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En las nuevas listas de precios que reciben los supermercados hay aumentos de entre el 5% y el 10%, de allí la preocupación del Poder Ejecutivo
22/05/2018 - 15:50hs

Preocupados por una disparada de la inflación luego de la devaluación superior al 20% que se provocó con la última corrida cambiaria, funcionarios del Gobierno mantendrán toda la semana reuniones con distintas empresas. De esta forma buscan evitar que la depreciación del peso se traslade a precios. Estos encuentros serán cerrados e individuales.

Las reuniones comenzaron el lunes y continuarán hasta el jueves, publicó La Nación.

Hasta ahora, las empresas convocadas por la Casa Rosada son Danone, Mondelez, Mastellone, Molinos Río de la Plata, Arcor, Unilever, Kimberly Clark, Coca Cola, Quilmes, Molino Cañuelas, Baggio, Clorox, Adeco y Ledesma. Serán reuniones de trabajo y la informacion será privada.

Los encuentros con empresas son para entender el impacto de la devaluación en su cadena de valor.

Como hay citados competidores, las reuniones serán de a uno por vez.

A fines del año pasado, cuando se implementaron por primera vez estas reuniones, desde el Ministerio de Producción se prometió que la información no se utilizaría para amedrentar empresas, sino para diseñar políticas que mejoraran la competitividad y favorecieran la solución de los problemas estructurales que influyen sobre los precios.

Ante la convocatoria, en las cadenas de supermercados crece la expectativa. "Hasta el momento no fuimos convocados por la Secretaría de Comercio pero no descartamos que haya algún llamado", advirtieron en una cadena.

"Lo que está pasando es que vienen llegando las nuevas listas de precios de los proveedores. Los aumentos oscilan entre un 5% y 7%, aunque en algunos casos trepa al 10%. El problema es que no hay mucho margen para trasladar las subas a las góndolas. El consumo no responde, con lo cual cualquier nuevo incremento va a hacer que se frenen aún más las ventas", se sinceró una fuente del sector.

La medida, aunque cueste admitirlo en el Gobierno, fue inspirada por las políticas de control de precios que implementó Guillermo Moreno y tenía como objetivo final vigilar los valores de la cadena alimentaria, publicó La Nación.