Petrolera Aconcagua logra un canje de deuda superior al 96% y se abre una nueva etapa
La petrolera nacional Aconcagua Energía informó al mercado que recibió instrucciones de canje por el 96,42% del capital pendiente de pago por parte de los tenedores de las Obligaciones Negociables emitidas por la sociedad y que oportunamente informó que no podía hacer frente a sus vencimientos.
La empresa que apenas un año atrás era considerada una de las compañías que iban a consolidarse en el nuevo mapa petrolero de la Argentina, hoy está en una crisis financiera que se debatía entre la reestructuración de su deuda por unos u$s400 millones o afrontar finalmente la quiebra.
De esta manera, al cumplir Aconcagua la condición de que al menos el 90% del capital pendiente de pago acepte las nuevas emisiones de ON, puede ingresar a una nueva instancia de la negociación para el salvataje propuesto por Tango Energy, la compañía integrada por el gigante internacional Trafigura y la compañía Vista.
La oferta de canje presentada a comienzo de agosto incuía cuatro Obligaciones Negoiables Simples (clase XIX, XXI, XXII y XXIII) todas denominadas en dólares a plazos de 60 y 84 meses, bajo un programa autorizado por hasta u$s500 millones.
La empresa fue fundada por dos ex ejecutivos de YPF, Diego Trabucco y Javier Basso, quienes también llevaron a la petrolera a tener presencia en Vaca Muerta. En dicha zona, posee dos activos estratégicos desde que incluyó a la formación hidrocarburífera dentro de su plan de expansión que debía llevar a cabo durante este 2025.
Para fonder esa expansión, Aconcagua salió a buscar fondos frescos en los mercados de capitales, a partir de la emisión de Obligaciones Negociables (ON) con la que pretendía obtener u$s250 millones. Sin embargo, debió cancelar ese lanzamiento debido a que la tasa que le solicitaban los inversores fue considerada "impagable", ya que superaba el 12% anual.
Petrolera Aconcagua y el acuerdo con Tango Energy
Las causas de su default se pueden encontrar en varios desafíos que la empresa debió afrontar, como la volatilidad del precio del petróleo, costos operativos crecientes en pesos (especialmente salariales) y la necesidad de inversiones para mantener la producción.
En ese escenario, Aconcagua y Tango suscribieron a mediados de julio un acuerdo de inversión por el cual Tango, cuyo CEO es el ex YPF Pablo Iuliano, aportará un capital de u$s36 millones destinados prioritariamente al fortalecimiento patrimonial y al impulso del desarrollo operativo y estratégico, pero no a saldar deuda anterior.
El entendimiento contempla una potencial capitalización mediante una suscripción primaria de acciones representativas del 90% del nuevo capital social de la Sociedad, por lo que Tango Energy se convertirá en accionista controlante de Petrolera Aconcagua Energía y de Aconcagua Energía Servicios, asumiendo la conducción estratégica, mientras que los accionistas actuales y socios fundadores conservarán el 10% restante.
Este acuerdo estaba sujeto al cumplimiento de ciertas condiciones que incluyen la reestructuración exitosa de no menos del 90% de los pasivos financieros y comerciales de la Sociedad en términos aceptables para Tango en un plazo que vence mañana jueves. Sin ese aval de los acreedores, la nueva compañía no ingresa a Aconcagua, algo que se decidirá a partir de los resultados del canje.
A la par de este proceso, Aconcagua presentó al mercado los resultados del segundo trimestre con un saldo negativo de $200.192 millones, lo que se contrapone con una ganancia de 11.739 millones del mismo período del año pasado.