Canje: ¿cuál es el "número mágico" que falta cerrar y que trae alivio al Gobierno?
En medio de una gran incertidumbre y un muy moderado optimismo, el canje de deuda entra en su última semana, ya que concluirá el lunes 7 de junio.
En números redondos, la operación involucra unos u$s 18.300 millones y en su primer tramo obtuvo una adhesión de u$s8.500 millones.
Esta cifra se ubicó claramente por debajo de las estimaciones, pues sólo redondeó el 45% del total, cuando originalmente se especulaba con un nivel que no bajaría del 50 por ciento.
Un informe de Porfolio Personal argumentó que "desde el mercado se esperaba que, al menos, los mayoristas asegurarían una base de adhesión de entre el 50 y el 55 por ciento. Ahora, como base, el Gobierno necesita de unos u$s 3.000 millones más para llegar al piso de 60 por ciento".
Esos números son validados desde Economía, pues los funcionarios consideran que los pequeños inversores poseen unos u$s 4.000 millones, de los cuales necesita captar unos u$s3.000 millones.
Es que hoy, y a la luz de lo ocurrido con los grandes fondos de inversión, éste es el nuevo "número mágico" al que se le pone todas las fichas.
La necesidad de lograr el máximo nivel de aceptación posible tiene su lógica. Cuánto mayor sea la adhesión, menor será el número de bonistas que continúen en default. En efecto, reflejaría su buena voluntad ante la Justicia y, por ende, disminuiría la probabilidad de fallos adversos.
Al momento de lanzarse la operación se calculaba que el nivel de adhesión rondaría entre el 75 y el 80%. Y en esta cifra coincidían tanto estimaciones públicas como privadas.
Corujo consideró que "el objetivo oficial, aunque con ciertas dudas con respecto a su éxito desde el mercado, es lograr un piso del 60 por ciento".
Para Osvaldo Cado, analista de Prefinex, "no resulta imposible que se llegue a ese porcentual. Pero los mercados están muy volátiles y todo dependerá de que sea una muy buena semana".
"Sólo resta esperar para ver cómo será el contexto de los próximos días ya que, dada la cifra que se conoció sobre los mayoristas, el Gobierno va a necesitar una mayor receptividad del sector de minorista", expresó Cado.
Los minoristas deciden
"La posibilidad de que la Argentina logre una aceptación de 60% existe. Sin embargo, los mercados están muy volátiles y eso juega en contra, más allá de la buena voluntad de los inversores", apuntó Jackie Maubré, jefe de Asset Management de Cohen.
"Pienso que gran parte de los inversores minoristas, salvo aquellos que ya han iniciado acciones legales contra el Estado, terminarán aceptando la propuesta", agregó Maubré.
El analista de Prefinex manifestó que "hace un mes parecía que se llegaba con tranquilidad al 70%. Pero las turbulencias en los mercados hicieron que baje el valor de la oferta".
Ricardo Delgado, de la consultora Analytica, no fue tan optimista. Consideró que el número podría rondar el 55%, varios escalones por debajo de las más acotadas aspiraciones oficiales.
"El Palacio de Hacienda necesita convencer al 75% de los tenedores minoristas para alcanzar el objetivo establecido al presentar la operación", expresó el economista de Analytica.
Delgado pronosticó que el número final, para este segmento, será del orden del 57 por ciento.
Desde el ámbito oficial, el secretario de Finanzas, Hernán Lorenzino se mostró confiado en alcanzar el 60%, a la vez que insistió en que no se va a mejorar la oferta.
"La adhesión de los inversores institucionales está en 45% y con ello estamos plenamente en el marco de nuestras expectativas", aseguró Lorenzino en declaraciones a un diario alemán.
El funcionario agregó que "era claro que los pequeños inversores necesitan más tiempo. Por eso pueden adherirse hasta el 7 de junio".
Con el resultado sobre la mesa, se tensó la relación entre el Gobierno y los bancos a cargo de la operación.
El punto central en discusión fue que, en teoría, no se midieron adecuadamente las proporciones de cada segmento y se le restó importancia a los minoristas.
El lunes 7 será un día clave, ya que no sólo se conocerá el resultado del tramo minorista sino además si se lanza o no el nuevo bono Global 2017, que se aspira a colocar a una tasa de un dígito.
Según algunas estimaciones privadas, cinco días antes del cierre, el nivel de aceptación minorista ya alcanzaría al 50 por ciento.
"Si este porcentaje fuera correcto, entendemos que muy posiblemente el Gobierno consiga su objetivo", afirmó Corujo.
El bono a un dígito cada vez más lejano
La emisión del bono por u$s 1.000 millones presenta un panorama poco optimista. En este punto, el gran escollo es la negativa oficial a convalidar tasas superiores a un dígito.
En cuanto a la emisión del título, Cado consideró que lograr "una tasa menor al 10% será difícil que se logre".
Maubré coincidió con Cado: "En el caso del bono Global 2017, no veo factible que se llegue a una tasa de un dígito, porque los mercados internacionales están muy susceptibles aún, y si bien puede ser pasajero, no están orientados a este bono".
Es que el desarrollo financiero global de los últimos días jugó en contra de esta aspiración, ya que las bajas generalizadas de la primera parte de la última semana, que coincidieron irónicamente con el festejo del Bicentenario, provocaron una estampida de los rendimientos de los títulos que se toman como referencia.
Como dato ilustrativo, al cierre de la semana anterior, el interés del Boden 2015, o del Discount en dólares, se ubicó entre el 14 y 15 por ciento.
Ante estos niveles, es sumamente improbable que los precios suban tanto como para que las tasas converjan a la pretendida por el Gobierno.
Pero ésta no es la única emisión en riesgo, ya que la reciente crisis de los mercados podría entorpecer o demorar los pasos financieros que se tenían planeados para las semanas posteriores, como el canje voluntario del Boden 2012.
Una semana clave para los mercados
La economista de Porfolio Personal consideró además que, en estos días, "podríamos seguir apostando a una recuperación de las cotizaciones. Si es que el escenario externo ofrece cierto respiro y no siguen destacándose malas nuevas, que puedan afectar o bien opacar el canje".
"En la posición más conservadora, creemos interesante aprovechar las altas tasas de retorno que ofrecen los bonos más cortos en dólares. E incluso, aunque resulte un poco más riesgoso, el rendimiento de títulos como el Boden 2015 o el BOGAR en pesos", sostuvo Corujo.
"En vista a que el canje ha reducido las novedades hasta la finalización del tramo minorista, la marcha doméstica volverá a estar muy sujeta a los acontecimientos externos", afirmó el analista Gustavo Ber.
Corujo concluyó diciendo que "en cuanto a los cupones, continuamos creyendo son uno de los activos más interesantes a mediano plazo. Aunque la volatilidad es fuerte. Las últimas bajas igualmente pueden ser una oportunidad para tomar posiciones, pero siempre pensando en un horizonte de inversión de mediano plazo".

En este punto coincide con los analistas de Delphos, para quienes "los buenos fundamentos detrás de los Cupones PBI continúan consolidándose, ya que la economía argentina se encamina a registrar otro año con crecimiento a tasas chinas".
Leonardo Chialva sostuvo que "la mayor aversión al riesgo internacional –que siempre le pega más a los activos argentinos- está evitando que estos instrumentos encuentren valores más acordes a la realidad del país: El Cupón en Pesos (TVPP) pagaría en diciembre de 2011 alrededor de $5,30, es decir, un 82% de su precio de mercado. Y el nominado en Dólares Ley Nueva York (TVPY) u$s 3,75, es decir, un 55% de su valor actual".
Rubén Ramallo
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