El ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, admitió este lunes que la depreciación del peso "golpeará" sobre la inflación y el nivel de actividad, aunque confió en que el "proceso de desinflación continuará cuando se calmen los mercados".

Dujovne, junto al ministro de Finanzas, Luis Caputo, realizaron declaraciones en una rueda de prensa con corresponsales de agencias de noticias extranjeras.

"La mejor manera de defender el crecimiento es evitar una crisis en la macroeconomía", indicó el titular de Hacienda, quien agregó que "la tasa de cambio flotante ralentiza el proceso de desinflación".

Por otro lado, indicó que "la Argentina no está acostumbrada a que se vean los movimientos del mercado de divisas", aunque remarcó que el país "no le atribuirá sus problemas internos a una situación externa".

Con respecto al diálogo con el Fondo Monetario por un "financiamiento preventivo", Dujovne aseguró: "He acordado con el FMI no hablar de las negociaciones". Y remarcó que el financiamiento servirá "para garantizar los planes del Gobierno".

También apuntó que el Ejecutivo "sabe que la depreciación del peso golpea a la inflación", por lo que el Índice de Precios al Consumidor de mayo "puede predecirse". Asimismo, proyectó que "la desinflación continuará en cuanto se calmen los mercados".

Y afirmó que, a pesar de la crisis del mercado local, "el programa del G20 continuará en la Argentina".

Por su parte, Caputo remarcó que el país "sigue teniendo acceso a los mercados de créditos", ya que "los activos argentinos tienen valores atractivos". Además, calificó que el peso está en un nivel "razonable", a la vez que consideró que "el mercado está poniendo a prueba el tipo de cambio".

También opinó sobre la asistencia solicitada al Fondo Monetario, afirmando que la Argentina "va bien posicionada" y "busca revertir la volatilidad". En este punto, remarcó: "Queremos eliminar la incrertidumbre de nuestros pronósticos".