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Alertan que la Argentina está a un paso de verse obligada a importar trigo

De darse la situación climática del año pasado, la producción no alcanzarí­a para satisfacer la demanda interna y habrí­a que recurrir a proveedores externos
07/05/2009 - 18:01hs
Alertan que la Argentina está a un paso de verse obligada a importar trigo

En la campaña iniciada en 2007, cuando los productores aún tení­an un vago recuerdo de lo que significaba la palabra "sequí­a", la Argentina alcanzó el récord absoluto en la producción de trigo, con 16,3 M de toneladas.

De este modo, se fortalecí­a el rol estratégico del paí­s como uno de los principales proveedores de alimentos del mundo.

Sin embargo, a punto de comenzar la campaña 2009/2010, la historia es diametralmente opuesta: la Argentina no sólo corre riesgos de quedarse sin ningún saldo exportable de este cereal clave, sino que, además, crece la amenaza de llegar a tener que importarlo ante una nueva caí­da histórica de la producción.

En diálogo con iProfesional.com, César Gagliardo, presidente de la corredora de granos y cereales Artegran, sostuvo que "las probabilidades de no llegar a cubrir las toneladas que necesita el consumo interno son cada vez más altas. Hoy, a esta fecha, este escenario es perfectamente posible".

La realidad es que, a fuerza de incertidumbre y problemas climáticos, la superficie a cultivar, que determinará en gran medida la producción final de trigo, no para de decrecer: de las 4,5 M de hectáreas cubiertas durante el ciclo anterior, se pasarí­a a unas 3,7 M, según la Bolsa de Cereales de Buenos Aires. Por su parte, la Sociedad Rural (SRA) estima una caí­da mayor: 3,5 M.

A partir de estos números que se barajan, Gustavo López, director de la consultora Agritrend, sostuvo que "va a ser el área sembrada más baja del último siglo".

Con un rendimiento menor a los 2.000 kilos por hectárea, similar al de la última campaña de trigo, la producción final del cereal se ubicarí­a por debajo de las 7 M de toneladas, con lo cual se acercarí­a a la "delgada lí­nea roja" de las 6,5 M que requiere el consumo interno, incluida la demanda de los molinos para la producción y comercialización de harina.

Sin embargo, ante las malas perspectivas para el cultivo, para Gagliardo la cosecha se enfrentará a una pésima performance, con lo cual, "vamos con rumbo perfecto hacia las 5 M de toneladas y vamos a tener que salir a buscar en el exterior", recalcó el especialista.

En la misma lí­nea, tal como publicó recientemente iProfesional.com, el "rey de la soja", Gustavo Grobocopatel, habí­a advertido en un encuentro vedado a la prensa que "es muy probable que este año tengamos que importar trigo de EE.UU., Ucrania o Canadá".

Que la Argentina pueda o no revertir esta situación, es un punto clave, ya que el trigo es el grano sobre el que pesan más disputas polí­ticas y económicas. Uno de los principales interesados es el Gobierno, que busca garantizar precios bajos y stock para evitar una disparada de precios de algunos alimentos que forman parte de la canasta básica.

"Si hoy estuviésemos hablando de soja, el impacto serí­a importante pero sólo del lado económico. Sin embargo, con el trigo tenemos un problema serio por pérdida de divisas y estamos hablando del fin del autoabastecimiento de una commoditie que consumimos internamente", disparó Gagliardo. porque

La única vez que el "granero del mundo" tuvo que verse ante la necesidad de importar trigo para satisfacer la demanda fue en 1952, tras la aplicación de polí­ticas agrí­colas equivocadas, según Lucio Recca, ex subsecretario de Agricultura.

Por su parte, López, sostuvo que, si bien aún es prematuro que esto vuelva a suceder, de darse esto serí­a "catastrófico". Sin embargo, lo más grave para el especialista "no es tener que importar, sino perder el más tradicional de los mercados, que es Brasil". Causas de la debacle

Para el director de Agritrend, "lo que definirá si se desploma o no la producción es si llueve o no llueve y las perspectivas de precios. Y la realidad es que hoy las dos variables están jugando en contra".

"Ya empezó la carrera contra el reloj. Cada dí­a que pasa se empieza a agudizar la pérdida de superficie", alertó Gagliardo, quien agregó que "la situación climática es muy compleja. Pasó marzo y abril con casi nada de lluvias, algo que es un verdadero problema porque es necesaria la recarga del perfil del suelo de humedad".

A menos de 20 dí­as de iniciarse la campaña en la zona núcleo, Ernesto Ambrosetti, economista de la SRA, sostuvo que "de toda el área que se quiere sembrar, solamente 1 M tienen humedad. La seca sigue imposibilitando la siembra".

En la misma lí­nea, los especialistas destacaron un estudio de los Consorcios Regionales de Experimentación Agrí­cola (CREA), que determinó que en las principales zonas productivas, el terreno estaba seco incluso a un metro y medio de profundidad.

"Estamos entrando en un perí­odo crí­tico de lluvias. Para sembrar trigo se necesitan 200 milí­metros distribuidos en una banda de 15 a 20 dí­as y la probabilidad de que esto se produzca es muy, muy baja", recalcó Gagliardo.

A esto se suman los problemas de rentabilidad, que según López, hoy es una variable que está teñida de rojo: "Los valores actuales del trigo hacen que la actividad no sea atractiva y ahuyentan a cada vez más productores".

En la misma lí­nea, el titular de Artegran aseguró que "se va a sembrar lo mí­nimo indispensable. Enfrentar los gastos de la campaña se hace cada vez es más difí­cil. El campo está saliendo de una cosecha de soja y maí­z brutalmente baja y el problema que tienen hoy es que no pueden pagar sus deudas. Incluso, los pooles medianos que el año pasado hací­an 6 o 7 mil hectáreas, ahora con suerte están planeando hacer 1.500".

Esto impacta directamente en los rendimientos, ya que según Ambrosetti, "se van a usar menos fertilizantes, menos agroquí­micos y va a haber menos inversión genética". Anuncios oficiales que no alcanzan

A comienzos de esta semana, la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, anunció un plan que estipula que las empresas exportadoras de trigo comprarán hasta un millón de toneladas de trigo cosecha 2008/09, a precio pleno, para luego venderlas a la molienda, a precio pleno y sin restricciones.

Luego de los controles necesarios, el Gobierno autorizará la exportación de trigo cosecha 2009/10 a estas empresas por el volumen que hayan comprado a los productores bajo este régimen y lo hará a través de los Registros de Operaciones de Exportación (ROE Verde) con un plazo de validez de hasta 365 dí­as, previo pago de los derechos de exportación. Este trigo se podrá comenzar a embarcar en noviembre de este año.

Sin embargo, desde el sector rural, esto no parece ser suficiente. El presidente de la Sociedad Rural Argentina, Hugo Luis Biolcati, disparó: "Me gustarí­a verlo escrito porque el mensaje de la Presidenta estuvo lleno de inexactitudes; evidentemente es un mensaje tendencioso o no se ha contado con buen asesoramiento".

"No parece que la venta de 1 millón de toneladas hoy a precio FAS teórico estimule la siembra de la próxima campaña", dijo el ruralista.

Por su parte, desde Confederaciones Rurales Argentinas (CRA), aseguraron que "se termina entregando el comercio de los granos a un oligopolio, en una rara asociación entre el Estado nacional, multinacionales exportadoras y molinerí­a local".

"se anuncia como la intención de incentivar la próxima siembra de trigo, cuando en realidad es un documento que sepulta cualquier expectativa de los productores para recibir el justo precio de su trabajo", dispararon. Juan Diego Wasilevsky

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