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Las cadenas de supermercados esperan un repunte para las ventas en unidades hacia fin de año, pero no cubrirá la caída interanual que será del 3 por ciento
11/07/2016 - 10:52hs

Cerrado el primer semestre y mirando las perspectivas de la segunda mitad del año, los sectores del consumo pronostican un escenario no demasiado diferente al actual.

La Asociación de Supermercados Argentinos (ASU) asegura que hay cierta expectativa de que en diciembre y los días previos a fin de año haya un repunte en las ventas en unidades, pero que no alcanzará a cortar una caída interanual que será superior al 3 por ciento.

Las consultoras privadas que analizan el sector informan bajas en casi todos los rubros, compras más moderadas y migración a productos más económicos.

En parte, esto se debe a recorte en gastos que ahora las familias destinan a costear el pago de los aumentos tarifarios en servicios. La situación obligó a las cadenas a replantear estrategias.

Los números de ASU a los que accedió Diario BAE muestran que, salvo los alimentos (categoría que mejoró 0,3% en junio) el resto se muestra a la baja. En el caso de bebidas, fue de casi 8%, y del 10% en las alcohólicas. 

Las harinas ganaron terreno, y pastas secas son casi el único rubro que goza de buena salud. Los comercios, además, empezaron a vender más pan que harina procesada, aseguró el matutino.

Por otra parte, la venta de carnes rojas en comercios -dependiendo de cada cadena- retrocedió entre 6 y 7 por ciento en el último período. Hubo una migración de los consumidores al pollo o a cortes más económicos como la falda.

El diagnóstico coincide con los datos de la Cámara de la Industria y Comercio de Carnes y Derivados de la República Argentina (CICCRA), que reportó una baja del consumo de 7,7% durante el primer semestre.

Otra de las estrategias que emplearon los consumidores es el reemplazo de marcas: hoy de cada 100 productos que venden los súper, 13 son segundas marcas o marcas propias de las cadenas.

Esto ocurre sobre todo en los casos de yerba, productos de limpieza, galletitas, conservas, quesos y lácteos.

"No vemos señales de que en el segundo semestre haya cambios, porque además entendemos que las perspectivas de empleo y actividad están complicadas", explicó a BAE Juan Manuel Primbas, director general de Kantar Worldpanel.

También detalló que hay escasa financiación con tarjeta de crédito, porque los intereses son más altos, y eso impactó en menor estímulo a la demanda.

La expectativa de las consultoras, los economistas y las empresas es que los precios bajen, producto de la retracción de la demanda. Pero en los últimos días empezaron a preocupar dos cuestiones: los precios de la leche y el aceite.

En el aceite el incremento se explica por el desarme paulatino del fideicomiso aceitero que garantizaba actualización de los precios hasta alcanzar valores de mercado. Según datos de los supermercados, el producto aumentó hasta un 20% el jueves último. Con la contrapartida que el aceite no está en la nueva lista de Precios Cuidados. 

En los lácteos, en tanto, los productos enviaron listas de valores actualizadas, que impactaron en $2 o $3 más en la leche de cartón de primera marca, que pasó de costar 19 a 22,50 pesos. Además, el viernes pasado el Gobierno autorizó un alza menor para la leche dentro de Precios Cuidados. 

De acuerdo al último informe del Instituto de Estudio de Consumo Masivo (Indecom), los lácteos más básicos, como la leche fluida en sachet, cayó 3,5% en volúmenes entre enero y abril. Y en mayo empezó a sacar la cabeza del pozo con una recuperación leve del 0,8 por ciento.

"A estos sectores, los bajos, que hoy están consumiendo, debería favorecerlos la medida de devolución del IVA", explicó Miguel Calvete, ex abogado de los supermercadistas chinos y titular del Indecom. Para el empresario, "por más que algunos digan que $400 o $600 es poco, eso se vuelca 100% al consumo".

El otro factor a observar y que podría mejorar el corto plazo es la inyección al consumo de los aumentos de salarios logrados en paritarias.