Miles de estudiantes universitarios, apoyados en los principales partidos políticos y gremios de la Argentina, se concentraron temprano este martes en la Plaza Houssay y comenzaron a marchar rumbo al Congreso y la Plaza de Mayo. Movimientos sociales también acompañaron esta marcha universitaria, que se replicó en puntos como Córdoba, La Rioja, Tierra del Fuego, Jujuy y otros puntos del país.

Allí, se encuentran varias sedes de la Universidad de Buenos Aires, entre ellas, las facultades de Medicina y de Ciencias Económicas. 

Estudiantes, rectores y gremios se suman a la marcha universitaria

La Gendarmería, Prefectura Naval, Policía Federal y Policía de Seguridad Aeroportuaria estuvieron a cargo del monitoreo de la zona diseñada para movilización y trabajaron en coordinación con la Policía de la Ciudad.

Desde la mañana, Casa Militar dio la orden de reforzar la seguridad en el perímetro de Casa de Gobierno, por lo que un centenar de agentes policiales desfilan en el interior de la casa y en las calles lindantes. Lo mismo se replicó en el perímetro del Congreso de la Nación. 

El secretario general de la CGT Pablo Moyano, el senador y titular de la UCR, Martín Lousteau, y la diputada Margarita Stolbizer, entre otros dirigentes políticos, se encontraban esta tarde en las inmediaciones del Congreso para emprender la marcha hacia Plaza de Mayo. El exministro de Economía y excandidato a presidente, Sergio Massa, también se hizo presente.

El referente de Camioneros estaba junto a las columnas del gremio y de la CGT, mientras que Lousteau se sumó a las filas de los militantes del radicalismo. Stolbizer, por su parte, marchaba junto a un grupo más reducido por la Plaza del Congreso.

Las 4 claves de la marcha universitaria

1. Gastos de funcionamiento

Desde el Ministerio de Capital Humano hicieron lo posible por desactivar la movilización de este martes, que fue respaldada por miembros de la oposición, referentes gremiales y movimientos sociales. Según el vocero presidencial, Manuel Adorni, la gestión Milei incrementó en un 70% la partida presupuestaria para las universidades nacionales en marzo y haría lo propio en mayo.

Desde la UBA, que se declaró en "emergencia presupuestario", aseguran que el Gobierno contempla solo gastos de funcionamiento, lo que representaría sólo un 10% del presupuesto total.

2. Sueldos bajos

El deterioro del poder adquisitivo de los docentes es otro de los argumentos que generó esta multitudinaria convocatoria en Buenos Aires, Córdoba, La Rioja, Jujuy y demás puntos del país. El Frente Sindical de Universidades (FSU) viene de rechazar una oferta del 8% de aumento para abril, en la misma semana en que se conocieron elevados aumentos de sueldo con fondos públicos miembros del Poder Ejecutivo y Senadores nacionales.

3. Adoctrinamiento y poca transparencia

Desde el oficialismo advirtieron por un presunto "adoctrinamiento" puertas adentro de la Universidad Nacional de Buenos Aires (UBA) y demás centros educativos. Además, insisten en poner en marcha nuevamente auditorías para conocer en detalle el destino del dinero que el gobierno nacional destina al sector.

El expresidente Alberto Fernández cuestionó el "desfinanciamiento" de la educación pública, mientras que Milei criticó a los participantes de la marcha "kuka".

4. Respaldo de los gremios y la oposición

Además de las 57 universidades públicas y sus estudiantes y egresados, dirigentes gremiales, de La Cámpora, el kirchnerismo y el Frente Renovador asistieron a la movilización.

Pese a que la idea inicial era evitar las banderas y distinciones partidarias, un sector de la Unión Cívica Radical (UCR) se adhirió y la Coalición Cívica también se presentó para marchar.

"No es una marcha partidaria sino de la sociedad civil", insistió Piera Fernández De Piccoli, presidenta de la Federación Universitaria Argentina (FUA).