Es tiempo de cambios en Volkswagen. Con la llegada de Herbert Diess al frente del grupo alemán, la marca planea una modificación de su logo que se revelará el próximo año.

Será la antesala a la nueva generación de autos eléctricos que llegará desde 2020 con un claro trasfondo de dejar atrás definitivamente el escándalo de las emisiones.

Una vez se convierta en realidad -quizá con la introducción de la familia I.D.-, será el noveno emblema de la automotriz y sustituirá al de 2012, que apenas cambió respecto a su predecesor, el del 2000, más allá de adquirir un aspecto algo más tridimendional.

Sobre el nuevo de 2019, aún no se conocen detalles.

En los prototipos de los futuros coches eléctricos, el icono mostrado es totalmente blanco, un color que se convertiría en la cuarta tonalidad de la imagen desde el negro de 1939 que marcó el inicio.

Esta maniobra responde en palabras de Jochen Sengpiehl, director de marketing de la marca Volkswagen, a que la firma "no está en buena forma en comparación con los años anteriores, no es solo por el 'dieselgate".

Además, según informa Bloomberg, el cambio también se debe a la intención de la casa germana de refrescar su imagen y convencer a los consumidores más escépticos de los beneficios de adquirir un coche de batería en detrimento del motor tradicional. Se trata "del gran desafío", tal y como lo ha definido Sengpiehl.

Para ello, Volkswagen anunció recientemente una inversión de 20.000 millones de euros en electromovilidad hasta 2030 y su intención de quintuplicar el número de fábricas que posee para producir cero emisiones desde ahora hasta 2022.