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Queda poco para las elecciones de octubre y el Ejecutivo hace su gran apuesta a mejorar el humor de los votantes. Para ello, irán a la economía $90.000 M
05/09/2013 - 14:10hs

Para el Gobierno, el hecho de que los beneficiados por el alivio en Ganancias se vuelquen masivamente al consumo se transformó en una cuestión vital.

No sólo pone en esta iniciativa sus esperanzas de revitalizar una economía fría que se está quedando sin sus tradicionales "locomotoras", sino que, además, espera que ese repunte consumista se traduzca también en una recuperación electoral de cara a las próximas legislativas.

A los $4.500 millones que dejarán de ingresar a la AFIP por Ganancias para revitalizar el nivel de compras, se le deben sumar otros rubros, como la mejora en las asignaciones familiares, los ajustes en los programas de asistencia social y la suba del salario mínimo y de las jubilaciones.

El efecto combinado de todos estos cambios implica que en el último cuatrimestre se volcarán al consumo nada menos que unos $17.000 millones.

Si, además, se cuenta el ajuste semestral de las jubilaciones, entonces el impacto llega a casi $32.000 millones. También a esto se le agrega el efecto de los asalariados que cobrarán un reajuste en los próximos meses, que fuentes oficiales cifran en $56.000 millones.

En este contexto, la masa de dinero que engrosará la economía será de unos $87.600 millones, según las estimaciones que se realizan en los despachos oficiales.

Con la mira puesta en la clase media

Las medidas impulsadas por el Gobierno para engordar los bolsillos, en particular el alivio en Ganancias, tienen un destinatario puntual: la clase media, un sector que no respondió en las urnas como el oficialismo esperaba.

Según estiman expertos en temas tributarios, la mejora en el bolsillo de los asalariados por el cambio en el piso de este tributo puede llegar a implicar unos $440 por mes para aquellos que se encuentran en el grupo más beneficiado.

"Va a favorecer principalmente a los sectores medios de la población. Se apunta a un amplio rango de consumidores, aquellos que cobran entre $8.000 y $15.000", indica Emiliano Schwartz, desde la consultora especializada en consumo masivo Tomadato.

La ecuación que plantean los expertos es clara: una inyección de dinero en un contexto de alta inflación, y sin suficientes alternativas de ahorro, lleva a crear un estímulo al gasto.

"El alivio en Ganancias va a ir a consumo, debido a la falta de opciones para invertir y los fuertes incrementos de precios que hace que las personas busquen adelantar compras", señala en diálogo con este medio Soledad Pérez Duhalde, de la consultora Abeceb.

¿A dónde irán a parar esos pesos "extra"?

Los analistas en consumo anticipan que buena parte del dinero "extra" que se volcará al mercado será destinado al disfrute.

"Aquello que no se pague de Ganancias va a canalizarse a las llamadas compras de satisfacción de corto plazo", dice Martín Leal, economista especializado en finanzas personales.

Los analistas destacan que esto no sólo se debe a que las alternativas de inversión disponibles hoy son escasas, sino también a una cuestión cultural.

Así lo explica Juan Manuel Primbas, country manager de la consultora Kantar Worldpanel, quien sostiene que, en lo que se refiere al manejo del dinero, "hace años que en el país prima el corto plazo. Es difícil que estos pesos de más vayan al ahorro".

A la hora de identificar cuáles será los rubros que se verán más beneficiados por billeteras un poco más gordas, aparecen los siguientes:

1. Turismo

Cuando se le pide a los analistas que señalen las áreas que podrán sacar mayor rédito de la fuerte inyección de dinero realizada por el Gobierno, enseguida señalan a los viajes entre los lugares "top".

"Impactará sobre el gasto destinado a las vacaciones", sostiene Schwartz.

Otro de los que considera que el alivio tendrá un efecto sobre el turismo es Leal quien enfatiza: "Va a beneficiar a este rubro y mucho".

Lo que ocurre es que, sumado a la proximidad de fin de año, son varios los argentinos que optan por adelantar la compra de paquetes turísticos y pasajes por miedo a que luego de las elecciones de octubre se lancen nuevas medidas que afecten a los gastos realizados en el exterior.

De esto dan fe los ejecutivos de las agencias de viaje, que remarcan que están experimentando un pico de demanda y de consultas, con particulares y familias apresurados por contratar sus vacaciones de verano.

Leal señala que "como temen que el Gobierno aplique un nuevo recargo tras las elecciones, muchos anticipan las reservas". Y puntualiza que "se estima que la salida de dólares por turismo este año va a ser de unos u$s10.000 millones".

2. Esparcimiento

Un segundo destino de esta "mega inyección" de dinero que hará el Ejecutivo será el esparcimiento.

De acuerdo con Leal, es posible que gran parte del dinero que el Gobierno vuelque para "fogonear" el espíritu consumista genere un incremento de los llamados gastos "discrecionales".

Es decir, aquellos que se reactivan rápidamente apenas se genera la "sensación" de contar con unos pesitos de más, aunque esa compra entre la categoría de "no escencial".

Según Leal, los consumidores se verán tentados a "salir más a comer afuera, ir al cine o a realizar distintas actividades fuera del hogar".

3. Indumentaria y electro

Los comercios y grandes shoppings también podrán sacar una ventaja del caudal de pesos que se volcará a la economía.

"La medida va a favorecer las ventas de ropa y calzado, lo que podría impulsar la facturación de los comercios", dice Leal.

Por otra parte, el ahorro en Ganancias será destinado también al rubro electrodomésticos, ya que permitirá contar con un mayor margen para abonar alguna cuota de los planes de financiación, un beneficio altamente valorado en este rubro.

En este sentido, un informe del Instituto de Estudios de Consumo Masivo (INDECOM) indica que un 88% de los argentinos canalizará el dinero que resulte de ese beneficio a gastos relacionados con la "compra de indumentaria, electrodomésticos, tecnología", entre otros productos.

4. Alimentos premium

Los expertos destacan que aquellos productos premium que tienden a ser relegados cuando el bolsillo aprieta, volverán a tener su lugar en el changuito.

En este sentido, señalan la fuerte correlación que existe entre la mejora en el poder adquisitivo y el mayor protagonismo de las llamadas primeras marcas.

La sensación de mejora, que da el hecho de contar con más cantidad de pesos en la billetera (hasta que la inflación la diluye) hace que determinados tipos de mercadería -como líneas gourmet, vinos de mayor valor, entre otros- tengan una mayor rotación en las góndolas.

Contrapeso

Si bien esta nueva inyección de dinero para consumo tendrá un rápido efecto, los expertos apuntan que existen otros motivos que harán de contrapeso al entusiasmo de los argentinos por gastar.

Principalmente, hacen referencia a la sensación de incertidumbre que tiende a inhibir las compras. Es que "el temor por no saber lo qué ocurrirá con la economía aun persiste", apunta Pérez Duhalde.

Un segundo motivo que frena un tipo de gasto más impulsivo se vincula con la mayor inestabilidad laboral.

En este sentido, la analista de Abeceb hace hincapié en que "el mercado de trabajo hoy está frenado y ese problema todavía no está solucionado".

Sobre este punto, Leal no se muestra muy optimista al indicar que, si bien con la nueva iniciativa "se impulsa al consumo, la inversión sigue cayendo y las empresas cada vez toman menos gente".

Apuesta al recalentamiento

Los funcionarios K fueron explícitos al señalar que esperan que todo este dinero se transforme inmediatamente en gasto de las familias.

Los expertos señalan que, efectivamente, el actual contexto marca que están dados todos los incentivos para que pocos pesos "extra" vayan a la alcancía.

Aun así, hay algunos puntos que hacen que el Ejecutivo no pueda festejar por adelantado.

Uno de ellos es el comportamiento de los argentinos de estas últimas semanas, que puso en evidencia que la cautela viene adueñándose de sus decisiones a la hora de definir cómo y en qué gastar el dinero.

Analistas destacan que las familias han puesto "pausa" y que esta actitud responde al fuerte aumento de precios que tuvo lugar en los supermercados -pese al congelamiento- y al mayor costo de algunos servicios que afectan el presupuesto de la clase media.

De hecho, en agosto -poco antes de llevarse a cabo las PASO-, se dio conocer que la inflación de julio que mide el Congreso había sido del 2,55%, uno de los niveles más altos registrados desde 2010.

También influye negativamente la percepción de que el empleo ingresa en una etapa de deterioro. Y las noticias recientes sobre suspensiones de turnos en grandes empresas no ayudan, precisamente, a mejorar el clima.

Otro de los problemas es que, aun cuando todo el nuevo dinero se transforme en consumo, no necesariamente implicará una reactivación económica.

Para los economistas, buena parte de estos caudal puede destinarse al turismo externo, lo cual no sólo no beneficia al aparato productivo sino que, para peor, acelera la salida de dólares del Banco Central.

Otra parte de este dinero "extra" puede transformarse en más inflación.

"En teoría, el impulso oficial puede contribuir a dinamizar la economía, pero hay que ver cuánto de esto se va a incorporar a la oferta efectivamente. Porque sospecho que buena parte va a ir a importaciones y que, además, también va a haber presión sobre la inflación", afirma Gabriel Caamaño Gómez, economista jefe de la consultora Ledesma. Compre hoy, vote en octubre

Más allá de las dudas sobre la efectividad real que propicia el Ejecutivo para fogonear el consumo, los expertos coinciden en afirmar que, en términos electorales, el "timing" fue el correcto.

Al respecto, Leal sostiene que "el tiempo político de los anuncios fue bueno, en particular el de Ganancias, que ha sido coherente con el ciclo de campaña".

En la misma línea, Schwartz puntualiza que "el termómetro que se usó para decidir cuándo lanzar la medida fue bastante apropiado".

Por otra parte, el "combo" conformado por esta iniciativa y el cierre de paritarias hace pensar que la segunda mitad de 2013 será mejor en materia de compras.

"El último semestre del año va a ser mucho más fuerte que el primero en términos de consumo", señala Primbas.

Así lo resume el ejecutivo de KantarWorldpanel: "Mientras la gente no pueda ahorrar va a seguir gastando sus pesos".

¿Cuánto durará el "hechizo" consumista? Primbas considera que la incidencia positiva en el nivel de compras "va a tener una duración de dos o tres meses".

Queda entonces la incógnita de si esta fuerte apuesta que realiza el oficialismo cumplirá con el objetivo de otorgarle algún tipo de rédito electoral.

A juzgar por las primeras encuestas realizadas luego del alivio en Ganancias, las cosas no pintan fáciles para la administración K: la distancia entre Sergio Massa y Martín Insaurralde está llegando a un nivel de 12 puntos.

De confirmarse esta diferencia, quedaría en tela de juicio una máxima que ha regido durante todo el período kirchnerista y es la de que una suba en el consumo siempre implica una mejora en las urnas.