A horas de la marcha del silencio que fiscales realizarán en homenaje al fiscal federal Alberto Nisman, la presidenta Cristina Kirchner habló en cadena nacional rodeada por miembros de su Gabinete, y pronunció un duro discurso.

Sin hacer alusión a la manifestación que se realizará esta tarde, en donde estará presente la ex mujer e hijas del fallecido funcionario judicial, la titular del Ejecutivo lanzó una férrea defensa a su gestión, en medio de los festejos por el funcionamiento de la central nuclear Atucha II, en la localidad bonaerense de Zárate.

"Para algunos que hace algunos días desconfiaban acerca de acuerdos que fuimos a celebrar para hacer crecer la economía, para incorporar inversiones, quiero decirles que esta obra fue hecha enteramente por argentinos", comenzó su alocución la mandataria, en un escenario en el que abundaron los cánticos en mención del ex presidente Néstor Kirchner.

"Perón lanzó Atucha I, una hoja después de este libro, lo tienen a Néstor Kirchner lanzando nuevamente un plan nuclear para la Argentina. Estos son los hombres que quedan en la historia, los otros se agotan en cinco minutos de televisión o una hoja de diario", deslizó la jefa de Estado, al celebrar la obra y apuntar sus elogios a su ex marido fallecido.

Después de ello, Cristina Kirchner no dudó en enumerar elogios de su gestión: "Argentina figura entre los once países que producen uranio enriquecido", aseguró.

"Somos hombres y mujeres de paz, no le ponemos bombas a nadie", disparó luego en un escenario montado a último momento durante el fin de semana del carnaval. Y en esa línea mantuvo el mismo tono efusivo de su discurso al decir que "el Gobierno no permite que nadie le marque la cancha".

Seguido a ello, la Presidenta reivindicó el modelo kirchnerista y afirmó que en el 2015, la tarea del Gobierno será "garantizar que quien conduzca tenga las mismas ideas. Esa es la mejor herencia que debemos dejar".

Asimismo, Cristina Kirchner afirmó que "no son voces ingenuas" aquellos sectores que cuestionan la política industrial del Gobierno y pidió que "no nos vengan a contar a nosotros que no vamos a defender el trabajo y las empresas de los argentinos".

En un discurso por cadena nacional, la titular del Ejecutivo sostuvo que "no es ingenua", al mismo tiempo que enfatizó que el país está cruzado "por profundos intereses políticos". "Lo importante es saber que se mueven en el mundo fuerzas que pretenden instalar conflictos donde no los hay", agregó.

Según la primera mandataria, "somos un modelo que el mundo respeta", en donde "se respeta la ley". "Un país se conoce cuando es posible vivir en paz entre nosotros", expresó en ese marco. Y volvió a insistir: "Tenemos que saber, si queremos conducir a los argentinos a buen puerto, que hay actores nuevos".

En su tramo final la Presidenta sostuvo que la disputa de poder es cómo le irá a cada ciudadano, porque, -según sostuvo- "si mandan los que más tienen, les va a ir peor".

"Estamos abiertos a todo el mundo, pero sin imposiciones de nadie, porque somos un país, como digo yo, de ovarios, por lo menos hasta el 10 de diciembre, después va a haber que elegir", completó.