Según datos oficiales, una estación de servicio cerró sus puertas cada cinco días desde mayo pasado.

Los estacioneros explicaron que la decisión de bajar la persiana de los surtidores se debe a la baja rentabilidad del negocio y no a que busquen opciones inmobiliarias.

Las causas que originaron esta situación "son mayormente por falta de rentabilidad", aseguró Oscar Díaz, Secretario de la Confederación de Entidades del Comercio de la República Argentina (CECHA) al sitio Surtidores.

"Puede ser dos factores distintos: por la imposibilidad de seguir operando y en otros casos por conseguir una veta de negocios mejor", argumentó.

En ese sentido, el directivo descartó que los cierres tengan relación con el vuelco de los operadores al mercado inmobiliario.

"Si bien pueden darse casos específicos, esta alternativa ya no incide como antes, cuando había terrenos muy seductores de alto valor para realizar inversiones edilicias", sostuvo.

El empresario chaqueño también opinó respecto al número de Estaciones de Servicio en funcionamiento.

"Creo que actualmente cubren las necesidades del parque automotor, pero una mayor cantidad brindaría más posibilidades de elección a los clientes", señaló. "Además hacen falta para atender regiones donde hoy no existen bocas de expendio", agregó.

Finalmente se refirió al Proyecto de Ley de Comercialización de Combustibles que aguarda ser debatido en el Congreso de la Nación, al que consideró la herramienta necesaria para evitar la discontinuidad comercial de las expendedoras. "También generará nuevas posibilidades porque va a hacer más atractivo el negocio", concluyó Díaz.

El Listado de Operadores Autorizados del ministerio de Energía y Minería informó que en la actualidad hay 4.909 estaciones de servicio operativas en toda la Argentina, unas 52 menos que en mayo de 2017.

Esos registros indican entonces que el transcurso de los 260 días entre mayo (siete meses) y la actualidad cerró al menos una empresa cada cinco días.

Los estacioneros independientes vienen en una dura lucha hace ya varios años con las petroleras (que forman los precios de venta al público) para que les mejoren el margen de rentabilidad, que en la actualidad se ubican entre el 4 y el 6 por ciento.