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Para Aguad, el sector de telecomunicaciones deberí­a triplicar su aporte al PBI

El Ministro de Comunicaciones quiere que las inversiones en telecomunicaciones crezcan de tal manera que dupliquen su participación en el PBI en un año
23/03/2017 - 05:04hs
Para Aguad, el sector de telecomunicaciones deberí­a triplicar su aporte al PBI

"La pobreza cero es un objetivo, un camino, y además fija una matriz. Yo recuerdo que en la época de Frondizi esa matriz era pensar qué nos hacía más nación. Las decisiones que se tomaban tenían que ser con ese rumbo. Hoy ese paradigma es eliminar la pobreza, que es lo mismo que eliminar el atraso en la Argentina".

Así comienza Oscar Aguad, el ministro de Comunicaciones, su charla con iProfesional en el piso 19 del edificio de Perú al 100. Desde allí puede verse no sólo la belleza de la Ciudad de Buenos Aires hacia el río, aún en un día nublado, sino también cómo llegan las columnas de la Marcha Federal docente a Plaza de Mayo.

Son días tensos en la Capital y en el país mismo. Hay conflictos de distinto tipo, con diversos grados de visibilidad y pocos visos de resolución inmediata.

"Esto es un tema muy complejo de resolver porque la pobreza tiene que ver con múltiples factores que han hecho que la sociedad argentina estuviera muchos años en un tobogán, retrocediendo. Esto tiene que ver con el hábitat, la educación, la economía, la sanidad, las expectativas, tiene que ver con todo el desenvolvimiento de la persona dentro del conjunto social. Si alguien piensa que la pobreza se puede arreglar en un año no entiende de qué se trata".

¿Por qué el ministro de Comunicaciones habla de estos temas, aparentemente ajenos a los objetivos de su cartera? Es un hombre de la política. Y se muestra comprometido con el rol que le tocó asumir, al frente de un ministerio que tiene como misión atraer inversiones en infraestructura de telecomunicaciones. Entiende que es una de las actividades que traccionará hacia adelante. Y así lo explica.

Los actuales "son años de ir solucionando de a poco los problemas que tienen que ver con la infraestructura por un lado, con la educación por el otro. Hay que solucionar un problema que se arrastra desde hace décadas: la Argentina no produce lo que consume. Básicamente ahí está el cuello de botella", afirma.

Agrega que "en términos económicos, no producir lo que se consume significa que a la Argentina desde 1983 hasta hoy, para no ir más atrás, le faltan todos los años entre u$s15.000 y u$s20.000 millones para funcionar. Eso es, en términos reales del año pasado, $500.000 millones". Una cifra cercana al endeudamiento tomado por el Estado.

El cordobés explica que desde 1983 hasta hoy las distintas administraciones fueron financiando ese faltante de distintas maneras. "Lo que este gobierno se propone es que no haya faltante, es decir, inaugurar un tiempo de la historia, donde la Argentina empieza a producir lo que consume. Esto es salir del populismo".

-¿Que significa producir lo que se consume?

-Aumentar la calidad de la producción, la calidad de la inversión, mejorar la calidad y cantidad de puestos de trabajo. Desarrollar la infraestructura necesaria para que el sistema productivo funcione. La Argentina tiene tres sistemas muy dinámicos de la economía que son el campo, que produce divisas cada seis meses; el sector energético, que tiene un fenomenal atraso; y el de las telecomunicaciones. Este gobierno está poniendo énfasis ahí.

-El de las telecomunicaciones es su sector. ¿Cuál es su diagnóstico a esta altura?

-Este es un sector que tiene mucho atraso. Y que además invierte en comparación con los países de la región y del mundo muy poco en desarrollo tecnológico. En el ranking de las naciones, la Argentina ocupa un lugar rezagado con un 0,44% del PBI. De la manera en que hoy se están imponiendo las nuevas tecnologías, la Argentina tendría que duplicar esa cifra.

-¿En qué plazo?

-Aspiro a que la Argentina aporte entre 1 y 1,5% del PBI de inversión directa de las comunicaciones. De la manera en que estamos trabajando y con las cosas que estamos logrando hasta ahora, la Argentina tendría que alcanzar una inversión del 1% del PBI en infraestructura de telecomunicaciones.

Aguad enumera los logros alcanzados por su cartera en estos 14 meses de gestión. Y refiere a la decisión tomada por el Estado de comenzar a gestionar el espectro disponible y entregarlo a las operadoras, además de concretar el ingreso de un cuarto operador disruptivo -en relación a Clarín- sobre el que, destaca, se impondrán obligaciones de ejecutar inversiones en "zonas blancas", es decir, pueblos de menos de 1.000 habitantes donde no hay 4G o carecen, directamente, de cualquier tipo de infraestructura de Internet.

"Además de eso, vamos a entregar el espectro disponible por igual a todos los operadores. Fundamentalmente el que hay que recuperar de Airlink. Y, además, estudiar las posibilidades de bandas altas para el uso de datos de alta velocidad", prosigue el jefe de las telecomunicaciones.

El espectro de Airlink es el que le fue adjudicado en 2014 al Grupo Vila-Manzano por la gestión anterior en el marco de la licitación de 4G. Se trata de frecuencias para dar servicios 3G y 4G (bandas de 1,7-2,2, 1850 y 1900), hoy inutilizadas por estar judicializadas. Y necesarias para mejorar los servicios existentes o habilitar otros nuevos.

-¿Cuál es la situación hoy del caso Airlink?

-Soy optimista de que en el corto plazo nos devuelvan el espectro.

-¿Bajo qué condiciones, en qué plazo?

-El espectro es del Estado. Sea por instancia judicial o por acuerdo, el Estado debe recuperarlo. Estimamos a fin de año.

-¿Cuál es el plan para ese futuro espectro a recuperar, y con las bandas más altas?

-Licitarlo pero a cambio de fuertes inversiones. Por eso la expectativa es que el año que viene se pueda concretar un aumento significativo de las inversiones en comunicaciones en el PBI. Con las bandas más altas es el mismo objetivo. Este año vamos a hacer una prueba de 5G con Nokia. Aun no sabemos en qué banda. Además, vamos a contratar a un equipo de expertos en espectro y en economía digital que va a encabezar Raúl Katz y eso nos va a permitir tener un horizonte con muchas certezas de lo que estamos haciendo.

Raúl Katz es profesor e investigador de la Universidad de Columbia, y un referente internacional en los temas vinculados con la digitalización. Su tarea se concentrará en buscar las mejores formas de impulsar el despliegue de infraestructura de telecomunicaciones en el país.

"Y además entrenar a las empresas para que hagan la mejor utilización de la herramienta que mejora la productividad del país. Ahí cerramos un círculo", asevera Aguad.

"Una de las claves para combatir la pobreza y para que el país produzca lo que consume es mejorar la productividad. Las telecomunicaciones y las nuevas tecnologías bien utilizadas permiten producir con menor recursos económicos más bienes en menos tiempo con menos energía y más barato. Y hay otros sectores donde el presidente está poniendo énfasis para mejorar la productividad: el sector energético, con Vaca Muerta, y el automotriz. En todos los casos apunta a mejorar la productividad del país -sigue el ministro-. Esto se va a hacer sector por sector. Esto es el cambio. El cambio es parar ese tránsito en tobogán de la Argentina desde hace décadas para que el país comience a crecer y desarrollarse".

-La industria de la energía demanda tiempos más largos que las telcos, y hasta los referentes del sector automotriz, que apoyan el pacto reciente, también advierten que faltan más acuerdos para que esa productividad esperada se ponga en marcha y ubican eso recién para 2019 ...

-Es que esos son los tiempos ...

-¿Pero cómo van a manejar eso, cuando la Argentina está acostumbrada al corto plazo? En la Argentina todas las medidas son de corto plazo.

-Ese es el populismo. El populismo es corto plazo. El combate es contra el corto plazo.

-Además de estas medidas hay que manejar los tiempos de las urgencias y de las expectativas, ¿cómo se trabaja en el medio para enfrentar esto? Hay cosas que se ven en la macro pero no se perciben en el bolsillo ni en las expectativas.

-Este tema amerita un gran cambio en los sectores sindicales, donde se debe entender que hoy la lucha no es sólo por salarios y condiciones laborales, sino que tiene que haber un compromiso por mejorar las condiciones de los sectores. Porque esto va a mejorar la calidad del trabajo y la remuneración.

El mundo cambió y también quienes representan a los trabajadores. Este cambio al que algunos sectores se oponen y otros le tienen miedo significa un cambio cultural que tiene que ver con nuevos paradigmas mundiales. Hoy la productividad es la clave para el desarrollo de los países. Las naciones asiáticas, que han entendido eso, están sacando ventajas a Occidente en la producción de manufacturas, y esto se refleja en la crisis de los países desarrollados. El desafío de Occidente es cómo igualar la productividad de ellos con un costo mucho mejor.

Este gobierno, con mucha sensibilidad, entendió que este cambio no podía hacerse dejando a 12 millones de personas en el camino. Esto significa achicar el déficit fiscal para mejorar la productividad de la que hablamos, y tiene que hacerse gradualmente. Para que los más pobres no sufran las consecuencias. Por eso es fundamental que los tres sectores más dinámicos de la economía produzcan resultados rápidamente. Esto ya se está viendo. Se ha evitado la crisis y se ha parado la tendencia descendente. Y el Gobierno está poniendo un gran énfasis en el sistema educativo que es la base para que el hombre se pueda incorporar a los nuevos desafíos de la modernidad.

-Es un año de elecciones y el ambiente es complejo. ¿Cómo impactará un resultado adverso en octubre a esta iniciativa, cómo va a seguir el plan? ¿Y si el resultado fuera favorable qué cosas se acelerarían?

-Este esfuerzo de cambio no lo hace un gobierno. El cambio lo hace la sociedad. Y la sociedad que quiere cambiar nos va a acompañar. Pero hay que tener en cuenta y hay que estar alerta porque el populismo no se quiere replegar. Hay sectores que quieren que el cambio fracase y otros que le tienen miedo. Pero en la medida en que se profundicen las medidas que se están tomando y haya resultados, no hay dudas de que el grueso de la sociedad argentina va a apoyar la tarea de transformación que estamos encarando. Si eso no fuera así, el destino de la Argentina es seguir por el tobogán y aumentará la pobreza. Por eso el gran desafío es que la gente visualice lo que se está haciendo, que el cambio que se votó está en marcha, que los resultados de la transformación no son de un día para el otro. Porque no veníamos de una meseta, sino de una situación que podía derivar en una monumental crisis socioeconómica que se evitó. Y eso llevó casi un año.

-¿Va a estar los cuatro años al frente del Ministerio?

-Yo formo parte de un equipo y lo dirige el Presidente. Yo estoy a disposición de él.

-¿Y su deseo cuál es?

-Creo que en este año y cuatro meses se ha hecho mucho en el sector, y la verdad es que estoy conforme con lo hecho. Pero no estoy conforme con los resultados.

-¿Particularmente con qué?

-Con las comunicaciones sobre todo en el interior, que siguen siendo inestables. Ese es un desafío del sector público y del sector privado. Nosotros generando condiciones, el sector privado invirtiendo. Teniendo en cuenta el mundo que viene, fue un gran acierto del presidente Macri crear este ministerio. Porque entendió el desafío que significa el uso de las tecnologías para el desarrollo humano y para el futuro de la economía argentina.

-Mencionó la ley que, se descuenta, estará a tono con las resoluciones de este año. Hay otros temas, como el impositivo, involucrado con la productividad. ¿Se está evaluando una reforma impositiva para el sector?

-Para toda la economía. Que el país no produzca lo que consuma tiene consecuencias en todos los órdenes, entre ellos, el sistema impositivo que le quita rentabilidad a las empresas. Porque la presión impositiva es altísima en la Argentina y lo único que permite financiar el enorme déficit ocasionado por la falta de actividad económica, por la creciente pobreza que ha habido en el país, para atender a segmentos postergados.

-¿Cómo se buscará un esquema impositivo que beneficie a los sectores productivos y se genere el dinero con el que funciona el Estado?

-Gradualismo significa ir haciéndolo de a poco. La experiencia de este Gobierno con el sector agropecuario es extraordinaria. Porque al quitarles las trabas para producir y que le impedía tener rentabilidad hizo que explotaran inversiones y que ocurriera que este año vaya a haber un récord absoluto de cosecha de granos, de más de 130 millones de toneladas. Pero además, es producto de las políticas. Es un sector que depende de los precios internacionales, que no fijamos nosotros. Por eso el país no puede seguir perdiendo tiempo. En el sector energético el barril llegó a costar u$s150 y se desaprovechó una oportunidad extraordinaria para que el precio de las commoditties permitiera el desarrollo de la Argentina.

Para ponerlo en números, por cada dos puestos de trabajo que vendemos al mundo a través de nuestros productos, compramos 25 puestos de importación. Ahí está el subdesarrollo. Esa es la pobreza. Revertir esto es el desafío de pobreza cero. Eso requiere inversión directa de cerca de 25% del PBI.

-Sin embargo, se asegura que este Gobierno peca de poca muñeca política para manejar la cosa pública.

-Falso.

-¿Cómo es entonces?

-¿Cómo hemos hecho para sacar las leyes que hemos sacado y los acuerdos que hemos alcanzado? ¿Cómo hacemos para llegar a los acuerdos alcanzados con los gobernadores? En las provincias están trabajando muy eficientemente.

-Pero se están endeudando mucho también...

-Es que no hay manera de desarrollar el país sin crédito. La Argentina no tiene capitales para desarrollarse. Es una de las claves: no hay ahorro interno. Consecuentemente no hay posibilidades de que ese ahorro interno facilite el desarrollo del país. Se necesita de la asistencia y del crédito extranjero. Eso de vivir con lo nuestro es de una torpeza adolescente del anterior ministro de Economía o de la anterior presidenta. Vivir con lo nuestro tiró a la gente a la pobreza.

-Usted viene de un partido que sabe lo que es estar en el barro político, lo que es gestionar provincias como Córdoba o negociar en el Congreso... ¿Le está faltando esto al Gobierno?

-No es falta de cintura política, la política está cambiando. Y este Fobierno se está adaptando a las nuevas formas de hacer política. Es cierto que hay sectores que ponen palos en la rueda y hay otros que quieren desestabilizar al Gobierno. Pero esas son las reglas del sistema. No hay que tenerle miedo a eso. Lo importante es no perder la vocación de cambio de la sociedad argentina. Eso es hacer política. La política es una herramienta para construir poder y transformar. Si nosotros logramos la transformación que se busca será el Gobierno que mejor uso hizo de la política en la historia del país. Es una herramienta para construir poder y es el poder el que busca las transformaciones. Lo importante sería es que se construya una alternativa, que es una obligación también de esta gestión, no destruir las alternativas porque todo tiene finitud.

-¿El radicalismo debería tener más espacio en este Gobierno?

-Tiene espacios y muy importantes. Creo que habría que terminar con esa visión. Esto comenzó siendo una convergencia de partidos pero la actual situación puede convertir a Cambiemos en la tercera posición política que haya gobernado la Argentina. Para mí esta posición se está consolidando. Y esta convergencia va rumbo a convertirse en una expresión política orgánica. Todo esto tiene que ver con el liderazgo del presidente Macri.

Aguad vuelve a poner el foco en su área. Y cuenta que "en materia de infraestructura tenemos un acuerdo con el Ministerio del Interior que recién se está poniendo en marcha. En todos los pueblos está haciendo obras de aguas, cloacas y nosotros vamos a poner en colaboración con los municipios fibra óptica para llegar al hogar. Esto implicará el compromiso de los intendentes de que estas redes tienen que ser arrendadas a terceros en igualdad de condiciones.

-¿La red será del Estado nacional?

-La construyen Nación, provincias y municipios. La va a administrar el municipio para uso privado. Arsat le va a dejar la fibra en la puerta del pueblo. Y alcanzará a las ciudades más alejadas, con más dificultades, de menos de 5.000 habitantes. Y tendrá que estar lista en 2019.

-¿Con qué inversión?

-No sé los detalles porque la realiza Interior. El gran gasto lo está haciendo Arsat. Está desplegando fibra en todo el país. Ya llevamos 179 pueblos de menos de 800 habitantes conectados a la fibra óptica. Tenemos que completar este año unos 600 pueblos más para llegar a los 1.200 el año que viene. Y luego otro plan para cubrir al resto del país. Arsat además está conectando a 200 escuelas rurales del norte. Y hoy arranca otro plan para conectar a 800 escuelas rurales de la Patagonia.

-¿A qué velocidad conectarán a esas escuelas?

-Entre dos y tres megas.

-Eso es baja velocidad...

-Claro que es poco pero antes no tenían nada. Lo que pasa es que hay que combinar con distintas tecnologías y se llega con lo que se puede. El camino que va a Vaca Muerta, tiene escuelas en parajes con antenas que se alimentan con paneles solares. Son tres megas que no son para entretenimiento, son para educación. Esto se complementa con la tecnología satelital KA y va a mejorar la velocidad de internet. El Arsat III brindará banda KA.

-¿Ya está el plan para fabricar el Arsat III?

-Estamos en el proceso. No hemos tomado la decisión final pero estamos en proceso. No se ha abandonado la idea de tener un tercer satélite. Pero pueden haber satélites privados que quieran brindar servicios con esa banda en la Argentina. La idea es que a finales de 2019 la Argentina tenga el 70% de su población con acceso a banda ancha, con velocidad promedio de 10 MB.

-¿Qué está pasando con las demandas de los prestadores más chicos que quieren frecuencias, licencias, para ingresar en telefonía móvil bajo distintas figuras?

-Una cosa es facilitar espectro para el desarrollo de la infraestructura; otras, las reglas del juego. Estamos creando reglas de juego que le den una gran previsibilidad al sector, previsibilidad que no tenía. Estamos terminando de redactar la ley de convergencia. Será un marco regulatorio muy importante para el desarrollo futuro de las tecnologías en la Argentina y estamos dictando normas regulatorias. Y destaco el gran trabajo que está realizando el presidente del Enacom, Miguel de Godoy, y el directorio en la aplicación de normas y de controles para que los operadores tengan un marco adecuado y además cumplan con las obligaciones que han contraído con el Estado.

-Lo más interesante aún no empezó ...

-Recién estamos en el trabajo previo, en los cimientos de lo que queremos hacer.

-Y las demandas de los chicos que quieren entrar al negocio móvil?

-La reglamentación de los operadores móviles virtuales va a ser fundamental para su desarrollo. En lo demás, auspiciamos a las Pyme y cooperativas porque son las que llegan a donde otras no lo hacen. El sector no son las grandes empresas. Este sector genera en forma directa e indirecta 190.000 puestos de trabajo. Esto es entre grandes y chicos. Su actividad económica es de 35.000 millones al año. Es muy importante para la vida del país.

-¿Será posible verlas con frecuencias?

-Es probable

-¿De qué depende?

-En lo que comenté. De que cerremos los acuerdos que estamos haciendo para el despliegue de infraestructura, resolver la banda de 700 y recuperar el espectro de Airlink.