Los atentados y ataques de furia en diferentes partes del mundo siguen preocupando. Este domingo, "La Gioconda", la obra de arte más reconocida del artista Leonardo Da Vinci y la principal atracción del Museo del Louvre en París, fue atacada por un visitante. Un hombre de mediana edad, en plena recorrida, le arrojó una torta a la famosa pintura.

El hecho tomó relevancia en poco tiempo después de viralizarse en las redes sociales. Los usuarios que presenciaron el episodio compartieron su experiencia y comentaron que las autoridades de seguridad actuaron de inmediato y se encargaron de echar al responsable.

Afortunadamente, la obra no sufrió ningún tipo de daño gracias a que la recubre un vidrio que funciona como barrera de seguridad para impedir este tipo de actos de vandalismo.

Maybe this is just nuts to me????but an man dressed as an old lady jumps out of a wheel chair and attempted to smash the bullet proof glass of the Mona Lisa. Then proceeds to smear cake on the glass, and throws roses everywhere all before being tackled by security. ??????? pic.twitter.com/OFXdx9eWcM — Lukeee???? (@lukeXC2002) May 29, 2022

De acuerdo con los videos que circularon, los vigilantes del Louvre se encargaron de limpiar y reacondicionar el sector afectado mientras el Museo permanecía abierto al público, por lo que los visitantes pudieron atestiguar toda la secuencia de los hechos.

Cómo fue el ataque 

Según los testigos, el responsable se acercó al cuadro en silla de ruedas con una peluca y un gorro. Esto mismo se puede ver en unos de los videos que recorrieron las redes sociales, donde el atacante parece estar disfrazado y dice, en francés, mensajes a favor de la protección del planeta. Los guardias lo expulsaron poco después.

El ataque a la Mona Lisa.

En 2019, una mujer rusa frustrada por no haber obtenido la ciudadanía francesa arrojó una taza de cerámica contra la misma obra, aunque tampoco consiguió dañar su protección, que es a prueba de balas.

"La mujer arrojó una copa vacía a la Mona Lisa, pero no se produjeron daños porque la copa se rompió cuando golpeó contra la pantalla que protege la pintura", dijo el portavoz del museo David Madec, en aquel momento.

Así, a diario se producen hechos que llaman la atención y preocupan  a los turistas que se encuentran en el lugar, ya que generan tención y los responsables de seguridad de los lugares deben actuar rápidamente.

Los cristales en las obras de arte del Louvre comenzaron a aplicarse en 1907, luego de que una mujer acuchilló un lienzo de Ingres en nombre del anarquismo. Así, desde entonces, las grandes piezas del espacio parisino son protegidos por "vidrios de diamante" de la casa Saint-Gobain, la misma que desarrolló los cristales de la famosa pirámide inaugurada en 1988.

Sin embargo, la protección del famoso cuadro de Leonardo Da Vinci es más bien reciente y en el pasado la obra de arte más cara del mundo -su cotización estimada ronda los u$s2.5 billones- ha sufrido varios actos vandálicos.

Otros Ataques

En agosto de 2009, una turista le lanzó una taza de té, que se rompió al chocar contra la vitrina que la protege. En 1974, mientras estaba expuesta en el Museo Nacional de Tokio, una mujer usó un espray de color rojo para atacarlo, pero no llegó a dañar el cuadro. En 1956 fueron dos los ataques que sufrió. En el primero, un hombre lanzó ácido al cuadro, dañando su parte inferior. A finales de ese año, un pintor boliviano tiró una piedra contra el óleo, provocando un ligero daño.

Ya hubo otros ataques en el Museo de Louvre.

A principios del XX, en 1911, el cuadro fue robado por un hombre llamado Vicenzo Peruggia y fueron necesarios dos años para recuperarlo: el ladrón había escondido el cuadro en su apartamento hasta que se puso en contacto con la Galería de los Uffizi de Florenzia para intentar venderlo. Tras el "robo del siglo", se multiplicaron las visitas al Louvre y "La Gioconda" se convirtió entonces en un icono popular.

Se cree que Da Vinci trabajó en esta obra entre 1503 y 1517, cuando trabajaba en Florencia y luego en Francia. Pese al largo debate sobre la identidad de la Mona Lisa, durante siglos se ha creído que se trata de Lisa Gherardini, la mujer de un comerciante de seda florentino.