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Macri, en "modo peronista": anunció el plan empalme, cruzó a la CGT y hasta relanzó su propia pata sindical
02/05/2017 - 10:43hs

Mauricio Macri se metió de lleno en la interna sindical al cerrar este lunes en el estadio de Ferrocarril Oeste uno de los seis actos que hubo por el 1° de Mayo.

Rodeado de algunos de sus ministros y de sindicalistas aliados, el Presidente anunció el “sistema de empalme”, desafió a la “patota” y se mostró más peronista que nunca, en una jornada cargada de cruces y hasta de amenazas.

"Todos los que tengan planes pueden entrar a trabajar sin perderlos", anticipó Macri. Y añadió: "Estamos hablando de cientos de miles de argentinos".

Así se refirió al programa que apunta a que las empresas empleen a beneficiarios de planes sociales a cambio de subsidios estatales. Ahora se espera que este martes la medida sea publicada en el Boletín Oficial.

Con el anuncio, el jefe de Estado retomó la iniciativa en materia de empleo y trató de contrarrestar los cuestionamientos que se escucharon más temprano en los actos convocados de manera separada por la CGT, las dos CTA, el Frente de Izquierda, el “triunvirato piquetero”, y otros grupos de izquierda.

"¡Vamos a crear trabajo para todos los argentinos!", prometió Macri, que además sostuvo que desde agosto pasado se generaron 82.000 nuevos puestos de empleo formal, aunque esa cifra -aclaró- "es sólo el comienzo, necesitamos ponerle un cero más".

Lo más significativo de la jornada, sin embargo, fue la señal que envió Macri con su aparición en el acto organizado por las 62 organizaciones que lidera Gerónimo “Momo” Venegas.

Es la primera vez que un mandatario que no proviene del peronismo participa del Día Internacional de los Trabajadores. Además, se esforzó sobremanera por mostrarse a tono con su público, que lo recibió con bombos y una pantalla en la que se podía leer “Peronismo Cambiemos”.

"Un señor dijo hace muchos años que la estrella polar de un país tiene que ser la productividad. Ese señor fue Juan Domingo Perón. Ese señor dijo que cada argentino tiene que producir lo mismo que consume y nosotros lo podemos hacer, ¿no es cierto? Y podemos hacer mucho más que eso", aseguró en el estadio de Caballito.

Junto al mandatario que fue presentado como “compañero” estaba en el palco el ministro de Trabajo, Jorge Triaca; su par de Seguridad, Patricia Bullrich; el de Modernización, Andrés Ibarra; el del Transporte Guillermo Dietrich. Así, el acto organizado por el sindicalismo aliado, sirvió como plataforma para el relanzamiento de la “pata sindical-peronista” de Cambiemos.

El Gobierno decidió profundizar esa veta no tan explotada de su espacio político como parte de su estrategia para dividir al sindicalismo.

Una línea de acción que incluye la apertura de mesas sectoriales: Macri elogió ayer el caso de los petroleros en Vaca Muerta, el del sector automotriz para producir 1 millón de autos y el acuerdo de la construcción para construir 100.000 viviendas. A estas se sumarán otras, como la de la industria electrónica o la de motos

Pese a la tranquilidad que reinó en la jornada, no faltaron las acusaciones cruzadas.

En Obras Sanitarias, donde la CGT realizó su acto por la mañana, aparecieron carteles firmados por la Juventud Sindical con un fuerte mensaje para “Momo” Venegas.

Traidor, te va a pasar lo mismo que a Vandor”, rezaba el afiche. En tanto, Pablo Moyano consideró "vergonzoso que algunos dirigentes lleven a sus propios trabajadores a aplaudir a Macri”, en clara referencia Venegas.

Más temprano, el jefe de los peones rurales había calificado de “mamarracho” la actividad organizada por sus pares de Azopardo y recordó que el secretario adjunto de los Camioneros había hecho actos en 9 de Julio “al lado de Cristina”.

La pelea se remonta al año pasado, cuando el sindicalista impugnó el Congreso Confederal que se realizó el 22 de agosto de 2016, donde se unificaron las tres CGT y quedó conformado el triunvirato a cargo de Juan Carlos Schmid (Dragado), Carlos Acuña (Estaciones de Servicios) y Héctor Daer (Sanidad).

Lejos de ubicarse en un lugar neutral, Macri se posicionó en la interna y volvió a disparar contra la “mafia sindical”.

"No va mas el país de la ventajita, el país de la patota, con comportamientos mafiosos; la Argentina es de todos los argentinos y no me voy a bancar a ninguno que nos quiera llevar por delante porque yo estoy acá por ustedes, no para defender a ningun mafioso", dijo en su momento más encendido.

1° de mayo exprésA diferencia del año pasado, cuando la CGT convocó a un acto multitudinario frente a Ingeniería, este lunes lo que hubo fue un mitín exprés en Obras Sanitarias, que comenzó a las 11 y concluyó a las 11.25.

Fue un acto con concurrencia reducida y de acceso limitado, en el que el triunviro Juan Carlos Schmid fue el único orador y se privilegió evitar eventuales choques entre los gremios.

El portuario, que responde al moyanismo, tildó al Gobierno de "indiferente", llamó a estar a la altura de "este momento histórico", habló del "crecimiento galopante del precio de la canasta básica" y pidió un rotundo cambio de rumbo.

En el palco lo acompañaba Héctor Daer y Carlos Acuña, los otros dos integrantes del triunvirato, delante de un mural con la frase “1 de Mayo, Perón vuelve”.

"¿Cómo carajo vamos a hacer para que millones de argentinos se sientan respetados?. Necesitamos los derechos que se sienten en el bolsillo. Este es el círculo maldito que tiene que romper la CGT. Más allá de lo que dicen, la CGT es parte de la solución", disparó Schmid en su breve discurso. Desde abajo lo escuchaba con atención, en primera fila, el dirigente camionero Hugo Moyano.

El triunviro advirtió que "media población tiene dificultades para llegar a fin de mes" y señaló que “el Gobierno ha puesto en marcha un trazado económico que ninguno de nosotros comparte”. Asimismo, afirmó que “los problemas se resuelven con el diálogo, nunca con los palos” y apuntó contra la ministra de Seguridad, Patricia Bulrich.

Pero evitó anunciar medidas de fuerza. De ese modo, ratificó la orientación definida por la cúpula sindical en la anteúltima reunión de Consejo Directivo, en la que se impuso la visión mayoritaria de discontinar el paro general del 6 de abril por la cercanía de las elecciones y las paritarias pendientes. En cambio, Camioneros y Bancarios en la previa al acto reclamaron medidas de lucha y se quejaron de quienes quieren “dar más tiempo”.

"Por ser prudentes recibimos ataques por derecha y por izquierda", reconoció Schmid en Obras Sanitarias.

No faltó tampoco la guerra de cánticos y bombos entre el grupo de la Uocra y el de Camioneros. A tal punto que el dueño de casa, José Luis Lingeri, tuvo que intervenir: "No estamos en una puja de organizaciones gremiales sino para honrar al movimiento obrero".

En el escenario estuvieron además el líder de Camioneros y secretario general de la CGT, Pablo Moyano; de Obras Sanitarias José Luis Lingeri; de Panaderos, Abel Frutos; del Sindicato del Seguro y Secretario de Prensa y Comunicación de la CGT, Jorge Solá; de los Judiciales, Julio Piumato; y de los Canillitas, Omar Plaini.

En tanto, las dos CTA, lideradas por Hugo Yasky y Pablo Micheli, realizaron un acto frente al Congreso en el que formularon fuertes críticas contra el Gobierno, convocaron a una segunda marcha federal para el 20 de junio y prometieron la reunificación de las dos centrales para el año próximo.

El titular de la central kirchnerista, el docente Hugo Yasky, explicó que el mensaje del 1 de Mayo era “para demandar paritarias libres, para decirle a este Gobierno de la clase dominante, empresaria, que los trabajadores vamos a defender los convenios colectivos, el salario digno. Que eso no se entrega, que nadie está de rodillas, que no hay bandera blanca, que esta batalla va a continuar".

La CTA Autónoma, que lidera Micheli, también marchó hacia el Monumento al Trabajo, que se encuentra en Paseo Colón e Independencia-, junto a Barrios de Pie, la Corriente Clasista y Combativa y la Confederación de los Trabajadores de la Economía Popular para denunciar.

Al igual que los últimos años, el Frente de Izquierda se reunió en Plaza de Mayo, donde estimaron que más de 10.000 personas participaron del acto junto al "sindicalismo combativo". Allí criticaron el “ajuste” pero también a la CGT, a la que le exigieron un paro nacional.

“Qué contraste entre el acto encapsulado de la CGT para cancelar la lucha con este Plaza multitudinaria que abre las compuertas para la lucha de los trabajadores y un paro de 36 horas”, reflexionó Néstor Pitrola.

El dirigente además llamó a apoyar a la lista Multicolor que busca arrebatarle la conducción del Suteba a Roberto Baradel y destacó la huelga en Brasil del viernes pasado contra la reforma laboral de Michel Temer.

Detalles del planEl plan "empalme" anunciado este lunes por el Presidente permitirá a quienes cobran un plan social del Estado incorporarlo al sueldo una vez que efectivamente consigan empleo, sin que esto signifique una erogación para el sector empresario.

Así, si un trabajador cobra un subsidio -por cualquier programa asistencial- y tiene la oportunidad de encontrar un empleo en el sector privado, el empleador se inscribe en el sistema de "empalme". De este modo, el monto del subsidio va en forma directa a cuenta del salario neto, por 24 meses.

La iniciativa comenzará con los planes asistenciales a cargo del Ministerio de Trabajo, que serían unos 280.000. Entre ellos, figuran Argentina Trabaja, Más y Mejor Trabajo, Construir Empleo. Se trata, en casi todos los casos, de ayudas económicas que llegan hasta los 4.000 pesos.

El monto del beneficio, al ser redirigido a la empresa, facilitaría el ingreso del beneficiario al mercado formal. El Estado, de esta manera, buscasubsidiar al sector privado, con el pago de una parte del salario convencional mientras dure la prestación social.

El ministro de Trabajo explicó que si una firma contrata a un beneficiario del Plan Argentina Trabaja con un sueldo neto de $12.000, durante dos años el Estado le pagará a esa compañía el monto de ese plan, que hoy equivale a $4.030 por mes.

La idea es que la industria de la construcción, la textil y el sector rural sean las primeras actividades en sumarse a esta suerte de blanqueo laboral.

Con todo, hay dudas sobre la efectividad de la medida. Es que, más allá de las cuestiones técnicas, resta por ver si las empresas aceptarán tomar nuevos trabajadores en un contexto en el que la actividad todavía no termina de recuperarse, lo mismo que el consumo y la inversión.