Intel sufrió un fuerte revés en sus esfuerzos por resolver el grave problema de seguridad descubierto en sus procesadores y recomendó a las empresas y particulares no instalar por ahora los parches que había lanzado para corregirlo.

Los parches destinados a paliar los problemas conocidos como "Meltdown" y "Spectre" pueden hacer que la computadora se reinicie y se produzcan "otros comportamientos imprevisibles", explicó Intel en un posteo en su blog.

Cuando la empresa reconoció ya hace unos 10 días por primera vez el problema con el reinicio dijo que de todos modos los consumidores debían descargarse la actualización, pero ahora da marcha atrás.

El agujero de seguridad permite al menos en teoría el robo masivo de datos de los usuarios. El problema se encuentra en un proceso usado por todo el sector de los chips para hacerlos en teoría más rápidos, y por eso se ven afectados productos de distintas marcas. Sin embargo, los de Intel son los que presentan el problema en mayor medida.

La empresa explicó ahora que se descubrió la causa del defecto en la actualización y que espera poder anunciar esta misma semana cuándo sacará una nueva versión corregida.