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Paradoja: crece fuerte la venta de 0Km pero el primer "brote verde" de la era Macri lo festeja Brasil
12/01/2017 - 12:18hs

Resulta paradójica la situación que le toca atravesar a la industria argentina, especialmente a la rama automotriz.

Mientras Donald Trump avanza con una agresiva cruzada proteccionista para fomentar el empleo y radicar inversiones, aquí se asiste a un boom de importaciones que hace años no se veía

El ingreso de vehículos llega a tal magnitud que sindicatos y autopartistas alertan que es una de las causas que provocó una caída en los niveles de producción y que favoreció el retroceso de los 0Km nacionales en el mercado local. 

Como contrapartida, desde las empresas y el Ministerio de Producción hacen referencia a un proceso de “normalización”, tras años durante los cuales el kirchnerismo le puso un cerrojo a la tranquera y frenó importaciones, incluso con medidas que violaban abiertamente la normativa internacional. 

En medio de esta disputa de intereses, no deja de llamar la atención el “timing” por parte del macrismo

En momentos en que Trump está a punto de propiciar un giro de 180 grados en la política comercial de los EE.UU., en los que busca poner "de rodillas" a los gigantes de Detroit para que relocalicen inversiones en territorio estadounidense y abandonen sus planes en México, el Gobierno argentino mantiene una estrategia de fronteras totalmente abiertas para el ingreso de autos

Incluso, desde la UOM hay preocupación porque -tras un año cargado de reclamos por suspensiones y reducción de personal en las terminales- detectaron un indicador que ya encendió las alarmas.

Concretamente, se están importando más autos desde Brasil que los que en realidad permite el acuerdo bilateral, el cual fue ratificado por la gestión de Macri y la de su par Michel Temer hasta el año 2020. 

"Brotes verdes"... para Brasil 

Los números, por cierto, no dejan de causar sorpresa, en un escenario en el que el mundo amenaza con una guerra proteccionista.

Mientras que el Gobierno festeja una recuperación de las ventas del 10% y el hecho de haber alcanzado el mejor nivel de patentamientos desde 2013, la producción interna acumuló en 2016 la tercera caída anual consecutiva.

Más aun, el nivel de fabricación tocó el peor registro –en volúmenes- de la última década.

Es cierto que Brasil hoy no tracciona, debido a la grave crisis económica que atraviesa su mercado. Esto explica por qué las exportaciones se desplomaron un 21% el último año.  

También es verdad que hoy la Argentina prácticamente no cuenta con destinos alternativos: México, el segundo mercado en importancia, compra apenas 15.000 autos anualmente, el equivalente a lo que produce la industria automotriz argentina durante siete jornadas hábiles en promedio. 

Pero desde la delegación de la UOM de Córdoba, argumentan que la crisis de Brasil no es la única causa que sirve para explicar el bajón de la producción. 

Desde el gremio encendió una luz de alerta por lo que consideraron una “falta de fomento a la industria nacional” que llevó a que el 2016 concluyera con “suspensiones y trabajadores en la calle”. 

Lo que alertan los sindicatos es la enorme participación que ganaron los autos importados -especialmente los brasileños-, que terminaron por hacerle perder share a los 0Km con sello nacional

Representantes del sector autopartista también se quejan del fuerte desbalance que está sufriendo la industria automotriz, dado que el crecimiento de las ventas en el mercado interno se está nutriendo prácticamente con vehículos que se fabrican en otros destinos

“No hay dudas de que los 0Km que están entrando le están sacando espacio a los autos nacionales”, se quejó el directivo de una cámara autopartista, que aseguró que pese a que las ventas domésticas treparon un 10%, la producción de autopartes cayó un 15 por ciento. 

Para los empresarios de ese sector, esto está vinculado con que casi todo el crecimiento de las ventas de las terminales y dirigidas a sus redes de concesionarios se apoyó en autos brasileños, en su gran mayoría. 

Según datos de ADEFA, entidad que nuclea a las terminales: 

- Las automotrices despacharon a las agencias de todo el país unos 281.600 autos nacionales. Esto implicó tan sólo 1.500 unidades más que en 2015. 

- Esto significa que prácticamente no hubo crecimiento: se trató de un alza insignificante, menor al 0,5%, frente a un despegue del 10% en las ventas minoristas. 

- Como contrapartida, las ventas a concesionarios de vehículos importados se acercaron a las 440.000 unidades

- Esto implicó una incremento de 133.000 unidades respecto del registro de 2015, lo que equivalió a un salto interanual de casi 45% (ver cuadro). 

Los críticos a la mayor flexibilización de importaciones señalan que el volumen de autos traídos de afuera –principalmente brasileños- despachados a los concesionarios casi equipara a la producción nacional, algo inédito en la última década. 

En este contexto, que conjugó derrumbe de exportaciones y mayor ingreso de vehículos del exterior, la capacidad ociosa alcanzó niveles preocupantes. Puesto en cifras: 

-Las plantas radicadas en el país están en condiciones de fabricar 1,2 millón de autos al año. 

-El hecho de que se hayan producido cerca de 480.000, implica que el nivel de ociosidad se acercó al 60%

Polémica: no se respeta el "flex" con Brasil 

Para agravar el mal clima que se respira en el sector sindical, la lupa ahora está puesta en el acuerdo automotor que rige con Brasil, que fue extendido hasta el año 2020. 

El mismo establece que por cada dólar que la Argentina le exporte a ese país, se podrá importar por u$s1,50. Desde ADEFA aseguran que este pacto brinda "previsibilidad". 

Sin embargo, en la práctica, no se estaría cumpliendo. Las terminales radicadas en el país este año vienen importando por encima de lo que permite este sistema, conocido como "flex".

Sucede que en 2016 se produjo un fuerte desbalance en el flujo comercial: los envíos hacia Brasil de vehículos y autopartes se desplomaron un 25%, mientras que los embarques desde ese país a la Argentina crecieron un 31%.

“Las terminales están esperando a que el mercado brasileño se recupere y empiece a demandar más autos nacionales, especialmente pick-ups. Así se compensaría la balanza. Pero la realidad es que hoy el acuerdo no se está respetando”, se quejó un reconocido empresario autopartista. 

En este contexto, Gonzalo Kriger, analista de Abeceb, destacó que la crisis del principal socio tuvo un marcado impacto en el plano local. 

“Las plantas del país vecino tienen capacidad instalada para producir 5 millones de autos, pero los patentamientos cerraron 2016 en 2 millones, el nivel más bajo en una década”, explicó el experto. 

“Como el mercado brasileño se abastece en un 80% con vehículos propios, se produjo una sobreoferta importante de unidades. Por eso las terminales de Brasil encontraron una excelente oportunidad para colocar su exceso de stock en la Argentina”, agregó Kriger. 

Según números que se manejan en el sector, producir un 0Km en ese territorio resulta un 30% más barato en dólares que hacerlo en fronteras adentro, tanto por diferencia de escala como por los altos costos en moneda dura que vienen afectando a la industria nacional. 

En diálogo con iProfesional, el directivo de una automotriz de primera línea reconoció que el tema del fuerte desequilibrio del intercambio es algo que genera inquietud en el macrismo.

“En las reuniones que mantenemos con funcionarios la cuestión del flex siempre se pone sobre la mesa, pero la realidad es que tenemos plazo hasta el 2020 para equilibrar la balanza”, indicó. 

Además, la fuente aseguró que “si el Gobierno se pusiese demasiado estricto, entonces se achicaría la oferta, subirían más los precios y caerían las ventas, porque la Argentina no puede fabricar toda la gama de modelos que requiere el mercado”. 

2017: Brasil seguirá ganando terreno  Al analizar los últimos datos de patentamientos se observa cómo Brasil recuperó share en el plano local: pasó de ostentar un 44,8% en 2015 a un nivel cercano al 50% en 2016, el mayor nivel en cerca de una década. 

Como contrapartida, los 0Km nacionales cayeron del 45,4% al 41%. Sin embargo, para Kriger, de Abeceb, esta tendencia podría profundizarse.

“Es muy posible que este año los vehículos producidos en el país pierdan un poco más de terreno”, disparó.

¿La razón? Que los históricos “caballitos de batalla” que fabricaba la Argentina y que eran responsables de mover un mayor volumen se discontinuaron y están siendo reemplazados por modelos brasileños

“Hay un recambio importante: los autos nacionales más masivos dejaron de fabricarse. Los positivo es que nuestra industria se está especializando aún más en el segmento de las pick-ups y los medianos”, apuntó el analista. 

“La Argentina, al tener menos escala y mayores costos, se está concentrando en fabricar vehículos con más valor agregado, porque son más rentables. Mientras tanto, Brasil refuerza su presencia en los más económicos”, recalca. 

El directivo de la automotriz consultado por iProfesional, confirmó esta tendencia: “Muchos autos nacionales `low cost` entraron en el final de su ciclo. Y los sucesores de estos modelos van a ser brasileños, porque los proyectos de inversión de los últimos años se radicaron en ese país”. 

Esta especialización de la Argentina generará que el principal socio comercial pase a dominar el negocio de los 0Km “entry level”, que son los responsables de mover el amperímetro. 

Los recambios más trascendentes son los siguientes: 

-Renault Clio Mio (argentino) por Renault Kwid (brasileño): 

La fabricación del Clio Mio cesó en noviembre pasado. En 2016 se había coronado como el cuarto auto más vendido del país, con más de 25.000 unidades. En las líneas de montaje ahora pasaron a ensamblarse los modelos Logan y Sandero. 

-Chevrolet Classic (argentino) por Prisma Joy (brasileño): 

El Classic se despidió tras 19 años en el mercado –considerando la primera generación, el Corsa-. Si bien cesó su producción, en 2016 pudo ubicarse como el sexto auto más vendido del mercado, con más de 22.000 unidades. 

A fines de 2016 también salieron de producción el Chevrolet Agile y el Peugeot 207 Compact, dos vehículos que en años anteriores se ubicaron dentro del "top 10" de los más patentados de la Argentina. 

La contracara es que se están llevando adelante inversiones para que en las líneas de montaje se inicie la producción de nuevos modelos. Entre otros proyectos se pueden mencionar: 

-Grupo PSA: desembolsará u$s320 millones en un ambicioso plan para fabricar en 2019 los nuevos Peugeot 308 y Citroën C3

-Renault: unos u$s100 millones se están destinando para la producción del sucesor del Kangoo

-FCA Argentina: anunció un plan de u$s500 millones para fabricar el modelo que reemplace a los Fiat Grand Siena y al Línea 

-Alianza de Renault, Nissan y Mercedes-Benz: avanzan con una inversión de u$s600 millones para producir las pick-ups Alaskan, NP300 Frontier y Clase GLT en Córdoba. 

Se mantendrán las promos En la actualidad, cerca de 30 vehículos (entre modelos y versiones) se ofrecen en el mercado con rebajas que van del 5% al 20%. Desde el sector confirman que esta estrategia de ventas llegó para quedarse. 

"Hay exceso de capacidad tanto en la Argentina como en Brasil y esto va a seguir siendo así durante dos o tres años, por lo menos. Va a llevar tiempo hasta alcanzar los niveles que teníamos en 2013", afirmó el directivo de la automotriz. 

"Mientras se dé este contexto, entonces los descuentos van a mantenerse, aun a costa de seguir resignando rentabilidad", acotó. 

"Las terminales estamos tratando de mantener el ritmo de fabricación. En algunos casos se seguirán reduciendo turnos y, si llega a haber un nuevo bajón, seguramente habrá suspensiones, pero en la medida en que ambos mercados vayan respondiendo, se evitarán los despidos", concluyó.