Con un decálogo al que tituló "Diez reflexiones sobre la política monetaria y el proceso de desinflación", el presidente del Banco Central, Federico Sturzenegger, defendió a rajatabla la estrategia de esa entidad para luchar contra la inflación, a dos años del inicio de su gestión.

"La inflación en Argentina está bajando sin apelar a los falsos atajos del pasado", indicó el funcionario, quien destacó que el proceso de desinflación ocurre "sin recurrir al atraso de tarifas y con tipo de cambio y precios libres".

En esa línea, destacó que el promedio móvil de la inflación núcleo de los últimos tres meses "avanza a una tasa anualizada de 18,4 por ciento".

Con respecto a la emisión de letras del Banco Central (Lebac), sostuvo que hay "coordinación con la política fiscal" y que las metas de inflación se fijaron en línea con las transferencias al Tesoro.

"La asistencia monetaria al fisco se corresponde con los aumentos esperados en la demanda nominal de dinero, y por ende no existe la necesidad de esterilizarla", dijo.

Sturzenegger argumentó que "las Lebac sin contrapartida en aumento de reservas internacionales se mantuvieron constantes en relación al PIB".

Por lo tanto, "el crecimiento en el stock de Lebac se explica integralmente por otro motivo: la compra esterilizada de reservas, que ya supera los 30 mil millones de dólares", añadió.

El funcionario remarcó que el crecimiento en la hoja de balance con reservas en el activo y Lebac en el pasivo "es una trayectoria previsible y repetida en países que se estabilizan monetariamente".

También destacó que, aunque no encajen en las metas del BCRA, las expectativas de inflación para el año que viene son las más bajas desde 2009.