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Presión impositiva argentina, explicada en un iPhone: sólo 1,7% de los equipos está "en regla"
05/07/2017 - 16:07hs

El reciente desembarco del emblemático teléfono iPhone generó un enorme revuelo en la Argentina. 

Es que la decisión de Apple de que este dispositivo se vuelva a comercializar en el país, le puso fin a un período de casi seis años durante los cuales los retailers oficiales no estuvieron autorizados para ofrecer este smartphone. 

El último modelo que se había vendido localmente fue el 4, allá por 2011

Sin embargo, las restricciones a las importaciones que impuso en su momento la administración kirchnerista –que trabó el ingreso mediante las DJAI o la imposibilidad de girar divisas- terminaron sellando su suerte.

Así, el popular dispositivo de Apple acaba de cumplir diez años en el mundo, pero la realidad es que la Argentina estuvo la mayor parte de ese tiempo relegada del calendario de lanzamientos. 

Por eso, la llegada del iPhone 7 supuso una suerte de "revancha", no sólo para el público "techie", sino también para los consumidores en general. 

Sucede que la mayor apertura de las importaciones y las crecientes facilidades para la entrada de tabletas, notebooks y también teléfonos, son medidas que el propio macrismo las promociona como consecuencias directas y positivas del proceso de "reinserción" de la Argentina en el mundo. 

La idea de dotar a la economía con más herramientas y a precios más bajos en el Gobierno está asociada con la meta de incrementar los niveles de competitividad de la economía en general. 

Sin embargo, en el caso de Apple, está el riesgo de que este "operativo apertura" no termine redundando en mayores ventas en la Argentina. 

De hecho, hasta el momento, el despliegue mediático por el relanzamiento oficial del iPhone en el país no estuvo acompañado por la demanda. Básicamente por la escasa oferta

Según datos de Aduana a los que accedió iProfesional: 

Entre enero y abril habían entrado a la Argentina como importaciones formales, unos 8.509 teléfonos iPhone. 

• Posteriormente, en mayo -cuando ya se habían cumplido casi dos meses desde su presentación-, los retailers oficiales que operan en el país ingresaron otros 1.940 equipos. 

• Esto da un total de 10.449 unidades para 2017.

A esta cifra hay que sumar los cerca de 7.000 teléfonos que habían sido importados durante 2016, cuando todavía el Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI) estaba en plena tarea de homologación de estos dispositivos. 

• Así las cosas, los datos de Aduana (provistos por Market Research & Technology) confirman que desde comienzos de 2016 hasta fines de mayo de este año, se importaron 17.500 iPhone nuevos mediante despachos aduaneros formales, los cuales se volcaron a la venta a través de las operadoras de telefonía celular o bien a través de los llamados "premium resellers". 

Para ponerlo en perspectiva, según la consultora Carrier & Asociados, en la actualidad están activos en la Argentina cerca de un millón de teléfonos de Apple, la gran mayoría de los cuales fueron introducidos por turistas que los compran en otros países, como Chile o Estados Unidos, o bien fueron contrabandeados

Esto implica que, aun cuando se lleguen a comercializar todos los equipos importados legalmente, el "iPhone oficial" apenas representaría un 1,75% del parque total que está en funcionamiento en la Argentina

Lógicamente, el volumen marginal que ostentan los teléfonos de Apple quedan en evidencia si se los compara contra el resto de las marcas: 

-Entre enero y mayo ingresaron –mayormente desde Tierra del Fuego- 3,8 millones de teléfonos. 

-De modo que los 10.449 dispositivos con el logo de la manzanita representaron un share de apenas 0,3%. 

-En tanto que, en divisas, los iPhone representaron una erogación de u$s6,2 millones. 

-Mientras que el parque total importado, sumó la friolera de u$s593 millones, lo que arrojó una participación del 1%.

En este contexto, el gerente comercial de una cadena de retail reconoció que el teléfono estuvo lejos de ser un boom de ventas por su elevado precio en comparación con el resto del mundo. 

Esto, en un contexto en el que miles de argentinos, en los últimos años, se fueron acostumbrando a comprar tecnología fuera del país, especialmente los que llevan el logo de la manzana. 

Además, el argumento de que se trata de un producto de nicho no tiene tanta validez a la hora de explicar la falta de éxito en la Argentina

Básicamente porque, desde su lanzamiento, allá por 2007, ya se llevan vendidos en el mundo más de 1.000 millones de equipos, lo que demuestra que es un artículo completamente masificado

El "índice iPhone" 

Un dato interesante es que el último mes los retailers bajaron el precio de venta al público de estos equipos: el iPhone 7 de 32 GB cotizaba a comienzos de junio a $28.000. 

Ahora, es posible conseguirlo a $24.600, lo que implica una reducción del 12% en un mes. 

A eso hay que sumarle el factor tipo de cambio: cuanto más avanza el dólar -en tanto y en cuanto se mantenga o baje el precio en pesos-, entonces más tiende a abaratarse un producto en términos de moneda dura. 

Y esto fue lo que sucedió en la Argentina: como en este último mes el valor de venta al público se redujo y el billete verde pasó de $16,30 a más de $17, esto implicó que la cotización del iPhone cayera en esta divisa. 

Así las cosas, pasó de costar el equivalente a u$s1.730 a u$s1.430, un 17% menos. 

Pese a esta contracción, la Argentina continúa estando posicionado como el país más caro del mundo para adquirir cualquiera de las versiones de la última generación de este teléfono. 

En un mercado vecino como Chile –y que se ha convertido en la "nueva Miami" para los turistas argentinos-, el mismo modelo cotiza a menos de u$s950. 

Es decir que este equipo adquirido, por ejemplo, en un local de Frávega, cuesta cerca de un 51% más que en una tienda de Santiago, como Falabella. 

En paralelo, la brecha con respecto a Brasil (u$s1.057), alcanza el 35%, una brecha más baja que hace un mes pero igualmente elevada, si se tiene en cuenta que esta plaza siempre compitió palmo a palmo con la Argentina por el primer puesto en el ranking de los países más caros a nivel mundial para la compra de cualquier producto marca Apple. 

Al analizar el extremo inferior del listado, el iPhone 7 en su versión de entrada de gama sigue cotizando en los Estados Unidos a un valor de u$s650. 

En este caso, la diferencia del precio local respecto del que rige en el país del norte es del 120%. 

Así las cosas, un turista que viaja a Miami y regresa con este equipo y lo declara en Aduana, pagando los impuestos correspondientes, terminaría desembolsando unos u$s825. 

Esto representa u$s605 menos que si lo comprara en Frávega. 

En moneda local, esto representa un ahorro de $10.350, un valor cercano al que actualmente es posible adquirir –en promoción- un pasaje ida y vuelta hacia esa ciudad estadounidense.

Una cuestión de impuestos "La realidad es que hoy el iPhone es un producto más de nicho, básicamente por el precio elevado que tiene en la Argentina", reconoce el gerente comercial de uno de los principales premium resellers de la marca estadounidense. 

Sin embargo, el directivo se mostró confiado en que la baja de precios que se dio el último mes, sumado a los planes de pago en cuotas, ayuden a levantar un poco el ritmo de ventas. Pero tampoco se ilusiona con un boom de ventas

En este punto, el consultor Enrique Carrier menciona uno de los principales problemas que enfrentan las cadenas de retail que operan con este tipo de productos: la fuerte carga tributaria. 

“Cerca del 70% del precio de estos dispositivos está explicado por impuestos”, afirma el experto. 

Esto teléfonos abonan un 18% de derechos arancelarios, más 21% de impuestos internos. Y sobre todo eso, posteriormente, se aplica el IVA.

A modo de ejemplo, el iPhone SE de 16GB liberado -el más económico que venden los premium resellers oficialeshoy se consigue a $17.000. 

Como contrapartida, según surge de datos de Aduana, el mismo equipo llega importado –previo pago de impuestos- a u$s311, lo que equivale a $5.300. 

Esto implica que desde que entra el iPhone más económico entra al país hasta que se lo exhibe en una góndola, el producto se termina encareciendo un 220%, un porcentaje conformado en gran parte por tributos

Sin embargo, en paralelo a la estrategia comercial de los comercios oficiales, en las plataformas de comercio electrónico están proliferando equipos marca iPhone que se ofrecen a precios que son entre 27% y 35% más baratos.

Esto, si bien es beneficioso para los consumidores, es visto por las cadenas de retail -que tienen la licencia para comercializar productos Apple- como una competencia desleal. 

"Muchos de esos equipos entran sin abonar impuestos, por lo que nos pone en una gran desventaja", alerta la fuente consultada. 

Según el directivo, es este mercado "paralelo" el que alimenta la gran demanda de iPhone en la Argentina, oferta que se suma a los equipos que arriban a través de los turistas que viajan al exterior. 

Desde CAMOCA, cámara que nucela a productores locales de electrónica, vienen alertando que la "microimportación" que no tributa impuestos aduaneros, se convirtió en un flagelo para las industrias y también para los comercios tradicionales, que ofrecen productos del exterior pero abonando todos los tributos

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