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La suba del dólar y la inflación preocupan al mercado inmobiliario

Las buenas expectativas se ponen en juego ante los cambios que tuvo la moneda y la suba de precios que arrastra. Las expectativas según Adrián Mercado
28/05/2018 - 09:18hs
La suba del dólar y la inflación preocupan al mercado inmobiliario

El mercado inmobiliario arrancó un 2018 con buenas proyecciones. Los créditos hipotecarios que despegaron en 2017, junto con un clima más tranquilo para los inversores, hizo que tanto el segmento de viviendas como de oficinas se reactive.

Lo mismo pasó con los centros industriales y logísticos, los cuales ante un crecimiento del consumo, ven mejores opciones para brindar sus servicios.

Las últimas dos semanas pusieron un manto de dudas a este pronóstico y la suba del dólar frenó las consultas.

Sin embargo, todavía hay buenos augurios sobre lo que puede pasar con este mercado una vez que "pase la tormenta".

Según un informe de Adrián Mercado, titular de la inmobiliaria que lleva su nombre, 2018 sería un año clave porque cuenta con la puesta en marcha de los créditos hipotecarios (aunque ahora se están reviendo algunos ajustes por la inflación) y porque se trata de un año donde no hay elecciones, por lo cual no hay especulaciones políticas, como pasará el año próximo.

En este contexto, el escenario venía muy bien tanto para quienes desean llegar a la vivienda propia, aprovechando las ofertas de los bancos, como para el sector comercial.

En el caso de oficinas, la demanda está muy activa y ya es un hecho la expansión de los principales centro de interés, como puede ser Catalinas y Plaza Roma, hacia nuevos focos de desarrollo, como es el caso del corredor Libertador y Panamericana.

Tanto la oferta como la demanda se pusieron de acuerdo en buscar opciones en zonas más alejadas del microcentro porteño y hay una gran reactivación que aún tras estos vaivenes del mercado sigue en marcha, según el informe de Adrián Mercado.

Actualmente se contabilizan un promedio de 350.000 m2 en construcción, de los cuales se incorporarán 65.000 m2 premium al segmento de las oficinas, que se distribuirán más del 50% en la zona norte del Gran Buenos Aires y otro 40% en en la zona norte de la Ciudad de Buenos Aires.

Algunos de los proyectos que se entregarán son al Edificio Z que aportará 27.800 m2, Arupac con 10.000 m2, otros 6.700 m2 del edificio Florida Office Center II y 6.500 m2 de la torre que construye Coca Cola para uso propio en la intersección de Vedia y Tronador.

También se sumarán este año Olivos Office Center, una torre de 9 pisos Clase A+ en Panamericana y San Lorenzo; Alrío Docks, oficinas más pequeñas dentro del complejo, Clase A; Open Office Libertador 700, una torre de oficinas Clase A+ sobre Avenida del Libertador en Vicente López y otro proyecto desde este mismo desarrollador, Open Office Libertador 1000, que fue tomado por WeWork.

En cuanto a los precios, la mayor demanda seguirá impulsando la tendencia hacia arriba, pero siempre a un ritmo menor que en viviendas.

Por otro lado, en cuanto a los centros logísticos, también hay una gran demanda que se suma a la inversión de desarrolladores en nuevos espacios, tanto en Buenos Aires como en el interior del país.

Un caso es el de Córdoba, donde el Polo 52, un nuevo centro industrial, se presenta como excelente opción teniendo en cuenta que en la provincia habrá una gran demanda de automotrices, ya que Volkswagen, Fiat y Renault tienen allí sus plantas y están en pleno proceso de inversión y expansión.

En cuanto a la construcción, en Adrián Mercado reconocen que el sector está activo, pero donde falta una puesta en marcha más sólida es en viviendas para la clase media, un sector que estuvo relegado los últimos años, cuando este segmento de la población no tenía acceso a la vivienda

En este caso, el brocker reconoce que hay una oportunidad siempre que los créditos sigan en pie sin dar sorpresas.

En cuanto a los precios, las primeras expectativas al inicio del año eran que sigan subiendo. Ahora, desde la inmobiliaria y red de negocios ven un mercado más estable, ya que la suba del dólar afecta directamente los precios de las viviendas y no es momento para que haya ajustes.