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Guillermo Molina aseguró que las detenciones de la filial bahísense del gremio son un intento de "disciplinar al movimiento obrero"
16/01/2018 - 20:33hs

El ex secretario de Finanzas de la UOCRA de Bahía Blanca, Guillermo Molina, se entregó el martes ante la Justicia y quedó detenido en una causa por asociación ilícita y extorsión que involucra a la anterior conducción del gremio.

El gremialista envió un video grabado con un celular a los afiliados de la UOCRA de la localidad antes de ser detenido, donde afirmó: "Todo tiene vuelta, compañeros, a no aflojar, a seguir y los pueblos no se suicidan. Viva Perón carajo".

"Bueno compañeros, el dato de la realidad es que acá todos sabemos que se está tratando de disciplinar al movimiento obrero para que las empresas hagan las obras como hacían los faraones antes con las pirámides con los faraones adentro", indicó.

En su mensaje, difundido este martes por el sitio La Brújula, explicó: "Aquí estamos en Fiscalía, me presenté porque sabía por los medios y me contaron los chicos míos que estaba el pedido de detención; a diferencia del resto de los detenidos nunca allanaron mi domicilio, así que yo vine voluntariamente igual".

"Desde el año 2000 venimos trabajando, venimos luchando –independientemente de cualquier cuestión personal– y el proyecto sindical que nosotros abrazamos fue el que logró desde el 2005 a la fecha 122 acuerdos sobre convenios. Y toda esa plata va al bolsillo de los trabajadores y lo saben", agregó en la grabación.

"Todo tiene vuelta compañeros, a no aflojar, a seguir y los pueblos no se suicidan. Viva Perón carajo", concluyó el gremialista.

En la causa que investiga a la filial bahíense de la UOCRA –intervenida en octubre por la UOCRA nacional– ya hay 13 detenidos en la causa, aunque todavía está prófugo Roberto Ríos.

El jueves se realizaron varios allanamientos en los que se detuvieron al ex secretario general de la UOCRA Bahía Blanca, Humberto Monteros; y el adjunto, José Burgos.

Se los investiga por supuesta conformación de una asociación ilícita que extorsionaba a empresarios de la construcción, quienes eran obligados a contratar los servicios de firmas vinculadas a ellos y su entorno, o a aportar dinero para poder continuar las obras.

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