El comportamiento de los argentinos en las últimas semanas puso en evidencia que la cautela viene adueñándose de sus decisiones a la hora de definir cómo y en qué gastar el dinero.

Frente a ello, diversos expertos en la materia sostienen que las familias pusieron "pausa" y destacan que esta actitud surge en respuesta al fuerte aumento de precios que tuvo lugar en los supermercados aun cuando el congelamiento sigue vigente.

De hecho, en agosto -poco antes de llevarse a cabo las PASO-, se dio conocer que la inflación de julio que mide el Congreso había sido del 2,55%, uno de los niveles más altos registrados desde 2010.

En este escenario, se suma el hecho de que algunas de las propuestas del Ejecutivo no lograron el éxito esperado, como es el caso de la frustrada Supercard y la poco demandada "Ropa para Todos".

En tanto, el oficialismo se encontró con otra mala noticia el 11 de agosto, cuando el resultado obtenido en las urnas estuvo lejos de alcanzar sus expectativas.

Para los especialistas, el nivel de consumo -un "caballito de batalla" del modelo actual- ya permitía presagiar lo que sucedería en las Primarias.

"Es posible que el tema de Ganancias haya incidido en el voto de los argentinos porque una alta porción de la ciudadanía elige en función del bolsillo", remarca en diálogo con iProfesional Emiliano Schwartz desde la consultora especializada en consumo masivo Tomadato.

Es por esto que los analistas consideran que, posiblemente, este cuadro de situación haya impulsado al Ejecutivo a replantearse ciertas cuestiones clave.

Por ejemplo, dice Schwartz, puede haberlo llevado a "preguntarse por qué la gente buscó otras alternativas".

Así las cosas, en un contexto de consumo más frío, se dio a conocer la modificación del Impuesto a las Ganancias, que deja libres de pagar este impuesto a todos aquellos que perciban hasta agosto un salario menor a 15.000 pesos brutos.

Los analistas coinciden en que la medida funcionará como un "motor" que impulsará a los argentinos a gastar, a pesar de que la consideran una iniciativa con un horizonte acotado.

"Son $4.500 millones que van a tener un claro impacto en el consumo", asegura Martín Leal, economista especializado en finanzas personales.

Aunque advierte que "los efectos serán sólo de corto plazo".

En tanto, Juan Manuel Primbas, country manager de la consultora Kantar Worldpanel, considera que la incidencia positiva en las compras "va a tener una duración de dos o tres meses".

De esta forma, una nueva medida anunciada con bombos y platillos vuelve a plantear un interrogante sobre cómo seguirá todo después. "Hay que ver qué pasa cuando se produzca una suba en los precios", se pregunta el consultor.

Con la mira puesta en la clase media

La iniciativa impulsada por el Gobierno para engordar los bolsillos, presentada a dos meses exactos de las elecciones que tendrán lugar el 27 de octubre, tiene un destinatario puntual: la clase media, un sector que no respondió en las urnas como el oficialismo esperaba.

Así lo afirma Schwartz: "Va a favorecer principalmente a los sectores medios de la población".

En la misma línea, el consultor de Tomadato remarca que se "apunta a un determinado estereotipo de consumidor. Aquél que cobra entre $8.000 y $15.000".

Y agrega que la modificación en Ganancias funcionará a los efectos de "calentar el consumo" de este segmento de la pirámide.

La ecuación que plantean los expertos es clara: una inyección de dinero en un contexto de alta inflación -que las consultoras privadas estiman que en el año será del 24%- y sin suficientes alternativas de ahorro, lo que lleva a crear un estímulo al gasto.

"El alivio de Ganancias va a ir a consumo debido a la falta de opciones para invertir y los fuertes incrementos de precios", señala en diálogo con este medio Soledad Pérez Duhalde desde la consultora Abeceb.

Todo esto, por supuesto, hasta que dure el "hechizo" y los precios vuelvan a dispararse.

Así lo indica Leal desde una visión de mediano plazo: "A la larga, la aceleración inflacionaria va a terminar carcomiendo estos incentivos".

¿A dónde irá a parar ese dinero "extra"?

Un punto que destacan los expertos, en relación con el alivio fiscal, es que la clase media estará lejos de volcarse a actividades que impliquen algún tipo de resguardo de la inflación.

En cambio, señalan que los argentinos destinarán esos pesos al disfrute.

"Aquello que no se pague de Ganancias va a usarse para realizar compras de satisfacción en el corto plazo", dice Martín Leal.

En la misma línea, Primbas estima que los gastos que van a primar van a ser aquellos vinculados con "ropa y esparcimiento".

Y agrega que "la clase media va aprovechar este dinero extra para darse algunos gustos".

Los analistas destacan que esto no sólo se debe a que las alternativas de inversión disponibles hoy son escasas, sino también a una cuestión cultural.

Así lo explica Primbas, quien sostiene que, en lo que refiere al manejo del dinero, "hace años que en el país prima el corto plazo. Por lo tanto, es difícil que estos pesos vayan al ahorro".

A la hora de identificar cuáles son los rubros que se verán beneficiados por los bolsillos más "dulces" en los próximos meses, aparecen los siguientes:

• Turismo

Cuando se pide a los analistas que señalen las áreas que podrán sacar provecho de los cambios en Ganancias, enseguida puntualizan en primer lugar "el sector de viajes".

Es el caso de Schwartz, quien sostiene que la modificación "impactará sobre el gasto destinado a las vacaciones".

Otro de los que consideran que el alivio tendrá un efecto sobre el turismo es Leal quien enfatiza: "Va a beneficiar a este rubro y mucho".

Lo que ocurre es que, sumado a la proximidad de fin de año, son varios los argentinos que optan por adelantar la compra de paquetes turísticos y pasajes por miedo a que luego de las elecciones de octubre se lancen nuevas medidas que afecten a los gastos realizados en el exterior.

"Como temen que se tomen decisiones de este estilo después del 27, muchos anticiparon las reservas", concluye Leal.

Y puntualiza que "se estima que la salida de dólares por turismo este año va a ser de u$s10.000 millones".

• Esparcimiento

Un segundo destino de este ahorro fiscal es el esparcimiento.

De acuerdo con Leal, es posible que la medida genere un incremento de los gastos llamados "discrecionales"- aquellos de los cuales se puede prescindir o que no son esenciales-.

Es por esto que, pronostica el experto, los consumidores se verán tentados a "salir más a comer afuera, ir al cine o realizar actividades fuera de su hogar".

•Indumentaria

Los shoppings también podrán sacar una ventaja de la nueva situación de una parte de los asalariados.

"La medida va a favorecer las ventas de indumentaria y esto podría impulsar una suba en la comercialización de los centros comerciales", dice Leal.

•Supermercados

Los expertos destacan que aquellos que se vean beneficiados frente a Ganancias se darán más lujos a la hora de recorrer las góndolas.

Aunque, por otra parte, también señalan que en este rubro el impacto será un tanto menor que en el resto.

Contrapeso

Si bien la nueva inyección al consumo tendrá un efecto que se podrá percibir desde el próximo mes, los expertos apuntan que existen suficientes motivos para pensar que otras cuestiones de fondo pueden generar un contrapeso en el entusiasmo de los argentinos por gastar.

Principalmente, hacen referencia a la sensación de incertidumbre que tiende a inhibir las compras.

Es que "el temor por no saber lo que ocurrirá con la economía no se resuelve con una modificación de Ganancias", apunta Pérez Duhalde.

Y advierte que "muchas de las medidas que toma el Gobierno generan preocupación en las personas".

Un segundo motivo por el cual el escenario actual no es el más óptimo para gastar impulsivamente el dinero tiene que ver con la estabilidad laboral.

En este sentido, la ejecutiva de Abeceb hace hincapié en que "el mercado de trabajo hoy está frenado y ese problema todavía no está solucionado".

Sobre este punto, Leal no se muestra mucho más optimista al indicar que, si bien con la nueva iniciativa "se impulsa al consumo, la inversión sigue cayendo y las empresas cada vez toman menos gente".

Estas son las cuestiones que llevan a los analistas en consumo a pensar que este tipo de medidas representan un "parche" en vísperas de las votaciones de octubre, pero no llegan a resolver las cuestiones de peso. Y tildan el nuevo anuncio de "electoralista".

"Las modificaciones no solucionan el problema de fondo", apunta Pérez Duhalde.

Con la mirada puesta en octubre

Más allá de las dudas sobre efectividad real que la suba del piso de Ganancias vaya a tener, los expertos coinciden en afirmar que, en términos electorales, el "timing" fue el correcto.

Al respecto, Leal sostiene que "el tiempo político del anuncio fue bueno y es coherente con el ciclo de campaña".

En la misma línea, Schwartz puntualiza que "el termómetro que se usó para decidir cuándo lanzar la medida fue bastante apropiado".

Por otra parte, el "combo" conformado por esta iniciativa y el cierre de paritarias hace pensar que la segunda mitad de 2013 será más óptima en materia de compras.

"El último semestre del año va a ser mucho más fuerte que el primero en términos de consumo", señala Primbas.

Es que los estímulos al bolsillo vienen "como anillo al dedo" a las visitas al shopping en un contexto en que las opciones de inversión resultan insuficientes.

Así lo resume el ejecutivo de KantarWorldpanel: "Mientras que la gente no pueda ahorrar, va a seguir gastando sus pesos".

Aunque, ante un escenario en el cual reina la incertidumbre, las compras de los argentinos estarán aún lejos de representar un "boom".

En este contexto, Leal concluye que "una vez que se regrese a la normalidad, el consumo volverá a amesetarse".

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