienen una postura homogénea.  Por ejemplo, hay quienes aceptan la impresión de boletas con pantalla táctil, pero rechazan el chip, y quienes quieren la boleta única de papel, como se usa en Santa Fe o Córdoba.

Para terminar con esta dispersión, el jefe del bloque del FPV, el rionegrino Miguel Pichetto, convocó a los gobernadores, para que juntos a ellos se defina una postura que encause al menos al grueso de la bancada.

El pulmotor de las extraordinariasEl ministro del Interior, Rogelio Frigerio, confirmó el sábado que la convocatoria a sesiones extraordinarias en el Congreso incluirá la reforma electoral, además de otros proyectos, como los cambios en el impuesto a las ganancias y la modificación del régimen de las aseguradoras de riesgos de trabajo.

El secretario de Asuntos Políticos e Institucionales del Ministerio del Interior, Adrián Pérez, aseguró el mismo sábado que la reforma electoral “se va a aprobar en diciembre”.

“Nosotros habíamos previsto que la ley tuviera sanción en octubre para llegar bien (a las elecciones legislativas de 2017)”, dijo el funcionario para luego agregar: “Si todo marcha bien, se va a aprobar en diciembre”.

Pérez precisó que la norma “se va a aprobar con una cláusula transitoria que diga que en la primera oportunidad será (el nuevo sistema de votación) para algunas provincias que hayan tenido alguna práctica”.

El diputado nacional Pablo Tonelli (PRO), principal defensor de la boleta única digital en la Cámara baja, dijo que le parece “de mala fe no apoyar el voto electrónico” porque “los grandes beneficiarios del actual sistema son los del FPV que son los que concretan el robo de boletas” y “es evidente que no quieren un sistema moderno y transparente”.

“No creo que el problema sea si tiene o no chip”, dijo el diputado al respecto de una de las críticas que esgrime la oposición contra la iniciativa impulsada por el oficialismo.

“Puede ser un código de barra, código QR. Están haciendo una historia del chip que no tiene sentido. Con el sistema actual no hay garantías de que el elector pueda votar al candidato que quiere”, afirmó Tonelli en declaraciones radiales.

Palos informáticos, de aquí y de alláTonelli despreció las ponencias de expertos informáticos que demostraron en los debates en Diputados y en el Senado cómo se puede alterar la boleta única digital: "Hacen unos actos de ilusionismo que nadie sabe en qué consisten". 

El 15 de noviembre, en el debate en comisión en el Senado, expusieron distintos especialistas y Sergio Angelini, el CEO de MSA, la empresa que desarrolló e implementó la boleta única electrónica en Salta y la ciudad de Buenos Aires

Angelini defendió su sistema, adelantó que el Gobierno nacional no lo contactó para utilizar sus servicios en caso de sancionarse la ley.

Consideró que el problema de fondo del actual método de votación es “la discrecionalidad en el conteo de votos y el escrutinio de mesa”. 

El empresario detalló el funcionamiento de su sistema e incluso expresó críticas a la iniciativa del oficialismo. 

Sostuvo que, en línea con integrantes de la Justicia Electoral, debía ponerse en marcha de manera gradual, lo que va contra las intenciones de Macri.

Según contó Angelini, ya llevan más de 10 millones de votos realizados en la Argentina bajo ese sistema, que contempla la selección y emisión del voto a través de un dispositivo electrónico, que imprime una boleta donde figura la voluntad del elector en un doble formato: en tinta y en un chip RFID

“Jamás hemos tenido una sola denuncia por vulneración del sistema”, sostuvo el CEO de MSA. Sin embargo, en la última elección porteña en 2015 la propia empresa recurrió a la Justicia para denunciar que “terceras personas accedieron remotamente al sistema informático de la empresa”. 

Por esa denuncia fue allanado el domicilio de Joaquín Sorianello, un especialista en seguridad informática que detalló en la misma reunión de comisión en el Senado las distintas vulnerabilidades que encontró en aquel momento. 

Para el empresario, terminar con el robo de boletas o el voto cadena, ventajas esgrimidas por el macrismo, son secundarias, frente al mayor problema de las elecciones nacionales, según su punto de vista, se produce al momento del escrutinio, ya sea por errores “voluntarios o involuntarios” de las autoridades de mesa y/o los fiscales. 

El 17 de noviembre, en otra reunión de comisión en la Cámara alta, diferentes especialistas demostraron en vivo la detección remota de grabación de chips RFID.

Una semana antes de estas discusiones en el Senado, en las elecciones presidenciales en los Estados Unidos se reportaron problemas para votar por máquinas defectuosas.

En Utah, por ejemplo, los problemas de las máquinas para votar obligaron a los votantes a utilizar el voto de papel, con algunos enviados especiales para administrar los nuevos lugares alternativos de votación. 

En Tennesse, en el condado de Wilson, todas las máquinas dejaron de funcionar, según informes locales difundidos por la cadena Fox. 

En Texas y Carolina del Norte hubo fallas con las laptops usadas para controlar el padrón y se tuvo que recurrir a la lista impresa manual. 

El jefe del bloque de diputados de la UCR, Mario Negri, aclaró que "en Estados Unidos el voto es electrónico puro y en la Argentina proponemos la boleta única -como la de Córdoba- pero en pantalla y electrónica".

Edward Snowden, el ex contratista de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA), quien reveló en 2013  las prácticas ilegales de espionaje y seguimiento de millones de personas en todo el mundo por parte de la Casa Blanca, embistió el 14 de noviembre contra la reforma electoral del macrismo.

“Muchos pueden decir que la votación electrónica puede hacerse con seguridad, y nos gustaría creerlo. Pero desafortunadamente por ahora no hay ejemplos consistentes que demuestren que es así", insistió Snowden, durante la charla abierta al público que organizó la Iniciativa Ciudadana para el Control del Sistema de Inteligencia (Iccsi), un foro integrado por el CELS, ADC, la Fundación Vía Libre, Ilsed y la UMET en la Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires (UBA).

"Acabamos de tener una elección general en los Estados Unidos, que es una sociedad rica, con una economía enorme y podemos destinar muchos más recursos (a una campaña) que otros países más chicos. Pero a pesar de eso, la semana previa a la elección se publicaron informes de expertos que desarrollaron ataques contra las máquinas de votación y demostraron que podían cambiar los registros de votos, tanto el electrónico como el impreso que salía de las máquinas", remarcó el experto.