El ministro de Ciencia, Tecnologí­a e Innovación Productiva (MCTIP), Lino Barañao, defendió el rol de las empresas en el desarrollo tecnológico del paí­s y lo contrapuso con los problemas que tiene el Estado en acordar polí­ticas y programas con las universidades "grandes".

"El principal problema está a nivel universitario. Las empresas se vinculan en forma significativa con el mercado", dijo el funcionario (en la foto) ante una pregunta de iProfesional.com sobre cuáles son los principales obstáculos que enfrenta su cartera para la "articulación" de los programas que construyó durante este año.

En una conferencia de prensa donde realizó un balance de su primer año de gestión, Barañao observó que "en la universidad prima la tradición académica donde se habla de mercantilización del conocimiento", y afirmó categóricamente: "Es la empresa como la ciencia llega a la población".

"El sector privado tiene en claro el valor de la innovación, hay una actividad creciente en ese sentido", señaló el ministro, quien aclaró que "la vinculación con las universidades chicas es significativa", aunque advirtió que en cambio en las universidades "grandes" predomina la visión que califica de "pecaminoso" un posible ví­nculo con el sector privado.

"Asumir que la creación de riqueza no es pecaminosa sino que es una cuestión moral, dentro del ámbito universitario, es una tarea que tenemos pendiente", admitió. "Es una visión hostil a la vinculación con la empresa", agregó Barañao, quien se pronunció a favor de "evitar esta demonización de lo privado, según la cual la multinacional viene a robarse el talento, mientras que el investigador es bueno y altruista y vela por el bien común. Mi experiencia no es esa. No hay diferencias de categorí­a moral. Hay que esclarecer la relación entre lo público y lo privado".

Las crí­ticas de Barañao al sector universitario no son nuevas. Al inicio de su gestión la emprendió con dureza contra las ciencias sociales. "Estoy tan acostumbrado a la verificación empí­rica de lo que digo, que a veces los trabajos en ciencias sociales me parecen teologí­a. Creo que no hay un motivo por el cual las áreas humaní­sticas deban prescindir de la metodologí­a que usan otras áreas de las ciencias", dijo hace casi un año en una entrevista publicada en el diario porteño Página/12, que levantó una fuerte discusión en algunos ámbitos universitarios.

PresupuestoAl hablar de los planes para 2009, el titular del MCTIP anunció que el presupuesto conjunto de su cartera, la Agencia Nacional de Promoción Cientí­fica y Tecnológica y el Consejo Nacional de Investigaciones Cientí­ficas y Técnicas (Conicet) sumarán para el año próximo casi 1.800 millones de pesos.

Si a estos valores se suman los correspondientes a otras áreas gubernamentales relacionadas con la investigación y el desarrollo tecnológico, el volumen equivaldrí­a al 0,5 por ciento del PBI.

El presupuesto "se ajusta a pedir aquello que se puede ejecutar y es razonable para este perí­odo", aseguró el ministro, quien destacó que se obtuvieron 150 millones de dólares asignados por organismos internacionales de crédito para 2009-2012, que permitirán solventar los programas de investigación si necesidad de depender de los aportes del Tesoro, sujetos a los "vaivenes polí­ticos", según la propia expresión utilizada por el funcionario.

"Estamos conforme con el presupuesto, que se ajusta a pedir aquello que se puede ejecutar y es razonable para este perí­odo".BalanceLas obras del Polo Tecnológico que el MCTIP construirá en las ex bodegas de la empresa Giol en el barrio porteño de Palermo comenzarán en abril de 2009 y terminarán en su primera etapa a fines de 2010, en coincidencia con el Bicentenario de la Revolución de Mayo, dijo Barañao. Los planos de la obra, donde funcionarán el ministerio y varios institutos de investigación, fueron aprobados y "en los próximos dí­as" aparecerán en el Boletí­n Oficial las condiciones de la licitación.

A modo de balance de su primer año de gestión, resaltó que el ministerio "ya camina", y puso como "caso emblemático" a un "probiótico láctico incluido en un yogur de alto valor proteico e inmunológico" desarrollado por el Centro de Referencia para Lactobacilos (Cerela), del Conicet.

Esta investigación, que fue desarrollada en Tucumán, se transfirió a Santiago del Estero, Chaco y al municipio de Quilmes, que incorporaron el yogur a planes de alimentación para niños.

Barañao admitió que en esa lí­nea de desarrollos el ministerio tiene pendiente "el incremento de estrategias para dar respuesta a problemas productivos y sociales prioritarios para el paí­s".

En una enumeración de lo realizado en su primer año, que se prolongó durante una hora, el funcionario resaltó que se entregaron para la carrera de investigador del Conicet unas 1.500 becas y se "alcanzó el máximo histórico del monto de estipendio, cercano a los mil dólares promedio, con la formalización de beneficios sociales como vacaciones y cobertura" médica.

Se realizaron también programas federales que relevaron necesidades de ciencia y tecnologí­a de 18 provincias, mientras que los de cooperación multilateral financiaron 32 grupos de investigación en 23 proyectos, en forma conjunta con la Unión Europea (UE).

Otros logros enumerados por Barañao fueron:

• Desarrollo del proyecto BIOTECH para el Mercosur en las cadenas productivas aviar, carne bovina, forestal y cultivos de oleaginosas.
• Firma de 13 convenios binacionales con China, Alemania, España y Francia.
• Puesta en marcha del Gabinete Cientí­fico Tecnológico, que coordina áreas de varios ministerios como Salud y Educación.
• Asignación de $45 millones para el Fondo para la Investigación Cientí­fico Tecnológica (Foncyt) destinados a la modernización de equipamiento.
• Aumento del 50% del Fondo Tecnológico Argentino (Fontar) para los proyectos y montos aprobados.
• Duplicación de la asignación de recursos para el software.

Desafí­osBarañao, quien recordó que en el mundo existen sólo 14 estados nacionales que tienen una cartera de Ciencia y Tecnologí­a, definió al año que termina como "una etapa de consolidación del ministerio". "Ahora viene la etapa de implementar los programas, y para esto se requiere de una mayor articulación público-privada, con los otros ministerios y con las universidades", afirmó.

También se buscará "revertir" la matriz de los proyectos a fin de impulsar "empresas de base tecnológica, que se creen y radiquen en el paí­s".

No obstante, Barañao apuntó como uno de los "obstáculos" para la articulación a las "universidades grandes", donde "priva la tradición académica contraria a vincularse con el sector privado", criticó. Agregó que para las casas de altos estudios "es pecaminoso acercarse a las empresas y algo no debido crear riqueza".

También señaló como otro problema las carreras de Ciencias Sociales del paí­s de las que dijo "tienen una imagen de mercantilización de la vinculación con la empresa".

Para el funcionario, "el desafí­o no menor es lograr la articulación de lo público con lo privado y con el ámbito universitario" y "hacer uso eficiente de objetivos demostrables y eficientes" de experiencias en común.

Y concluyó advirtiendo: "La sociedad espera que en el corto y en el mediano plazo haya resultados concretos".César Dergarabedian(©) iProfesional.com