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La alícuota que cobraba era del 7%, lo que impactaba en un 1,8% sobre el rendimiento que obtienen los bancos al colocar su dinero en pases
02/06/2017 - 11:14hs

La tasa de política que define el Banco Central, en su objetivo para controlar la inflación, empezará a ser sensiblemente más atractiva a partir de ahora: la Ciudad de Buenos Aires decidió eliminar el impuesto que afectaba a las operaciones de "pases", el instrumento de referencia que hoy usa Federico Sturzenegger para absorber pesos de la economía, y el rendimiento efectivo que ofrece a los bancos aumentará así del 23,70% actual al 25,5 por ciento.

El cambio fue convertido en ley por la Legislatura porteña, con 37 votos a favor (principalmente del bloque de Cambiemos), y a pedido del Banco Central. La alícuota que cobraba el Gobierno de la Ciudad era del 7% por Ingresos Brutos, lo que impactaba en un 1,8% sobre el rendimiento que obtienen los bancos al colocar su dinero en pases. 

Así, la tasa nominal que hoy es del 25,5%, quedaba reducida finalmente a sólo un 23,70% para los inversores. En los hechos, este impuesto significaba una seria distorsión para la política del BCRA porque desalentaba a los bancos a tomar el instrumento y optar por las Lebac. Ahora, el valor efectivo de la tasa de interés nominal será de 25,5% anual, prácticamente el mismo nivel en el que se encuentra el rendimiento de las letras de deuda.

La iniciativa, enviada a la Legislatura por la secretaría de Hacienda, que preside Martín Mura, significará una mejora en el retorno que percibirán los bancos al optar por los instrumentos del BCRA y un alivio en los esfuerzos que debe hacer la institución para pelear contra la inflación.

El organismo había perdido con este impuesto algo de efectividad en el mensaje que pretende enviar al mercado cada vez que decide su tasa de política monetaria. El 25,5% actual es un rendimiento al menos 7 puntos porcentuales más alto que la inflación esperada por el mercado para los próximos doce meses (18%).

"El propósito es igualar esta condición con la de otras herramientas de política monetaria, eliminando las distorsiones que impactan sobre su costo", explicó Mura. "Esta equiparación obedece a la decisión de la autoridad monetaria de utilizar la tasa de pases como referencia para el régimen de metas de inflación, con el fin de inducir una baja sistemática de ese indicador, clave para la recuperación económica y social del país", completó.

Para el Gobierno de la Ciudad no habrá prácticamente impacto fiscal. Actualmente, el stock de "pases pasivos" asciende a los $133.000 millones. Si el stock se mantuviera en ese nivel, y se considera que la tasa de interés es del 25,5% y la alícuota se ubica en el 1,8%, los ingresos recaudados alcanzarían los $2.000 millones al año. Esto significa $160 millones al mes para todos los distritos.

Con todo, vale aclarar que los bancos con operaciones nacionales seguirán pagando Ingresos Brutos, si bien en menor medida por la influencia del cambio introducido en la Ciudad de Buenos Aires.

En el mismo sentido, la Ciudad ya aprobó en las últimas semanas la reducción del 7% al 1,5% la carga de Ingresos Brutos para los créditos hipotecarios, lo cual repercutió ya en una baja de entre el 10% y el 15% en el valor de las cuotas.

Hoy, un grupo de legisladores de la oposición se manifestó en contra de la iniciativa. Gustavo Vera, que representa al bloque unipersonal Bien Común, advirtió que con esto la Ciudad "renuncia a su recaudación para favorecer a los bancos". Marcelo Ramal, del Frente de Izquierda, consideró que "el Banco Central está quebrado" y que esto se da porque "hay una creciente desconfianza en el Banco Central para controlar la inflación". Y Natalia Fidel, del bloque Suma, opinó que "no es justo que el alivio de la presión tributaria empiece por el sector bancario"