Bronway, la otra tabacalera apuntada junto con Sarandí en el "lobby del tabaco"
Podría decirse que el Sr. Darío Rubén Ippolito tiene muchas similitudes con el bautizado como "El señor de Tabaco" por aparentes "ventajas" en este negocio donde, al igual que el dueño de Sarandí, disfrutaría de beneficios por sobre los mayores fabricantes de cigarrillos. En especial, las multinacionales como Massalin y British Americano Tobacco (BAT).
Es que, al igual que Rubén Otero, el propietario de Bronway Technologys gozaría de los mismos privilegios otorgados por sendos amparos judiciales, que permiten no tributar impuestos internos que sí pagan las otras empresas del sector.
La maniobra de posible elusión tributaria estaría permitiéndole, como al propio Otero, ir ganando market share, al poder comercializar sus marcas como Pier; Liverpool; Dolchester o JG, entre otras, a precios mucho más bajos que las compañías que estarían en cumplimiento con lo que reglamenta la AFIP para el rubro tabacalero.
Con una planta industrial ubicada en la ciudad de Rosario, en su página web se presenta como "una empresa argentina que diseña y fabrica productos diferenciales, que nos posiciona como líderes en el mercado nacional".
Tabacalera Bronway: denuncias varias
Sin embargo, la tabacalera acumularía un sinnúmero de denuncias, del mismo estilo que las que enfrenta el dueño de Tabacalera Sarandí, aunque hasta ahora no ha logrado penetrar en el mercado tan profundamente como lo hizo "El Señor del Tabaco", en un sector donde las empresas locales como Bronway ya poseen casi el 40% de la torta, cuando hace cuatro años atrás, en abril del 2020, solamente controlaban el 8% del total.
De todos modos, no todas son buenas noticias para Ippolito y su tabacalera: al parecer, en Santa Fe acumula una serie de denuncias impulsadas por la AFIP, por ejemplo, por sus presuntas constantes amenazas y coacciones a camaristas y jueces que dictaminan en contra de sus intereses, rechazando los recursos de amparo que presenta para no pagar el impuesto interno.
Otro de los problemas que sumó en marzo pasado fue la suspensión de 172 trabajadores de la planta del barrio Nuevo Alberdi, ya que hace meses que no puede comercializar sus marcas debido, siempre según a la empresa, a los rechazos a sus amparos y también a un supuesto lobby que el propio Otero habría impulsado contra su competidora, tras haberse trabado la reforma que eliminaba el impuesto interno y que estaba incluida en la Ley ómnibus.
Según fuentes cercanas a Bronway, las suspensiones se deben a que, a diferencia de la justicia porteña, la Cámara Federal de Santa Fe canceló las medidas que declaran inconstitucional el impuesto interno.
"Por culpa de la AFIP"
La supuesta advertencia del dueño de la tabacalera a sus empleados es que la compañía estaría al borde del cierre, por la presión del organismo tributario y los fallos judiciales en contra ya que las cautelares que le permitían pagar menos impuestos fueron revocada por haber sido utilizadas "de manera abusiva", según los abogados de la AFIP.
A esto se le suma que el ente tributario negó la inscripción de Bronway en el registro de empresas tabacaleras, resolución tomada por el anterior administrador, Carlos Castagneto.
Pero, más allá de estas acusaciones que parten de la propia tabacalera, lo cierto es que junto con Sarandí, Bronway formaría parte del grupo de "pymes locales" que habrían sido denunciadas por varios diputados y gobernadores de las provincias tabacaleras por los beneficios que reciben, al no pagar el impuesto interno gracias a cautelares otorgadas por jueces federales que las favorecen ante el resto de las compañías más grandes.
Indagatoria en puerta
Por caso, el diputado Juan Manuel López, de la Coalición Cívica, calificó como "inexplicable" que el Estado Nacional "siga sin recaudar esos impuestos de algunas tabacaleras que gozan de cautelares".
Sus palabras se refieren a las denuncias presentadas por la AFIP contra Bronway ante el Juzgado Federal de Marcelo Baila que, según medios rosarinos, avanza a paso firme con las pericias ofrecidas por el organismo recaudador con el objetivo de llamar a Ippolito a indagatoria.
Los argumentos que utilizaría el magistrado se basan en los informes del organismo tributario, que habría detectado irregularidades durante una inspección de inventarios de mercadería realizada en las instalaciones de Bronway, y puesta en conocimiento en forma inmediata ante la Cámara Federal de Rosario.
Si el fallo se confirma, Bronway se quedaría sin un tratamiento impositivo diferencial y privilegiado, a diferencia de Sarandí que todavía sería acreedor de los mismos .
De acuerdo a reportes periodísticos de medios rosarinos, la AFIP cuestiona que Bronway "no sólo lanzó como propia la nueva línea de cigarrillos Premiun JYC (…), sino que además produce cigarrillos cuya elaboración y comercialización son declarados por otra tabacalera".
El informe oficial advierte que la maniobra "tiene como efecto convertir a la actividad en ilícita y que en ese marco los argumentos defensivos relativos a los puestos de trabajo no tienen cabida". También remarcan que las cautelares, al impedir el cobro de tributos en justa forma afecta la correcta percepción de la renta pública, además de otros bienes jurídicos para-fiscales de primordial importancia como lo es el derecho a la salud.
Aparentemente, la respuesta de Bronway ha sido denunciar un "fuerte lobby por parte de las empresas competidoras que concentran la mayor porción del mercado", a las que acusan de "entorpecer su actividad y poner en riesgo la continuidad de 261 trabajadores de la región".
Fuentes allegadas a la empresa argumentan que también, a partir del inicio de la pandemia, la AFIP no les provee las estampillas para comercializar los cigarrillos, debido a un teórico retraso en el pago de impuestos ante el ente recaudador.
Los abogados que representan a Bronway sostienen que esta última viene siendo perseguida a partir de una serie de acontecimientos que responden a una maquinaria aceitada que instala la idea de una empresa irregular.