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¿Cambios en el equipo económico?: rumores llegan hasta Wall Street y bonos argentinos sufren el castigo

¿Sigue Sturzenegger?: rumores sobre cambios en el Gobierno inquietan a la City y llegan a Wall Street
16/03/2018 - 10:11hs
¿Cambios en el equipo económico?: rumores llegan hasta Wall Street y bonos argentinos sufren el castigo

¿Se va Sturzenegger? ¿Llega Melconian? ¿Es cierto que el Gobierno prepara una mayor depreciación del peso? ¿La Jefatura de Gabinete va a tomar formalmente las riendas de la economía?

Estas son algunas de las preguntas que, en las últimas horas, saturaron los teléfonos, e-mails y Whatsapp de los operadores financieros. Wall Street volvió a tomar temperatura, también las 20 manzanas de la City porteña.

Hasta se volvió común la escena de inversores que piden una conference call con su consultor amigo para tratar de obtener información adicional que les permita anticipar algún "volantazo", ante un escenario económico que no muestra los resultados esperados.

Por lo pronto, se volvieron a vivir jornadas de alto nerviosismo, en medio de versiones sobre inminentes cambios de nombres en el elenco oficial y posibles medidas económicas en carpeta.

"El ambiente está raro, algo pesado", afirma, en diálogo con iProfesional el representante de uno de los fondos de inversión que, desde Nueva York, participa activamente en operaciones de trading con bonos argentinos.

Tal sensación se evidencia en los precios de los títulos de deuda soberana, que este jueves volvieron a caer hasta 1,5% en el caso de los de más largo plazo. Así, profundizaron la tendencia negativa de las últimas semanas.

En el mercado cambiario ocurre otro tanto. Este jueves el dólar volvió a escalar 9 centavos en el circuito minorista y 10 en el mayorista.

Las cotizaciones quedaron en $20,61 y $20,34 respectivamente, sin la intervención del Banco Central.

Para hoy viernes, los operadores aguardan otra jornada tensa, con una demanda de divisas creciente.¿Qué está sucediendo?

La actual dinámica viene siendo similar a la de las últimas semanas. Es decir, desde que el Gobierno decidiera flexibilizar la meta inflacionaria y habilitar una baja de la tasa de interés.

Esas decisiones le dieron marcado impulso al precio del billete verde.

Sin embargo, la estrategia oficial no fue bien recibida por los bancos e inversores del exterior, que ven en este tipo de iniciativas una "licuación" del poder mando de Federico Sturzenegger.

Además, la asocian a un ascenso de la Jefatura de Gabinete, que actúa en representación del ala política del Gobierno y que, por cierto, tiene una visión menos estricta del combate contra la inflación.

"El Gobierno dio un claro mensaje sobre hacia dónde hay que apostar, ya que apunta a mantener alto el tipo de cambio real de modo tal de poder proteger la ganancia de competitividad lograda desde diciembre", señala el referente de un banco de inversión de Wall Street.

"Entonces, los inversores interpretan que lo más conveniente es comprar dólares. Especialmente, si la inflación sigue alta, ya que esto limita en su accionar a Sturzenegger. Es muy difícil quebrar esa dinámica", añade.

A ojos de los financistas, el funcionario (y el Gobierno) tiene frente a sí un dilema:

- Si no baja la tasa (es decir, el costo del dinero y de los créditos), corre el riesgo de que la actividad económica se vaya desacelerando hacia el segundo trimestre. Y esto cobra mayor relevancia por la sequía, ya que puede restarle hasta un punto a la suba del PBI.

- Si baja la tasa de interés (es decir, si reduce el "premio" para las inversiones en pesos), le inyectará una presión adicional al tipo de cambio, tal como sucedió a fines de 2017.

Para los financistas, el último comunicado de política monetaria del Banco Central es revelador en cuanto al nivel de tensiones dentro del Gobierno y la pérdida de poder de Sturzenegger.

El párrafo al que más se le prestó atención es el siguiente: "Luego de la pronunciada depreciación del peso observada desde diciembre, durante las últimas semanas siguió mostrando signos de debilidad. En este marco, el BCRA decidió intervenir bajo la convicción de que, en las condiciones actuales, una depreciación mayor a la ya ocurrida no estaría justificada...".

Para los observadores, esa letra en nada sintoniza con el pensamiento de Sturzenegger.

El banquero central siempre sostuvo que el precio del dólar debía surgir del libre juego de oferta y demanda, y en varias oportunidades "bancó" el llamado régimen de flotación.

En otras palabras, él es más partidario a subir las tasas que a intervenir directamente en el mercado vendiendo dólares de las reservas del BCRA, como modo de disciplinar al tipo de cambio.

¿Por qué entonces no está siendo fiel a sus convicciones? La respuesta es clara: porque hay una decisión política, ajena a él, que le impide hacerlo.

Por lo menos, los financistas están operando bajo ese análisis. Y esto es lo que explica el nerviosismo en el circuito. Al punto que han corrido como reguero de pólvora las versiones sobre su alejamiento.

Pese a las críticas vinculadas con el rol que jugó el Central en las últimas semanas, Sturzenegger sigue siendo el funcionario preferido por los inversores.

De modo tal que cualquier rumor sobre su distanciamiento trae aparejado una sensación de incertidumbre sobre el rumbo de la política monetaria y la lucha anti-inflacionaria.

Como suele ocurrir en estos casos, la danza de nombres está a la orden. Pero hay uno que, en especial, se destaca sobre el resto: Carlos Melconian.

En las últimas dos semanas, el economista -que ya estuvo en la gestión Macri como presidente del Banco Nación- levantó el perfil.

Concedió entrevistas televisivas y en las diferentes apariciones en medios de comunicación se encargó de presentar un plan al que denominó "Perdurar".

El mismo da cuenta de la estrategia económica que debería elegir el Presidente para ser reelecto.

"Si vuelvo o no al Gobierno hay que preguntárselo a Mauricio. Yo estoy listo", le dijo Melconian a un amigo suyo que lo visitó en las últimas horas.

También trascendió que el por ahora ex funcionario se encontró con Dujovne. Las versiones sobre el contenido de esas conversaciones (¿el ordenamiento de un traspaso?) fueron inmediatas en la City.

El hecho de que el propio Melconian no desactive los rumores y, por el contrario, los deje crecer, alimentan las sospechas de los inversores.