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Sus gerentes de Marketing lo confiesan: ofrecer descuentos en indumentario con sus tarjetas ya no les está "resultando negocio" 
28/07/2016 - 14:07hs

Era algo que se venía comentando hace meses en el sector bancario casi como un secreto a voces, pero hoy está cada vez más cerca de convertirse en una realidad: el esquema promocional de consumo apalancado por los descuentos con tarjeta se puede cortar.

¿A partir de cuándo? "Todavía no tenemos una fecha definitiva de corte, pero estamos evaluando qué hacer con este tema porque nos dimos cuenta de que las promos con los plásticos no nos están redituando", confiesa a iProfesional, off the record, el gerente de Marketing de uno de los cinco bancos líderes del país.

Según explica, las rebajas- que hoy promedian un 15% en indumentaria, y un 20% en el caso de los clientes Premium- ya están dejando de ser "negocio" para las entidades financieras.

Este no es un dato menor si se tiene en cuenta que, según un informe de la consultora especializada en consumo CCR, en la actualidad tres de cada cuatro argentinos toman una decisión de compra en función de los descuentos que se ofrecen en el mercado.

Pero este esquema podría llegar a su fin. Al desplome en las ventas minoristas de más de 9% en términos interanuales (según datos de la CAME) se suma que, dado el contexto recesivo, los bancos argumentan tener menor margen para destinar a las acciones promocionales y atrás quedan aquellas generosas rebajas de hasta un 35% que solían ofrecer en momentos de "boom" de consumo.

Por otra parte, de no ser por el programa oficial Ahora 12, las cuotas también serían reducidas, dado que las entidades financieras habían achicado sus planes de financiamiento hasta limitarlos a tres cuotas sin interés.

Cuando se les consulta sobre este tema a quienes toman las decisiones vinculadas con estrategias de Marketing sobre los motivos por los que piensan en "bajarse del tren" de los descuentos, estos señalan que son principalmente dos:

•Les resulta más conveniente realizar promociones "one shot"

A diferencia del esquema actualmente vigente, que consiste en promociones con un descuento fijo un determinado día de la semana, las entidades financieras hoy prefieren las rebajas esporádicas.

En el caso de BBVA, por ejemplo, la apuesta es por las "alertas de descuentos": son rebajas muy fuertes -de hasta un 40%- que se avisan el día anterior a través de las redes sociales y la web del banco y duran entre uno y cinco días.

Galicia y Santander Río son otros de los bancos que también apelan a esta estrategia.

•Se sienten "traicionados" por las marcas

Desde los bancos -sin dar su identidad- admiten que la estrategia de las famosas promos con tarjeta consistía en "inflar los precios en función de los descuentos", de manera que el cliente que fuera en busca de un producto en un shopping sin un plástico en la mano pagaba un valor "extra" (el del porcentaje de la supuesta rebaja), mientras que aquel otro que comprara el día del descuento, abonaba en verdad el valor real de la mercadería.

Hasta ahí el negocio iba "sobre ruedas" para ambas partes: las marcas tenían más afluencia de público en sus locales, y los bancos ganaban en fidelización, dado que las rebajas son uno de los principales factores de decisión a la hora de elegir una entidad financiera por sobre otra.

Pero esto cambió. En los últimos meses, los bancos empezaron a advertir con desagrado que algunas firmas "se cortaban solas".

"Ahora, el día que no ofrecen descuento en conjunto con nosotros, empiezan a otorgar rebajas las marcas por su cuenta", dice enojado el gerente de Marketing que eligió preservar su identidad.

Y agrega: "Eso nos complica mucho, porque la gente no elige ir el día en que tenemos el acuerdo". Un ejemplo de esto son las rebajas que algunas firmas con presencia en varios centros comerciales como Vitamina, que se ofrecen en conjunto con el plan "Ahora 12" determinados días de la semana.

Lo cierto es que los bancos están reconsiderando hasta qué punto tiene sentido continuar con esta estrategia. Cabe recordar que el esquema de descuentos con plásticos bancarios se instaló en la Argentina poco después de la crisis de 2001, en tiempos en que los bancos habían perdido fuertemente credibilidad a causa del "corralito" y sus terribles efectos sobre la economía personal de los argentinos.

En ese momento, las promociones resultaron el negocio salvador, cuando el tradicional negocio de la intermediación financiera se redujo a su mínima expresión y las entidades apelaron a facturar por las comisiones de los servicios, tales como la tarjeta.

Pero eso no fue todo, sino que además esas promociones se volvieron un punto estratégico en términos de marketing, en un escenario en el cual la publicidad tradicional estaba vedada, ya que las palabras típicas que suelen utilizar en sus campañas -tales como "confianza", "seguridad", "futuro"- sonaban a una mentira para los argentinos, poco después de que estos hubieran perdido sus ahorros.

Con el paso de los años, la modalidad de los fuertes descuentos con tarjeta quedó en pie, pero el contexto del negocio bancario cambió.

¿Quién tira la primera piedra?

La decisión de ir retirándose de a poco de la alianza permanente con los shoppings está casi tomada, pero desde el sector bancario admiten que lo difícil es ser el primero en animarse a cortar con este sistema de descuentos tan encarnado entre los argentinos.

"El costo de mantener este esquema de promociones es demasiado alto, pero alguno de los bancos tiene que ser el que tome la iniciativa y se baje primero", confiesa el gerente de Marketing que no quiso difundir su identidad.

Sin embargo, algunas señales de que las relaciones entre bancos y shoppings no van de viento en popa se han hecho notar en los últimos años.

Por ejemplo, en la actualidad el BBVA ya no tiene alianzas con ningún centro comercial en particular, sino que optó por negociar puntualmente con determinadas marcas para hacer promos del estilo "one shot" en determinados días de la semana.

En la misma línea, es notorio cómo se han ido reduciendo paulatinamente los porcentajes de ahorro que se ofrecían en el mercado. Mientras que cinco años atrás, los descuentos promediaban un 25%, hoy las rebajas permanentes entidades financieras se ubican cerca de un 15%. Y sólo los clientes VIP pueden acceder a un generoso 20%.

Dejando afuera a los shoppings

Debido que el esquema promocional habitual -integrado por el trinomio bancos, shoppings, marcas adheridas- empieza a resultar no rentable para algunas entidades financieras, según admiten desde el sector, la clave de aquí en adelante consiste en dejar por fuera del "círculo de las promos" a uno de estos tres actores: los centros comerciales.

Sucede que las negociaciones directas con las firmas resultan una opción más atractiva para los bancos, que hoy apuestan por evitar la intermediación de los shoppings.

"Nos conviene negociar con la empresa, sin tener que hacer alianzas con todo el mall", dicen a iProfesional desde una de las entidades financieras líderes del mercado.

Y agregan que "las favoritas" para los bancos a la hora de ofrecer alguna rebaja y fidelizar al cliente son, principalmente, tres: Legacy, Kevingston y Mimo.

Otras de las desventajas de sus alianzas con shoppings, según explican, es que no siempre las "marcas adheridas" a las promociones que vienen en el "combo" que ofrecen los centros comerciales son las que ellos elegirían para ofrecer sus descuentos.

Frente a la pregunta acerca de cómo se financian los descuentos, los gerentes de Marketing de los bancos explican que "eso depende de la negociación que se haga con cada empresa".

"Con cada marca, el negocio es distinto. Muchas veces la rebaja es cubierta por el banco, pero si baja la afluencia de público al local, ellos mismos participan del descuento. En el caso de las marcas internacionales, por lo general los ahorros que se ofrecen corren por su cuenta", describen.

Un lento despegue

Como con el paso de los años las promociones con tarjeta se han vuelto casi un "commodity" para los argentinos, desde los bancos admiten que un corte tajante de este sistema es prácticamente imposible. Es por eso que han optado por dos caminos más sutiles, para evitar una retirada abrupta:

Espaciarlas

Una de las ideas que se discuten en estos momentos es la progresiva huida de las "promos semanales" y la apuesta por acciones más esporádicas

Reducir los porcentajes de descuentos

Desde los bancos admiten que es posible que, en sus próximas negociaciones con marcas y shoppings, las rebajas que se otorguen sean aún más pequeñas.

Otros de los "cambios" que se prevén ya de cara al 2017 tiene que ver con un plan que la gestión macrista heredó del Gobierno anterior y que algunos comerciantes describen como una "pesada mochila": el plan Ahora 12.

Si bien este programa fue el plan vinculado con el consumo que tuvo mejor recepción entre los argentinos -dado que hoy permite financiarse en 12 pagos en un contexto en el que la inflación supera el 40%, según admitió el Ministro de Hacienda, Alfonso Prat Gay-, las entidades financieras "se quieren bajar".

"Nos complica el negocio", reconocen desde uno de los bancos.

Por ahora, el Gobierno nacional aseguró que este plan estará vigente hasta el 30 de septiembre de este año, pero de allí en más no está asegurada aún su continuidad.

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