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Análisis de costo-beneficio: precios de posgrados aumentaron 25%, ¿siguen siendo una buena inversión?

En Estados Unidos un graduado cobra un 15% más en promedio que una persona sin título. ¿Qué ocurre en la Argentina, donde los MBA cotizan a $200 mil?
03/07/2014 - 10:09hs
Análisis de costo-beneficio: precios de posgrados aumentaron 25%, ¿siguen siendo una buena inversión?

Que un título de educación superior en la Argentina no es garantía de trabajo de calidad no es ya una novedad. Y sin embargo, año tras año no son pocos los que deciden invertir miles de pesos en una maestría o posgrado para continuar su profesionalización. 

Generalmente, el precio de estos programas se multiplica al mismo ritmo de la inflación. De acuerdo a las entidades académicas consultadas por Campus-iProfesional, los valores este año tuvieron un incremento de alrededor del 25 por ciento respecto de 2013.

Actualmente, el costo de un MBA, el curso emblemático de las escuelas de negocios, en cualquiera de las principales casas de altos estudios del país arranca en $120 mil y frecuentemente supera los $200 mil.

Más aún, en los casos en los la maestría se cotiza en dólares, el valor se mantiene año a año. Pero en pesos la ecuación cambia: el precio oficial de la moneda norteamericana en el mercado local aumentó 51,4% en los últimos 12 meses (entre junio y junio), y así los ejecutivos que aspiran a sumar ese valioso crédito a su CV deberán juntar cada vez más papeles argentinos para conseguir la misma cantidad de billetes verdes y abonarlo.

Claro que la inversión para llegar al ansiado título no es solo monetaria sino, sobre todo, de tiempo y esfuerzo, ya que en la Argentina la mayoría de los ejecutivos que cursan estos programas lo hacen con algunos años de experiencia laboral y a la par de su trabajo. Es por eso que la cursada es de medio tiempo y los pagos en cuotas se realizan durante un año y medio o dos.

A estos elementos hace falta sumar otro dato: por la informalidad y falta de protocolos con la que se suelen manejar las empresas en la Argentina, no hay cifras estándar de cuánto se incrementa el salario al que puede aspirar una persona una vez que se recibe. Por lo tanto, tampoco el graduado tiene forma de saber cuándo recuperará su desembolso.

En general, "si el empleado mantiene el mismo puesto y realiza un posgrado, no es obligación de la compañía aumentar el sueldo. En casos de hacer un cambio a un nuevo puesto, ya sea en otra firma o por un ascenso, este cargo puede que tenga peso e influya en la remuneración", explicó María Olivieri, Executive Manager de PageGroup.

Este escenario de incógnita plantea entonces la pregunta: ¿estudiar un posgrado continúa siendo una buena inversión?

En Estados Unidos al menos, el panorama parece estar más claro. Un informe del Banco de la Reserva Federal de Nueva York analizó cómo en los últimos años las matrículas se incrementan mientras los graduados ganan cada vez menos al recibirse. Pese a esto, la entidad financiera aseguró que aún vale la pena hacer el esfuerzo.

De acuerdo a los autores del reporte, esta relación costo-beneficio se ha mantenido estable en las últimas décadas en Norteamérica: "Un análisis realizado desde 1970 demuestra que los beneficios del título todavía tienden a sobrepasar a los costos, ya que ofrecen un retorno del 15% en la última década". Es decir, un graduado universitario generalmente cobra en Estados Unidos, al menos, un 15% más que una persona sin esa acreditación. 

Asimismo, afirman que esta relación se sostuvo sin grandes variaciones a través de las décadas, pese al aumento de precio de las matrículas y a la caída del poder adquisitivo, "porque los sueldos de quienes no tienen un título también han caído". 

No obstante, de acuerdo al reporte del banco norteamericano revelado a fines de junio, "el campo de estudio juega un papel importante en el éxito de los graduados".

Los egresados de carreras de ingeniería, matemática o ciencias de la computación son los que perciben un mayor retorno por su inversión; entre un 21 y 18% de su salario.

Por otra parte, quienes se gradúan en arte, lujo y hospitalidad tienen incrementos menores, en el orden del 9%, lo cual, de acuerdo al organismo newyorkino, "aún es una cifra que fácilmente sobrepasa el umbral de una inversión sensata".

Resultados intangibles

La Argentina carece de estudios recientes de este tipo que determinen la diferencia salarial promedio entre quienes cuentan con un título universitario y quiénes no. La frontera parece ser aún más difusa para los que egresan de carreras o programas superiores a los de grado.

Si bien no hay estándares respecto de la brecha monetaria, los expertos aún sugieren enfáticamente apostar a la profesionalización. "Si la persona dispone de tiempo y dinero para realizar este tipo de inversión, recomiendo en un 100% inclinarse por estudiar una maestría o un posgrado. Este tipo de estudios abre muchas más puertas y refleja a un profesional mejor formado, inquieto y maduro", indicó Olivieri.

Es por estas mayores posibilidades de carrera y mejor remuneración que las personas no dejaron de estudiar incluso en etapas inflacionarias como la que atraviesa la Argentina, con pérdida del poder adquisitivo a la par de incrementos de precios que impactan en las matrículas.

Lo que sucede es que, "para el caso, hay inflación en todo, en los honorarios que se cobran también. La decisión no pasa por ahí sino por considerar que el título agrega valor", indicó Soledad Corbière, directora de la consultora PLB y coach de carrera.

Precisamente, debido a que ahorrar en moneda nacional no es una reserva segura, las personas pueden preferir incrementar su propio capital o "empleabilidad" a partir de su formación académica, asegurándose además pagar los precios actuales de los programas antes de que se incrementen.

A la vez, el posgrado o maestría se ve como un objetivo "alcanzable", en detrimento de otros más costosos, como cambiar la casa. Pero incluso una vez realizada la inversión y alcanzada esa meta, medir el retorno será una tarea más difícil. Mientras que el costo está claro, su benefcio será más intangible

¿Cuál es ese valor? Para Corbière, la capacitación "abre a los profesionales las fronteras de aplicación de su trabajo, mejora su entendimiento de pares que miran el negocio desde otra arista, lo cual contribuye para la comunicación".

Y la titular de PLB especificó que, para los graduados de MBA, "que en general trabajan en puestos jerárquicos en grandes empresas", la relación entre el salario previo y posterior a tener el título no es tan importante como el hecho de que éste "los habilita a ser vistos por la organización para nuevos puestos de mayor jerarquía, entonces 'entran' en la terna interna".

Qué pasa en las empresas

También en lo que refiere a formación del personal, las compañías realizan el tradicional análisis de costo-beneficio. Y la lógica indica que en tiempos de incertidumbre económica, la capacitación suele ser una de las primeras "víctimas" de los recortes de presupuesto.

"Como proveedora de capacitación 'in company', creo que en esas etapas lo que sucede es que se restringen los temas y se selecciona con más detalle a quién le van a dar la capacitación", analizó Corbière.

Es por eso que quienes aspiran en esta época a obtener la asistencia financiera en el pago de un posgrado deben multiplicar el desembolso para cubrirlo por sí mismos, o al menos redoblar los esfuerzos para lograr el apoyo del empleador.

Pero no todas son malas noticias. En esta tarea, la tendencia pareciera estar a su favor: "Si bien en épocas de más cautela se tiende a recortar el presupuesto de Recursos Humanos, a la vez el contexto obliga a recurrir a la creatividad para generar compensaciones y beneficios no remunerativos que acompañen el salario. Es por esto que las capacitaciones juegan un rol clave hoy en día", dijo al respecto Olivieri.

"El tipo de capacitación que se pueda brindar estará sujeto al tipo de profesional, área de desempeño, jerarquía, estadio de la carrera y que el individuo lo perciba como beneficio y se motive. Hay compañías que establecen acuerdos con sus colaboradores a través de los cuales solventan un determinado porcentaje del posgrado o la maestría. Dependiendo del puesto o de la empresa, puede suceder que la financiación se haga al 100%", agregó la ejecutiva de PageGroup.