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Desde un panel del Foro de Líderes Empresariales del Business 20, el padre del ministro de Transporte cuestionó el nivel democrático de los gremios
03/11/2017 - 02:35hs

La reforma laboral entusiasmó al empresariado. Tanto que algunos de ellos salieron con los tapones de punta a defenestrar al sindicalismo. Ese fue el caso de Guillermo Dietrich, el padre del ministro de Transporte, durante un foro empresario este jueves en la Bolsa de Comercio de Rosario.

“Hemos tenido de 7 a 8 presidentes (en democracia), pero en el Smata mismo no hay alternancia. (Los dirigentes) se anclaron y son exageradamente corruptos, explotan al trabajador”, fustigó el también vicepresidente segundo de la Cámara de Comercio y Servicios.

Dietrich deslizó esa definición contra el sindicato metalmecánico al encabezar este jueves un panel del Foro de Líderes Empresariales del Business 20 (B20), el capítulo de negocios de la cumbre del G20, que el año próximo se realizará en Argentina.

Paradojicamente, el titular de Smata, Ricardo Pignanelli, es uno de los sindicatos más valorados por el Gobierno. En marzo firmó el acuerdo automotor junto a las cámaras de la industria, que prevé la producción de 1 millón de autos, la baja de impuestos y una reducción del ausentismo.

Los dardos del empresario llegaron luego de que la moderadora de la charla, la periodista de Clarín Silvia Naishtat, consultara a los panelistas sobre la reforma laboral. “Suma, va a dar competitividad”, respondió Dietrich, dueño de una las principales concesionarias de autos del país.

Y de inmediato apuntó contra los gremios. “El día que se resuelva la corrupción sindical no hay más desempleo”, sostuvo, en un veredicto que cosechó aplausos generosos del auditorio, integrado por empresarios de todo el país.

En otro mensaje a los sindicatos, en el que pronosticó que “las nuevas tecnologías van a dar mucho trabajo”, aprovechó para criticar los convenios colectivos de trabajo.“Tenemos que modernizar a los sindicatos, tenemos leyes y convenios de 1974, con eso no se puede avanzar”, aseguró.

Sus dichos, sin embargo, despertaron reacciones de cautela entre los industriales presentes, que por lo bajo advirtieron el efecto contraproducente que podrían ocasionar en medio de las tensas negociaciones que mantiene el Gobierno con la CGT en torno a la reforma laboral.

En materia de comercio exterior, Dietrich se mostró optimista y destacó que la Argentina asumirá el próximo mes la presidencia del G20. “La Argentina vuelve a estar insertada en el mundo y a ser representante del mundo”, celebró.

Pero también cuestionó a sus colegas del sector empresario. “No todos no hemos colaborado, muchos hemos estado en Argentina y seguimos estando acá y a la moneda nuestra se le sacaron 13 ceros en poco tiempo”, afirmó. Y en otra definición fuerte felicitó “a ese 80% que no tuvieron connivencia con el Estado por seguir apostando 48% del PBI”.

“Mi institución es el 80% de la ocupación formal del país, tenemos 38% de informalidad económica y laboral, hay que hacerla formal, pero nos tienen que ayudar con menos impuestos”, dijo, en un guiño a la reforma tributaria.

Del panel participaron también el líder del B20 Argentina, Daniel Funes de Rioja, y los presidentes de ese foro que a la vez integran el Grupo de los Seis: Jorge Pablo Brito (Adeba), Claudio Zukovicky (Bolsa de Comercio de Buenos Aires), Daniel Pellegrina (Sociedad Rural), y Miguel Acevedo (Unión Industrial Argentina).