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Las redes fueron instrumentos centrales para la difusión de proclamas y la movilización del 1A y la coordinación de las acciones contra la huelga de la CGT
17/04/2017 - 12:15hs

Un choque real y virtual de épocas. Por un lado, el “movimiento obrero”, los sindicatos hegemonizados desde hace décadas por una casta de dirigentes gremiales, que se autodefine como la “columna vertebral” del peronismo y que recurre a la dinámica de protestas en las calles y en los lugares de trabajo para conseguir sus fines. 

Por el otro, miles de votantes y simpatizantes del macrismo que salieron a confrontar con esos sindicalistas y con el kirchnerismo entre marzo y abril en redes sociales como Facebook y Twitter, y que recurrieron a esos espacios y a WhatsApp para organizarse y salir el 1 de abril a las avenidas de las grandes ciudades para expresar su apoyo al oficialismo.

Los viejos caciques sindicales peronistas se vieron enfrentados por manifestantes autoconvocados, quienes luego de salir a la calle el primer sábado de este mes se organizaron para saltear el paro nacional convocado por la CGT el 6 de abril.

Antes y durante la huelga, el cineasta Juan José Campanella estuvo en el exterior, desde donde impulsó la resistencia virtual contra el paro.  Unas horas antes de que se iniciara la medida de fuerza, preguntó cuál sería el nivel de adhesión al paro si hubiera transporte público de pasajeros. 

"Un respetuoso desafío a la CGT: "¿Si hubiera transportes a ver cuál sería el verdadero acatamiento al paro? Ya sé, no sé nada de política", escribió el director de la película “El secreto de sus ojos” con ironía.

Uno de los triunviros de la conducción de la CGT, Héctor Daer, tuvo que salir a replicarle en una conferencia de prensa en medio del paro: “Campanella está mirando la película equivocada”.

Otro dato de cómo la tecnología se cuela en medio de la puja entre el Gobierno y los sindicatos: alguien con un teléfono móvil grabó la asamblea del Sindicato de Peones de Taxis, cuando el líder de ese gremio, Omar Viviani, anunció su amenaza de “dar vuelta los coches”. La bravata del sindicalista fue utilizada por el Gobierno y sus seguidores para reforzar su campaña contra la huelga.

La marcha del 1 de abril tuvo un respaldo tímido por parte del Gobierno, y le insufló autoestima al oficialismo, como se comprobó en los discursos de Mauricio Macri en los días siguientes a esas manifestaciones.

Los protagonistas de esta “columna vertebral” virtual del macrismo se autoconvocaron a través de grupos en Facebook y WhatsApp.  Y ante el éxito conseguido repitieron la estrategia en la víspera del primer paro nacional convocado por la CGT contra Macri.

Por ejemplo, el primer jueves de abril, estos sectores afines al oficialismo se expresaron en Twitter con las etiquetas (“hashtags”) #YoNoParo y #YoNoParoEl6

Las frases, acompañadas por mensajes de apoyo a Macri, críticas al gremialismo peronista y fotos de la movilización del 1A inundaron la red social hasta convertirse en una de las principales tendencias mundiales (“trending topic”).

La aplicación “hashtracking”, que monitorea la llegada de los hashtags, indicó que #YoNoParo tuvo un alcance de 2,5 millones de cuentas y que #YoNoParoel6 fue visto por casi 2 millones de cuentas.

Twitter, Facebook y WhatsApp también funcionaron como plataforma de organizació0n para quienes no podían ir a trabajar, por ejemplo ofreciendo sus vehículos para llevar a quienes no los tienen, más allá de aplicaciones como Uber, Cabify o Easy Taxi.

La movida contó con el apoyo de figuras del Gobierno, como la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, quien publicó en Twitter: “Porque el país crece trabajando, y porque le tenemos que dar lucha a las mafias. #YoNoParoEl6”.

Instrumento de movilizaciónAugusto Reina es politólogo, consultor político y director de la consultora Doserre. Ante iProfesional recordó que se habían visto “amplías movilizaciones convocadas por redes sociales en años anteriores”. 

Sin embargo, resaltó que “lo más relevante de las últimas movilizaciones no es solo el uso de las TIC para comunicarse sino, y aún más importante, para coordinarse activamente. Las redes han sido instrumentos centrales de las movilizaciones, pero no solo para la difusión de sus proclamas o la movilización de las bases sino la coordinación de las acciones”.

Martin Güemes es secretario de Modernización de la Municipalidad de Salta, que encabeza el intendente Gustavo Sáenz, ex compañero de la fórmula presidencial que encabezó Sergio Massa en 2015.

Desde la capital norteña afirmó ante iProfesional que “hoy es innegable la relevancia que tienen las redes sociales en la esfera pública y particularmente en la política. El 1A no fue la excepción. La información, mensajes y convocatorias corren como reguero de pólvora por las redes. El desafío de los espacios partidarios es convertir la intención que se manifiesta en un clic en participación territorial y persuasión cara a cara”.

El funcionario salteño resaltó también que “los medios masivos de comunicación tradicionales cumplieron un rol muy relevante amplificando la convocatoria y potenciándola”.

Espacios espontáneos y no tanto

¿El uso de estas herramientas fue espontáneo o impulsado desde el Gobierno nacional en el caso de la “Marcha por la democracia”?  Desde una posición gubernamental, Güemes recordó que “hay pocos procesos espontáneos en política y no está mal que así sea. Lo importante es que pensamientos, ideas y sentimientos tengan espacios para expresarse y manifestarse en paz. Igualmente, hay que decir que el carácter de espontaneidad sí fue un tema instalado desde el Gobierno, para marcar diferencias con las convocatorias de otros espacios políticos, especialmente con la dirigencia gremial y el peronismo”.

Para Reina, “el impulso es múltiple y difuso. Tiene centros de gravedad cercanos al poder pero van más allá de las instituciones o partidos políticos”. 

Según este consultor, “lo original es que no tienen ropaje institucional ni sello partidario explicito. Se generan convocatorias con múltiples focos de activación, no dirigidos por un solo grupo movilizador. Esto contrasta con las tradicionales movilizaciones auspiciadas desde partidos políticos, sindicatos, asociaciones empresarias o alguna otra institución pública relevante”.

En cuanto al lugar que ocupan hoy Facebook y Twitter y WhatsApp en la comunicación política, Reina compartió esta descripción:

- Facebook continúa siendo una red multimercado, la más transversal y masiva. Es la puerta de entrada de la política al mundo digital”.

- “Twitter está cada vez más anclada en un nicho de líderes de opinión y en franca caída”. 

“Digamos que ambos ya son ‘commodities’ para la comunicación política”, afirmó el consultor, para quien “la innovación hoy no solo es llegar a las nuevas redes, como Instagram que ya ha superado a Twitter, sino en encontrar la forma de generar contenidos innovadores que rompan la barrera tradicional”. 

Espacios no registrables¿Qué se viene entonces? “La próxima etapa está en que los contenidos se difundan en el llamado ‘dark social’. Se le llama así al contenido que se comparten sin capacidad de ser medido o ‘trackeados’ por las analíticas clásicas de la web, en contraste con un ‘posteo’ de Facebook o Twitter”, respondió Reina.

Por ejemplo, la conversación pública que se da vía correo electrónico o en aplicaciones de mensajería instantánea como WhatsApp o Telegram.

Para tomar dimensión del fenómeno, la última investigación de la consultora RadiumOne mostró que el 84% de los contenidos que se comparte en formato digital sucede en canales por fuera de plataformas comerciales que permitan “trackear” al usuario. “Eso ha dado la pauta de que el próximo salto evolutivo está allí”, señaló Reina.

Desde Salta, Güemes reconoció que estas herramientas y plataformas telemáticas “ocupan un lugar muy importante, pero no puede existir de ninguna manera una estrategia de redes aislada de los medios masivos de comunicación y del despliegue territorial. Ambos, medios tradicionales y territorio, siguen siendo variables definitorias que pueden construirse y potenciarse desde las redes sociales”.

Según Reina, “ahora las redes sociales son la pareja ideal de las campañas en territorio. Hace unos años se discutía a los dos canales de comunicación como si fueran el agua y el aceite. Hoy son la pareja perfecta. Como también ahora volvemos a enfocarnos en la conversación privada, no tan medible, del dark social. Que a su vez tiene mucha familiaridad con una conversación telefónica tradicional o los chats grupales tan comunes en los orígenes de Internet”. 

“Creo que el impacto se verá, principalmente, en la generación de contenido diferencial sólo para estas redes como WhatsApp o Telegram. Incluso se podrá empezar a probar con bots de respuesta automática que ya están instrumentando algunos gobiernos y empresas”, vaticinó.

Reina concluyó que “la innovación ciudadana fuerza a la política. En este ámbito, las instituciones políticas corren bastante detrás de los cambios sociales. La revolución digital ya llegó y no va a esperar a los gobiernos o a los partidos para seguir adelante. El tema es que la asimilación de este proceso es asimétrica en cada partido o institución”.

Vínculo con el mundo real

Güemes advirtió que “los candidatos que no tengan en cuenta estas plataformas y aplicaciones, en elecciones nacionales o en distritos grandes, difícilmente puedan ganar. Lo mismo le sucederá a quienes las quieran aplicar sin articularlas con la importancia del cara a cara, el territorio y los medios tradicionales de comunicación”.

También afirmó que “las posiciones públicas de adhesión-rechazo no dependen especialmente de las herramientas. Se construyen gobernando bien y comunicando bien; transmitiendo ideas fuerza con adherencia social; con conceptos de impacto; y/o con atributos de personalidad e imagen positiva de los dirigentes. Tendiendo algunas de estas variables estratégicas definidas y fortalecidas, recién se puede comenzar a pensar en el terreno de las herramientas. Una idea disparatada, por más viral que sea, no va a lograr adhesión".  

En ese sentido, el secretario de Modernización salteño sostuvo que “los cambios en la política lo producen las personas y sus ideas. La división esquemática y reduccionista entre sociedad y partidos o movilizaciones y gobiernos, es un mensaje romántico que se quiere instalar para alentar la participación en la esfera pública de segmentos de la ciudadanía que no estaban acostumbrados a las movilizaciones y que no se sentían representados con los movimientos populares que hasta hace muy poco eran los dueños de las plazas. Se busca con ello movilizar despolitizando, animando a quienes hasta hace poco eran parte de una ciudadanía anti política”.

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