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La Cámpora "embiste" contra la Cajita Feliz: busca imponer fuertes restricciones al menú de McDonald's

En el Congreso un proyecto de ley busca impedir que la cadena de comida rápida incluya juguetes para incentivar la venta de alimentos hipercalóricos
23/12/2014 - 18:15hs
La Cámpora "embiste" contra la Cajita Feliz: busca imponer fuertes restricciones al menú de McDonald's

La popular cadena de comidas rápidas McDonald's, que en la Argentina cuenta con más de 200 locales que le reportan una facturación anual del orden de los u$s700 millones, volvió a quedar bajo la lupa del Gobierno.

Cabe recordar que la compañía ya había estado en el ojo de la tormenta cuando el entonces secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, obligó a los directivos a congelar el precio de su hamburguesa más vendida, la Big Mac, para evitar que el país se ubique como el más caro del mundo para este icónico producto en el relevamiento que realiza la revista The Economist.

Ahora, el oficialismo vuelve a la carga, esta vez a través de un proyecto de ley impulsado por los legisladores camporistas Juan Cabandié y Andrés "Cuervo" Larroque, entre otros, que embiste contra uno de los grandes símbolos de la cadena de origen estadounidense: la Cajita Feliz.

El objetivo de la iniciativa, que ya cuenta con media sanción en el Congreso, es la de eliminar de los menús alimenticios todos aquellos objetos que incentiven la compra de alimentos hipercalóricos.

Básicamente, la normativa apunta contra los juguetes que están incluidos en combos como el de la Cajita Feliz, que muchas veces suelen incidir en las decisiones de compra de los padres.

El texto, impulsado por militantes de La Cámpora hace especial foco en el problema de la "obesidad infantil" y en la necesidad de modificar hábitos.

En concreto, según expresa el proyecto de ley en su artículo 1°, su propósito es "regular la venta de menús alimenticios que inciten a la compra mediante objetos de incentivo para consumo a fin de contribuir a la promoción de hábitos saludables" (ver imagen).

Paralelamente, en su artículo 6° se plantea que, de aprobarse esta iniciativa, los lugares que vendan menús con estas características serán sancionados con multa "de 800 a 10.000 unidades fijas y el decomiso de la mercadería". 

Llegado el caso, se podrá incluso llegar a realizar una clausura por un período de hasta treinta días.

De acuerdo con el artículo 7° del proyecto, el dinero que se recaude a partir del cobro de multas será destinado a programas que fomenten la alimentación saludable y lucha contra la obesidad infantil que sean implementados por el Poder Ejecutivo:

En este punto, la inciativa impulsada por los diputados oficialistas menciona a los menús que incluyen frutas y verduras o aquellos que no superen el nivel calórico recomendado por los expertos en nutrición como una excepción a la regla y señala que, en estos casos, sí se permite la incorporación de objetos que estimulen a la compra. 

Otras acciones vinculadas

Si bien el proyecto oficialista "golpearía" principalmente a un ícono fuerte de la marca McDonald's, como es el caso de la Cajita Feliz, de convertirse en ley, la iniciativa también funcionaría como un freno para otras acciones de marketing que ocasionalmente suele poner en marcha la cadena. 

Tal es el caso de la promoción que lanzó la empresa en 2014 que buscaba motivar la compra de sus hamburguesas a partir del famoso juego Monopoly.

La acción, que estuvo vigente a mitad de año, invitaba a despegar las etiquetas que se entregaban con algunos de los productos que comercializa la firma, para participar por un juego de mesa.

En el artículo 2°, el proyecto de ley incluye dentro de los denominados "objetos de incentivo para el consumo" a "cualquier objeto o servicio que genere interés en niños, niñas y adolescentes tales como: juguetes, juegos de mesa o digitales, tickets de admisión a eventos, tickets de promoción para la compra de alimentos, bebidas o la combinación de ambos" (ver imagen).

Hoy, La Cámpora; ayer, MorenoLa iniciativa de avanzar sobre uno de los grandes símbolos de la casa de comidas rápidas, como es el caso de la Cajita Feliz, genera polémica por tratarse de una de sus principales fuentes de ingreso.

Sin embargo, no se trata de la primera vez que el Gobierno le apunta al popular menú infantil.

En momentos en que era secretario de Comercio Interior, Moreno también intentó imponer cambios pero no ya por una cuestión de alimentación saludable, sino para frenar las importaciones de juguetes que todos los años realiza la firma de los arcos dorados y que los reemplace por otros de producción nacional.

El objetivo del entonces funcionario tenía una razón de ser: McDonald's es el mayor distribuidor de juguetes del mundo, con un 20% del total de las ventas. Y en la Argentina se había posicionado como uno de los 10 principales importadores de este tipo de artículos.

En ese entonces, la obsesión de Moreno pasaba por restringir al máximo las compras al mundo en un negocio que mueve cada año en la Argentina la friolera de u$s500 millones.

En concreto, el ex secretario presionó a los directivos para que McDonald's reemplace todos los juguetes chinos que ofrecía junto con la Cajita Feliz por productos de manufactura nacional, que en ese momento representaban menos del 40% de la comercialización y estaban en desventaja frente a los artículos importados.

En esa avanzada, la cadena de hamburguesas no fue la única que estuvo bajo la mirada del funcionario. También le apuntó a otras compañías que venden alimentos con los juguetes como "gancho", tales como Burger King, Ferrero Rocher y Danone.

Con el ojo puesto en las calorías

Cabe destacar que ya en el año 2011, Cabandié había promovido una propuesta muy similar a la que ahora impulsa junto a Larroque y otros legisladores, sólo que en ese momento la iniciativa estaba circunscripta al ámbito de la Ciudad de Buenos Aires.

El argumento que esgrimía ese texto era muy similar al que hoy se discute a nivel nacional: la necesidad de desincentivar la ingesta de productos hipercalóricos en los niños.

Cabe recordar que este tipo de iniciativas también tuvieron lugar en otras partes del mundo, como en la ciudad de San Francisco, en Estados Unidos, donde un grupo de padres se movilizó para protestar por la incorporación de objetos a la Cajita Feliz.

El mismo producto también fue motivo de polémica en Brasil, donde la cadena de comidas rápidas tuvo que hacer frente a una multa de u$s1,77 millones por entregar artículos junto a la comida, lo cual -según señaló una ONG local- inducía a formar hábitos alimentarios perjudiciales para la salud.

Otro de los países en que la "estrella" de la empresa estadounidense para los niños recibió duras críticas fue Chile. Allí, los representantes de las organizaciones de Padres y Apoderados de la Región Metropolitana, la Liga Ciudadana de Consumidores exigió que se prohibiera la venta de promociones que fomenten el consumo de comida dañina en chicos menores de 14 años.

Esto colocó en el ojo de la tormenta no solamente a McDonald's, son también a otras cadenas de comidas rápidas, como Burger King.

Las marcas se vuelven más saludablesLas denuncias a las marcas que son íconos de las comidas rápidas a nivel internacional surgen en un contexto en el cual los consumidores se inclinan cada vez más por reducir el consumo de calorías y apuestan por una alimentación más saludable.

En este punto, Rodrigo Fernández, miembro de la Asociación Argentina de Dietistas (AADYND), asegura que "la gente ahora pide no sólo comida rápida, sino también saludable".

Y agrega que esta tendencia obligó a las empresas a poner en marcha una serie de cambios.

Es por eso que, según destaca Fernández en diálogo con iProfesional, "las cadenas hoy están empezando a brindar alternativas más saludables porque tienen que adaptarse a lo que el público demanda y necesita".

En el caso de McDonald's, esto derivó en el agregado de nuevas opciones con más frutas y ensaladas a sus menús.

"Es un hecho que la cadena fue incluyendo más opciones con vegetales", dice Fernández.

Además, en los últimos años, la Cajita Feliz pasó a tener menos de 600 calorías, en línea con las orientaciones de la Organización Mundial de la Salud, que sugiere una dieta de 1.800 calorías diarias para niños de entre 6 y 10 años.

Los cambios de este producto incluyeron un aumento en vitaminas y en minerales, menos sodio, menos azúcar y calorías, y la inclusión de una porción de manzana.

Adicionalmente, la empresa ofrece la posibilidad de cambiar las papas del combo por una ensalada como acompañamiento, compuesta de lechuga y tomate, con menos de 10 calorías. "‹

Este cambio de estrategia que se evidencia en McDonald's también se advierte en otras marcas habitualmente asociadas con el consumo de productos altos en calorías, como sucede con Coca-Cola, que en los últimos años trajo a la Argentina la opción "Life", cuyo envase es verde y contiene endulzantes naturales. 

Así, de aprobarse la iniciativa, los responsables de marketing de la cadena de fast food tendrán un gran desafío por delante: cómo seguir captando la atención de los más chicos con hamburguesas y papas pero sin juguetes. O, a la inversa, cómo lograr incentivar las ventas a base de frutas y verduras.