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Biodiésel: el polo agroindustrial más importante en alerta por posible "ola proteccionista"
28/08/2017 - 12:08hs

Fue un intercambio sutil y diplomático. Lo suficiente como para que el clima de optimismo que rodeó el 133° aniversario de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) no se viera empañado por el cierre de Estados Unidos a las exportaciones de biodiésel argentino y el gradualismo inversor.

Fueron dos temas picantes que asomaron el jueves por la noche en los mensajes deslizados por empresarios y funcionarios durante el festejo de la entidad centenaria.

El primero en romper el hielo fue el titular de la entidad rosarina, Alberto Padoán, quien trasmitió en su discurso la “inquietud” del sector agroindustrial por la decisión del gobierno de Donald Trump de aplicar aranceles al biocombustible argentino de hasta un 64%, como respuesta al supuesto otorgamiento de subsidios.

“Esta medida cierra totalmente las posibilidades de exportar biocombustibles a ese destino. Pero, más allá del daño tememos que provoquen una oleada proteccionista”, advirtió el hombre de Vicentín, el grupo económico más poderoso de Santa Fe.

Por las trabas de Estados Unidos, en las últimas horas Macri envió una carta al vice de Trump y la embajada norteamericana recibió al canciller Jorge Faurie para analizar salidas al conflicto.

La preocupación del empresariado de la provincia no es menor. Allí se encuentra enclavado el principal polo agroindustrial del mundo, donde se produce el 80% del biodiésel argentino. Del total exportable, Estados Unidos absorve el 90%, un negocio que representa u$s1.200 millones anuales y que involucra a más de 6.000 empleos.

Con todo, Padoán se mostró optimista el jueves por la noche y destacó que “en compensación”, la misión del Ministerio de Agroindustria a China logró que la empresa estatal Sinograin volviera a importar aceite de soja argentino.

Cabe recordar que ese mercado se había cerrado en 2015 por la tendencia del gigante asiático a comprar más poroto que el derivado de la oleaginosa para procesarlo puertas adentro.

Desde las cámaras del sector, sin embargo, ven difícil que la reapertura china alcance para sustituir la pérdida del mercado estadounidense del biodiésel.

El dueño de casa compartió el escenario con el ministro de Transporte, Guillermo Dietrich, el gobernador santafesino Miguel Lifshitz y la intendenta de la Municipalidad de Rosario, Mónica Fein.

Inversiones, en la mira

Sin meterse en el conficto del momento, el funcionario nacional destacó las inversiones en infraestructura y los cambios puestos en marcha por la industria, sin dejar de hacer un toque de atención al auditorio repleto de empresarios, entre los que se encontraban los directivos de las principales cerealeras (Cargill, Bunge y Dreyfus) y de las entidades rurales (SRA, Carbap, CRA).

“Como dice Mauricio Macri somos cancheros, marcamos la cancha. Después, juegan ustedes”, sostuvo Dietrich.

En su momento más duro, el ministro de Transporte apuntó contra los sindicatos que “buscan privilegios extra” y perjudican a otros trabajadores e “impiden inversiones”.

Los ejemplos hacían referencia a los gremios del puerto y al sector aeronáutico. Pero los cuestionamientos fueron dirigidos luego contra los jueces que “dictaminan mal”, los funcionarios corruptos y “los empresarios prebendarios que se llevan beneficios extraordinarios y no ponen esa plata en una planta”.

Luego de recorrer previamente las terminales portuarias de la zona, Dietrich se mostró entusiasmado por las mejoras en la ruta 9 que une Rosario-Buenos Aires, un aumento del 30% en las operaciones de contenedores en Terminal Puerto Rosario y los planes para ampliar la capacidad portuaria y de procesamiento de Molinos, por 1.200 millones de pesos.

También, resaltó los desembolsos realizados por AGD y Renova, por un total de 650 millones de dólares.

“Les pido a los puertos de Timbúes que se pongan las pilas y nos ayuden a realizar el proyecto que tenemos para con el Belgrano Cargas”, deslizó.

Según el funcionario, ya se finalizaron los trabajos para la renovación de los primeros 150 kilómetros de vías sobre un total de 1.600 que permitirán trasladar la producción del norte del país a los puertos de Santa Fe.

Asimismo, informó avances en las rutas 33 y 34, y el proyecto del corredor ferroviario y los accesos a las terminales portuarias, que hoy no dan abasto en los momentos de cosecha para recibir a los camiones con granos.

De igual modo, en la mayor parte de su discurso Padoán envió señales de confianza.

Elogió la “tendencia positiva” de los indicadores económicos, la apertura de mercados para la carne bovina y el plan de infraestructura de Cambiemos.

Si bien reconoció que se esperaba “un salto mayor a esta altura” en los números, dijo que “hay que entender de dónde venimos” y que el Gobierno optó por el gradualismo para evitar un impacto social.

Entre los cumplidos el empresario desplegó la lista de reclamos para después de octubre con el foco puesto en el déficit fiscal: contención del gasto público y reforma impositiva.

Además, pidió más obras en transporte y caminos, y reclamó la adhesión provincial a la Ley de ART, un punto que discutió en persona con el ministro de Trabajo, Jorge Triaca, la semana pasada.

Por último, advirtió que los resultados de las elecciones “podrían contribuir indirectamente a facilitar o a dificultar las transformaciones”. 

Aunque no fue mencionada por los oradores de manera directa, Cristina Kirchner fue recordada durante el ágape posterior al acto, que incluyó en el menú el Malbec "Vicentín".

Según testigos de su última visita a la entidad, la presencia de la entonces presidente generó tal furor que los miembros de la bolsa se desesperaron por tomarse una foto junto a ella, sin importar que minutos antes despotricaran contra el control de las exportaciones de trigo.

“Ahora nos atienden mejor”, reconocieron el jueves por la noche. El ejemplo utilizado es que ya no son recibidos por funcionarios de segunda línea.

En efecto, mientras los comenzales disfrutaban de la comida, en el subsuelo del edificio, Padoán y Dietrich mantenían una cena a solas que se extendió por una hora.

El contacto tuvo lugar justo antes de las gestiones y los reclamos que en las últimas horas empezó a hacer públicos el Gobierno para destrabar las ventas de biodiésel a Estados Unidos.

Negociaciones que todavía están lejos de llegar a buen puerto y que generan un nerviosismo -por ahora contenido- en los popes de la agroindustria.