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Hoy salen a colocar deuda Banco Supervielle y la Provincia de Entre Ríos. Buscan anticiparse a un cimbronazo financiero por el efecto Trump
01/02/2017 - 13:04hs

El Gobierno, con su mega-emisión por u$s7.000 millones, marcó el camino de lo que serán las colocaciones de deuda en los mercados internacionales.

Si bien la transacción que realizó Luis "Toto" Caputo no fue la primera para un emisor argentino, ya que antes había salido Pampa Energía -la compañía eléctrica de Marcelo Mindlin-, despeja el panorama para las que vienen.

Los restantes emisores argentinos no tiene que competir ahora con Caputo, que prometía aspirar todos los dólares necesarios para reforzar su plan financiero del este año. 

El apuro por lanzar bonos antes de que Donald Trump haga de las suyas y los mercados se terminen hundiendo resulta clave. Hay una innegable volatilidad en la plaza financiera que puede perjudicar el costo de fondeo. 

El futuro es, por definición, incierto. Y las necesidades de conseguir dólares todavía baratos están más latentes que nunca.

Por lo pronto, hay un cronograma de las próximas colocaciones de bonos a nivel internacional.

De hecho, esta semana hay una fuerte presencia de empresas y provincias que colocarán deuda por casi u$s2.000 millones. Harán punta hoy Banco Supervielle y Provincia de Entre Ríos, le seguirá un día después Clisa y más adelante en el mes Central Puerto y Banco Macro.

El lunes Aeropuertos Argentina 2000 colocó u$s400 millones en un bono internacional a diez años, con gran interés por parte de los inversores.

El título pagará una tasa del 6,95%, la más baja de los últimos 14 meses para colocaciones corporativas argentinas.

La demanda superó los u$s2.600 millones, con lo que casi multiplicó por nueve la oferta inicial, prevista en u$s300 millones con una tasa del 7,25%.

También se destacó hace unas semanas -entre las operaciones más grandes hasta el momento- la transacción de Pampa Energía que consiguió u$s750 millones a 10 años al 7,625%. 

En la operación hubo un fuerte interés inversor y es una de las pocas emisiones de 10 años.

Se recibieron órdenes por u$s4.000 millones (más de cinco veces sobresuscripto); y más del 50% de los inversores fueron de Estados Unidos y 30% europeos.

A partir de ahora se espera que también salga a la cancha la petrolera YPF a captar alrededor de u$s1.000 millones.

Todavía no tiene la fecha definida y se cree que lo hará cuando este primer pelotón de emisores haya concluido.

Más allá de esto, es claro que no habrá un aluvión de emisiones tan importante como sucedió el año pasado, cuando se reabrió el mercado que durante años había estado casi vedado -o prohibitivo por las altas tasas- para las empresas locales. En 2016, incluyendo a lo que hizo el Gobierno, hubo emisiones argentinas por u$s35.500 millones, según datos de Research For Traders.

Caputo afirmó que el año pasado el Gobierno nacional emitió deuda por u$s20.000 millones, las provincias otros u$s7.000 millones y las empresas cerca de u$s5.000 millones.

"Este año las provincias no emitirán más de u$s3.500 millones y las empresas, como mucho, lo mismo que el año pasado", había deslizado el funcionario. 

El ministro de Finanzas advirtió más de una vez que no permitirá que haya en endeudamiento tan elevado en las Provincias como el año pasado.

Como los distritos necesitan la firma de Caputo para poder colocar deuda, esa aprobación ya no será tan inmediata. "Se van a cuidar de que alguna quiera buscar dólares para pagar sueldos", decía un operador.

Para el equipo de Finanzas, las empresas colocarán bonos este para "invertir más en lugar de lo que ocurrió el año pasado que se endeudaban para refinanciar pasivos".

Oportunidades para los corporativos"El mercado continúa receptivo para emisiones corporativas y sub-soberanas. Lo vimos con Pampa (hubo un libro de u$s4.000 millones), Genneia y ahora con AES Argentina. En cuanto a sub-soberanos, aún no han habido transacciones este año pero el pipeline viene solido, aunque con menos volumen que en el 2016", resaltó en diálogo con iProfesional Nicolás Benderski, head de banca de inversion de Citi.

Para el especialista, este año debería haber menos emisiones provinciales y soberanas que en el 2016 y eso por un lado da más lugar a los corporativos que necesiten financiarse fuera del mercado local.

"Tambien da más tranquilidad a los inversores en cuanto a que no va a haber un exceso de oferta que ponga presión a los niveles de los bonos en el mercado secundario", agregó.

A pesar de la sensación de oportunidad para financiarse que se percibe hoy en el sector privado, los expertos señalan que también hay ciertos riesgos para las compañías en su búsqueda de dólares en el exterior:

-Según la calificadora Moody’s, las empresas argentinas aún deben refinanciar cerca de u$s1.976 millones en 2017.

-La cifra se elevaría a u$s7.115 millones si se consideran los vencimientos de obligaciones financieras más allá del 2017.

-Esto hace que sea un tema relevante para las empresas el acceso a los mercados externos a precios atractivos dado el abultado vencimiento que tendrán que manejar este año. Lo positivo es que el peso de los bonos corporativos de la Argentina es aún pequeño en términos comparativos.

-La deuda corporativa contra el Producto Bruto Interno (PBI) es 5% en el caso argentino contra 47% en el de Chile, 31% en el caso de Brasil, 30% en Perú, 28% en México y 25% en Colombia. 

-Según Puente, el mercado corporativo local debería ser de 28% del PBI, lo que equivaldría a un salto de u$s150.000 millones en relación a la situación actual.

El temor al efecto TrumpEl presidente de Estados Unidos y sus controvertidas políticas le imprimen a quienes buscan los dólares en el mercado una cuota de incertidumbre. 

Tal como hizo Caputo con su transacción de mediados de enero, las empresas y las provincias buscan "adelantar" su búsqueda de financiamiento por el temor a que las tasas suban y termine empañando una colocación de bonos.

Por ahora el mercado no entró en pánico por los dichos de Trump y, de hecho, ha sido un muy buen comienzo de año para las acciones a nivel mundial.

Pero la tasa del Tesoro americano a 10 años estuvo subiendo y si bien ahora se estabilizó en 2,50%, lo hizo en otro techo más alto que hace seis meses. 

"La posibilidad de acceder a financiamiento off-shore queda sujeta a la realidad de los mercados internacionales y la volatilidad que podramos observar en el futuro", señaló Benderski.

Por ahora, dice, el año empezó muy fuerte pero "no hay que olvidar que estamos en un escenario de tasas en suba y en el medio de un cambio en la relación de Estados Unidos con el resto del mundo" que va a traer implicancias en el mediano y largo plazo.

En la misma línea, Joaquín Olivera, de Balanz Capital, afirma que las colocaciones de bonos -tanto de empresas como provinciales- estaban pautadas con anterioridad y lo que están haciendo ahora los emisores es aprovechar que las expectativas con Trump no son tan "sombrías".

"La verdad es que en términos relativos, las condiciones están dadas para que sigan tomando deuda. De todas formas está bien que se vayan anticipando a que Trump sea algo mas disruptivo", agrega el economista de Balanz.

Para el Citi, existe la visión de que la política económica indicada por Trump llevaría a una suba de tasas. Esto sumado al ciclo natural de la economía americana que ya no requiere del apoyo extraordinario de la Fed, hace pensar que durante el año "veremos a las tasas de los bonos del Tesoro al alza".

"Por eso estamos viendo a muchos emisores de la region adelantarse a este fenómeno y aprovechar las condiciones actuales que aun son muy atractivas", coincidió Benderski.

Provincias pagarán más (por ser más riesgosas)Las emisiones "sub-soberanas" o sea las provincias tendrán que pagar más tasa que las empresas. Esa es un realidad dado que algunas de ellas buscan dólares para financiar gasto corriente (si bien dicen que utilizarán ese dinero para inversión).

Un banquero que trabaja con una de las emisiones en danza (Tierra del Fuego, La Rioja, Santa Cruz, etc.) señaló las diferencias. "Es otro universo, más cuando son provincias chicas. Salir a explicar los números de algunas de ellas en el exterior no es tarea sencilla", señalaba.

No es el caso de las que emiten frecuentemente como la Ciudad de Buenos Aires, Provincia de Buenos Aires (PBA), o los casos de Santa Fé y Mendoza por ejemplo.

"Las jurisdicciones más relevantes el mercado les pide unos puntos más que a Caputo y no mucho más. Sabés que no van a dejar caer a PBA y la Ciudad no defaulteó ni siquiera en la crisis del 2001-2002. Pero la situación económica de las provincias no es pareja", agregaba. 

Por ejemplo, los rendimientos de los bonos provinciales están en línea con la reciente colocación de deuda de Toto Caputo.

-el bono a 10 años de la Ciudad paga un rendimiento de 7,20%.

-el título para el mismo plazo de la Provincia que conduce María Eugenia Vidal ostenta una tasa de 7,87%.

-el bono de Santa Fé a diez año rinde 7,52%.

Para plazos más cortos, por ejemplo vencimientos al 2021, los bonos provinciales muestran rendimientos de entre 5% y 6% dependiendo del emisor.

El año pasado, la última en emitir fue Santa Fe que colocó un bono por u$s250 millones en octubre. Luego de eso la situación internacional se ensombreció por el triunfo electoral de Trump.

Si bien las provincias que tengan sus cuentas en equilibrio (o estén en vías de lograrlo) podrán acceder a la autorización para endeudarse por parte del Gobierno en forma más rápida, Caputo avisó que seguirán siendo quienes le suban o bajen el pulgar ante todos los pedidos de los gobernadores para endeudarse. 

En ese sentido, Félix Piacentini, director de la consultora NOAnomics, publicó un artículo donde dice que si aumentara en el mismo porcentaje que el gasto nacional previsto para este año, o sea un 22%, el déficit consolidado de los 24 distritos podría rondar los $97.000 millones o el 1% del PBI.

En esta hipótesis de “prudencia” fiscal como dice el economista, el déficit sería menor al 1,3% del PBI que se habría registrado en 2016.

Pero, si por otro lado se utiliza la hipótesis de los "desconfiados" y el gasto se expandiera al 25% el déficit total ya redondearía $140.000 millones y sería mayor al de 2016, representando 1,4% del producto.

Por ahora, demasiadas dudas en torno a las jurisdicciones que se trasladarán al costo de endeudamiento de cada emisor.