En febrero, cuando comenzó a vencer la primera cuota del impuesto inmobiliario incrementado por el revalúo, la recaudación de la provincia de Buenos Aires alcanzó $ 20.810 millones, lo que le permitió avanzar 33,6%, por encima de la inflación.

La recaudación de los impuestos patrimoniales aumentó por encima de los vinculados al nivel de la actividad económica.

Las distintas plantas del Impuesto Inmobiliario aportaron $3691 millones, un incremento interanual de 42%. El Automotor totalizó $1209 millones, con un alza de 49,8%. Y Embarcaciones Deportivas sumó $8 millones, lo que representa una suba de 18,4%.

En tanto, Ingresos Brutos alcanzó $13.401 millones, al crecer 30,7%; mientras que Sellos contribuyó con $1744 millones, tras subir 14,7%.

Lo recaudado por planes de regularización llegó a $720 millones, con un incremento de 97,2%, y el resto de los ingresos tributarios originaron $36 millones en febrero.

En el contexto del consenso fiscal, la provincia de Buenos Aires alivió Ingresos Brutos, al dejar de cobrar las alícuotas diferenciales por radicación del establecimiento, al establecer una alícuota general de 1,5% para la producción de bienes y reducir la alícuota para la actividad de la construcción.

Con todo, el aumento en la recaudación de Ingresos Brutos por encima de la inflación, en un 25%, muestra el crecimiento real de la economía que derrama en el pago de impuestos.

En tanto, la provincia aplica desde este año una actualización en las valuaciones fiscales de la planta urbana para calcular el valor de las propiedades, que pasó a igualar la cotización fiscal que tienen los inmuebles a los precios de mercado.

El incremento del impuesto es de un 56% en promedio, al haberse establecido topes que limitan el incremento del Inmobiliario y modificar las alícuotas que se toman para calcularlo.

El último revalúo urbano se había efectuado hacía más de diez años, por lo que las valuaciones fiscales estaban distorsionadas.

"El objetivo del revalúo urbano es sincerar la situación actual de los inmuebles y otorgar mayor equidad y progresividad al sistema tributario", había explicado a principio de año el titular de ARBA, Gastón Fossati.

"Va en línea con la decisión de reducir gradualmente el peso de los impuestos que son distorsivos para la actividad económica (como Ingresos Brutos, por ejemplo, que genera perjuicios en términos de inversión, producción y empleo), reemplazándolos por tributos que gravan bienes patrimoniales y se vinculan directamente con la capacidad contributiva de los ciudadanos".