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Monotributistas le dan impulso al empleo, pero expertos creen que es un sí­ntoma de la precarización laboral

Monotributistas le dan impulso al empleo, pero los expertos creen que es un sí­ntoma de la precarización laboral
19/06/2017 - 10:45hs
Monotributistas le dan impulso al empleo, pero  expertos creen que es un sí­ntoma de la precarización laboral

Los últimos datos difundidos por el Ministerio de Trabajo refuerzan el entusiasmo de los funcionarios. El trabajo registrado subió en marzo 0,9% interanual, lo que representó 113.000 puestos más que en igual lapso del año pasado, y alcanzó un total de 12 millones de trabajadores. Fue el undécimo mes consecutivo de alza mensual desestacionalizada, y el impulso vino dado por el sector privado.

Al analizar las estadísticas, los especialistas consultados por iProfesional destacan los signos de mejoría y hasta detectan un cambio de tendencia, pero también advierten límites importantes para la creación de trabajo.

Esto, en un escenario en el que reaparecen indicadores desalentadores, como el reciente anuncio de la suba del desempleo en la Ciudad en el primer trimestre (9,4%), y la continuidad de los despidos y cierre de empresas.

A grandes rasgos, el panorama laboral se caracteriza por tres debilidades:

1. El tipo del empleo creado, caracterizado por la baja calidad.

2.  La lentitud del repunte en la ocupación y su disparidad al interior de la economía, donde según la actividad se contrae o crece. 

3. El efecto condicionante de variables de la economía, como el atraso cambiario y la inversión privada.

Así, el modelo ocupacional en la era macrista arroja luces y sombras, según cómo se mire.

“Si bien en la industria, cuya actividad sigue cayendo, aún se observan pérdidas de empleo, en otras actividades sí se observa una recuperación del empleo. En términos agregados, tanto la economía como el empleo crecen lentamente", aseguró a iProfesional Luz García Balcarce, economista de Ecolatina.

De lo que no hay duda, es de que las cifras recientes de Trabajo, elaboradas a partir del sistema de seguridad social (AFIP), confirman un punto de quiebre generado en la segunda mitad del año pasado. Desde entonces -coinciden los economistas-, el empleo empezó a recuperar parte de los puestos destruidos en el primer semestre de 2016, como reflejo de un tenue repunte en la actividad.

“Si uno ve el paquete total, se crea empleo poco y malo. Pero para el período mas crítico hasta acá hay una dinamica distinta, en esa segunda mitad hay un liderazgo del privado que hacía rato no crecía”, explicó a iProfesional Javier Lindemboim, titular del Centro de Estudios sobre Población, Empleo y Desarrollocentro (Ceped) en la Facultad de Ciencias Económicas (UBA).

En igual sentido, Federico Muñoz, director del estudio homónimo, consideró que “el último punto máximo del empleo formal había sido agosto de 2015. Despues vino la recesión, cayeron casi 100.000 puestos en la última parte de Cristina Kirchner y durante la gestión de Mauricio Macri hasta junio del año pasado. Pero a partir de ahí hay una recuperación”.

En el caso del sector privado, la evolución de los asalariados entre 2016 y marzo de 2017 también presenta dos dinámicas diferentes: mientras que en el primer semestre del año pasado disminuyó en cerca de 110.000 trabajadores por la ola de despidos, en los últimos 9 meses acumuló un crecimiento cercano a 108.000.Hubo una mejora, pero sin alcanzar los niveles previos.

Muñoz aseguró incluso que el último reporte de la cartera laboral rompió con la dificultad para encontrar “brotes verdes”, ya que en marzo respecto de febrero se registraron 15.300 nuevos asalariados en el sector privado; esto es importante porque representa casi la misma cantidad de empleos que se habían creado en el acumulado de los ocho meses previos (16.200). 

"Empleo M"

Pero la economía macrista también proyecta sombras sobre la escena laboral, sin mencionar la persistencia del empleo en negro.

De los datos oficiales se desprende una tendencia peculiar: el Estado ya no es el principal generador de puestos de trabajo, al menos no como en el gobierno previo, pero tampoco lo fueron las empresas, en contraste con la expectativa oficial. ¿Cómo es posible?

Las cifras son elocuentes:

-De marzo a marzo, el sector público creó 28.000 empleos; los monotributistas sociales (beneficiarios de planes), 31.000; y el rubro privado; 53.000.

-Así, los ocupados formales se repartieron casi en mitades, una sostenida por el Estado (incluyendo beneficiarios) y la otra por el mercado. De ahí surge el total de 113.000 puestos.

Pero si se descompone el empleo privado formal, la misma medición interanual muestra que sólo se registraron 2.200 asalariados.

Además, se incorporaron 8.800 en casas particulares y se perdieron 11.000 entre los autónomos. Mientras que el grueso fue aportado por los monotributistas, con 54.000 trabajadores.

¿Quiénes integran esta última categoría? Se trata de trabajadores independientes inscriptos en el Regimen del Monotributo que facturan a terceros, no tienen obra social ni jubilación y pagan impuestos en función de ciertos ingresos anuales máximos, superficie afectada a la actividad y uso de energía eléctrica.

El mayor dinamismo de este sector en los últimos años tiene dos caras. Por un lado, representa la “formalización” de trabajadores informales que ahora tienen incentivos para regularizar su situación laboral, desque que el Gobierno incorporó en abril del año pasado a los monotributistas al esquema de asignaciones familiares (por hijo, discapacidad, prenatal y ayuda escolar).

“Esto lógicamente no sólo mejora la cobertura del esquema de seguridad social, sino que además permite ampliar la base imponible y apuntalar, desde ese lado, el frente fiscal”, explicó Balcarce, quien coordina el área de Economía de Ecolatina.

Claro que además de este fenómeno, los especialistas intuyen la aparición de modalidades de empleo precarias, ya sea asalariados en relación de dependencia “encubiertos”, o bien individuos que desean incorporarse al mercado de trabajo pero, ante la baja creación de nuevos puestos, se vuelcan a empleos o “emprendimientos” propios.

Autonomos y monotributistas podrían estar indicando un aumento del emprendedurismo. Mi sensación es que tiene que ver más con cierta precarizacion”, sugirió Muñoz.

La figura de los emprendedores recibió un fuerte empuje del Gobierno en el último tiempo.

En sus conferencias suelen hablar los “unicornios” argentinos, representados por Globant, OLX, Despegar y MercadoLibre. Los “entrepreneurs” vienen a ser el ejemplo, según los funcionarios, de cómo un proyecto incubado puede convertirse en una firma líder con acciones en Wall Street.

Con todo, existe otra lectura menos optimista de la extensión del monotributo.

“Puede ser gente en relacion de dependencia que perdió el empleo”, advirtió Victor Beker, director del Centro de Estudios de la Nueva Economia de la Universidad de Belgrano.

El diagnóstico de la precarización laboral es compartido por otros economistas, como Juan Luis Bour (Fiel) y Jorge Colina (Idesa).

Más allá del caso, la emergencia de los trabajadores independientes no es nueva. Pegó el salto en 2012 con el kirchnerismo, y hoy sigue en auge aunque a menor ritmo.

“Ahora que el empleo público dejó de ser el dinamizador y que el privado no termina de repuntar, lo poco que se vuelve a dinamizar es con pequeños emprendimientos, que se expresa en monotibuto”, señaló Lindemboim.

Lento y dispar

Otro de los problemas detectados por los analistas es que el ritmo de recuperación del empleo registrado sigue siendo muy lento.

“Las tasas de crecimiento aún están lejos de los valores observados en el pasado, e incluso, en la comparación interanual, son inferiores al crecimiento poblacional”, precisó Balcarce.

En el primer trimestre de 2017, la cantidad de trabajadores aumentó 0,9% interanual, cuando se supone que la población activa se incrementa en el orden del 1% aproximadamente.

Asimismo, Lindeboim remarcó que “esta crecida anual es mas baja que las crecidas anuales desde marzo de 2012. En efecto, el promedio en el mismo mes en los últimos seis años fue del 1,2%.

En el sector privado, las cifras del empleo indican que el número de asalariados, si bien mejora en la comparación del mes a mes, en el primer trimestre de 2017 todavía se contrae en relación con el mismo período del año pasado (0,3% interanual).

“Recién en el mes de abril, el empleo privado habría mostrado una variación positiva, (+0,3%), luego de diez meses consecutivos de caída”, estimó la economista de Ecolatina.

Desde la consultora asocian el “escaso dinamismo” del sector privado con las fuertes disparidades en la economía y el parate en la industria.

Es que los sectores de mayor recuperación son los menos intensivos en mano de obra. El campo, que aumentó su nivel de empleo en el primer trimestre un 1,8% interanual, apenas representa 5% de los asalariados formales.

En cambio, la industria, con cerca del 20% de la fuerza de trabajo, exhibió una contracción de su empleo del 3,3% en igual período.

“Esta caída del empleo privado responde a la pobre performance que se observa dentro del complejo manufacturero, asociado a su vez a la apreciación del tipo de cambio y a la mayor apertura de las importaciones, que no sólo afectaron su capacidad exportable sino también la posibilidad de competir en el mercado interno con productos importados”, señaló Balcarce.

Estos factores condicionantes, sumados a la suba de la inflación impulsada por las tarifas, generan críticas en la industria.

El flamante presidente de la Unión Industrial Argentina (UIA), Miguel Acevedo, afirmó que en la actualidad hay una recuperación económica en el país que se realiza a ritmo "lento", que el valor del dólar "está atrasado" y que los despidos en el sector son "una mala señal".

Los economistas además siguen de cerca la tasa de inversión privada, que tiene un fuerte impacto sobre el empleo formal.

Según la Agencia Argentina de Inversiones y Comercio Internacional, desde el 11 de diciembre de 2015 se anunciaron públicamente 455 proyectos por u$s60.920 millones. Pero sólo se concretaron unos 34 proyectos, por u$s3.046 millones, un 5% del total.

“Si no arranca la economia, no hay inversión, y sin eso no hay mayor demanda laboral. Y de los 12 millones de empleos, 6 millones son privados, eso es lo que no se mueve”, advirtió Lindemboim.

Despidos y vacantesPese al repunte del empleo registrado, hay estudios que muestran que los despidos continuaron en el sector privado durante el primer trimestre del año.

Esa es una de las conclusiones de una encuesta realizada días atrás por la Sociedad de Estudios Laborales (SEL) entre más de 900 compañías del país, a la que tuvo acceso iProfesional.

“Entre las grandes empresas, un 14% manifiesta haber reducido sus dotaciones. Esta incidencia se sostiene en Pymes y crece al 19% en microempresas. La diferencia neta negativa se concentra en estas últimas, donde llega a 12 puntos, ya que sólo un 7% de los establecimientos de hasta 9 ocupados manifiestan haber aumentado su dotación en lo que va del año”, señaló el estudio.

A futuro, en cambio, las expectativas mejoran: un 25% de las grandes empresas esperan aumentar su dotación en lo que resta del año, porcentaje que asciende al 30% en Pymes y se ubica en el 25% en microempresas. En cuanto al perfil, las expectativas de aumento se acentúan en la base de la pirámide, en operarios y vendedores.

Las opiniones se dividen a la hora de proyectar cuándo se reactivará la generación de nuevos puestos de trabajo dentro de la compañía. Sin importar el tamaño, un 50% lo espera para 2018, mientras que la otra mitad para este año, con una marcada inclinación al segundo semestre.

Por otra parte, el 85% de las empresas demanda cambios para crear nuevo empleo:

1) un 74% pide subsidios para cubrir las cargas sociales de los nuevos trabajadores y reducción de ese mismo rubro en los ya contratados.

2) un 49%, flexibilización de la ley de contratación de personal eventual y tercerizado. 

3) y un 38%, acceso a líneas de crédito a menores tasas

La política de empleo depende en gran parte de lo que hagan las empresas. Sin embargo, sus decisiones se definirán en función de las medidas que adopte el Gobierno.

“La clave del éxito del macrismo va a venir por la capacidad de generar empleo formal en el sector privado. Ese va a ser el criterio para evaluar si hubo resultados positivos o no”, concluyó Muñoz.

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