Tras un año marcado por las escasas operaciones de alquiler y compraventa, y la depreciación en cuanto al valor de la tierra, el primer tramo de 2010 parece dejar atrás ese escenario y, de acuerdo a distintos actores del sector, ya exhibe un repunte en términos de consultas y operaciones.

El primer argumento que parece apuntalar esta tendencia, coinciden las voces, parte de un factor climático: la abundancia de lluvias.

En paralelo, los precios casi no han variado desde la segunda mitad de 2009 a esta parte, lo que revitaliza el atractivo del sector.

"La comercialización está repuntando. En 2009 no tuvimos operaciones hasta el mes de marzo, mientras que en lo que va de 2010 ya concretamos cuatro ventas", comentó a iProfesional.com Pedro Nordheimer, director de la comercializadora que lleva su nombre.

"El año pasado apenas concretamos 31 operaciones de compraventa en todo el ejercicio. Pero ahora la perspectiva se ve muy diferente. Si bien todaví­a es complicado vender campos ubicados en zonas marginales, es notorio el interés por los establecimientos que están a no más de 350 kilómetros de la Ciudad de Buenos Aires", añadió el ejecutivo, al frente de una de las firmas más emblemáticas del segmento.

Para Nordheimer, la decisión de muchos propietarios de mantener el valor de la hectárea igual que en 2009 es lo que permite vislumbrar un año de éxito para el sector. "Dejó de caer el valor y no se decidieron subas en los espacios que tradicionalmente ajustan. Esto es, la ‘zona núcleo’ y parcelas en otras áreas como Balcarce y Azul", dijo.

La denominada "zona núcleo" comprende un tramo geográfico ubicado entre el sur de Santa Fe y el norte de la provincia de Buenos Aires. Considerado el espacio agrario más fértil del paí­s, hoy ostenta cotizaciones que promedian los 13.000 dólares la hectárea.

"Ese valor se mantiene desde el año pasado y lo cierto es que no hay indicios para adelantar que la situación cambiará en el primer semestre. Lo mismo puede decirse de los alquileres: si bien el arrendamiento comienza fuerte en marzo, no habrá subas en los valores", aseguró el especialista.

Según Nordheimer, "el precio del arrendamiento cayó un 30% durante 2009". Por su parte, para la Compañí­a Argentina de Tierras (CAT) el descenso fue menos brusco y orilló el 15 por ciento.

"Eso se debe, en gran medida, a que no hubo tanto interés por arrendar. Los insumos estuvieron caros, y fue mucha la gente que dejó los campos que tení­an alquilados", sostuvo el entrevistado.

Por estos dí­as, los precios de los campos en las zonas geográficas más importantes del paí­s presentan este detalle:

Enrique Cortelletti, analista de Reporte Inmobiliario, coincidió con el pronóstico de precios estables para este 2010.

"Los valores de los campos se mantienen en dólares. El año pasado la compraventa fue mí­nima, pero actualmente están dadas todas las condiciones para que el panorama cambie", dijo a iProfesional.com.
"Para los potenciales compradores, las previsiones de rentabilidad son más que interesantes. La expectativa de cosecha es importante, y si bien el precio de la soja está algo retraí­do no se calcula una caí­da fuerte para este 2010", agregó.

Cuestión de arrendar
El alquiler de la tierra, en tanto, procura volver a ser negocio tras la profunda recaí­da que tuvo la demanda en el 2009.

El surgimiento de nuevas pautas a nivel contrato, la posibilidad de pago a porcentaje, y el cobro del alquiler en cuotas y no por adelantado que implementó el grueso de los propietarios, forja un terreno fértil que ahora suma competitividad a partir de la disminución de la sequí­a.

En esa dirección, Luis Cañete, ejecutivo de Agro Inmobiliaria, firma ubicada en la ciudad Concordia, explicó que "el arrendamiento se achicó de tal manera que hoy los campos de 7 quintales cuestan como si produjeran 5".

El ejecutivo aseguró que en la actualidad son comunes los contratos del tipo "precios más bajos, a menores rindes y, por supuesto, con convenios menos duraderos".

Por su parte, Nordheimer proyectó que en los próximos meses no habrá subas.

Para graficar, el especialista sostuvo que en la zona núcleo "un campo para producción agraria que valí­a 20 quintales (2.000 kilos de producción por hectárea) el año pasado pasó a ofrecerse a un precio de 16, y en el mercado se sabe que no se moverá de este último parámetro".


Negocio que no se pierde
Más allá de las cotizaciones similares a 2009, Nordheimer destacó la valorización del campo "de forma anual, aunque ahora lo que se vea es quietud en los precios de venta".

"El campo se mantiene como un gran negocio pese a cualquier coyuntura. En una década las tierras se han revalorizado hasta un 400%. Con las últimas lluvias y si la cosecha de este año es récord como se prevé, no hay por qué pensar que ese proceso de revalorización no continúe", dijo.

"Se trata de inversiones seguras. Si bien los precios bajaron hasta un 10% en el 2009, lo cierto es que hay tierras que en 1991 costaban u$s240 la hectárea y ahora ese mismo espacio se cotiza a u$s3.000", ejemplificó.

Cortelletti también ponderó al campo "como un resguardo de capital del primer nivel".

"El factor lluvia ha generado, por ejemplo, posibilidades para que se dé una cosecha de soja muy importante. Este potencial se visualiza en el interés que hay en el sector, y que revierte el clima pesimista que marcó todo el año pasado", concluyó.


Patricio Eleisegui© iProfesional.com