La muerte de César Luis Menotti a los 85 años, víctima de un cáncer de estómago, provocó un sinfín de reacciones en el mundo del fútbol, entre ellas la de Pep Guardiola, admirador del exentrenador argentino.

En un mensaje enviado al diario argentino Olé, el entrenador del Manchester City, quien siempre desarrolló el estilo futbolístico "innegociable" pregonado por Menotti, alabó al estratega del seleccionado argentino campeón del mundo 1978.

Menotti siempre puso el acento en el buen trato del balón y en cómo se gana. Guardiola, discípulo en cierta manera de esa idea, definió en su escrito como un "genio" al exentrenador de clubes como River Plate, Independiente, Huracán y Barcelona, entre otros clubes.

El exdirector técnico fue un admirador del juego que practicaba el Barcelona de Guardiola, quien acudió en varias ocasiones al encuentro con Menotti, en busca de reflexión, y la última vez que se vieron, según relató el técnico catalán, fue "en Buenos Aires, en marzo del 2018".

El exentrenador del Barcelona visitó por primera vez a Menotti en la Argentina cuando daba sus primeros pasos en el banquillo, en busca de respuestas. "Muchos entrenadores jóvenes vinieron a verme durante todos estos años para charlar de fútbol, para escuchar algún consejo... Pero nadie me hizo tantas preguntas como Guardiola. Era una ametralladora. Pero él no necesitaba aprender nada. Él ya sabía todo", explicó después Menotti.

Guardiola asegura que compartió "no menos de 30 horas de conversaciones maravillosas en las cuatro veces" que visitó la Argentina. "Fue el más grande seductor del fútbol argentino… Escucharlo era una cátedra. César era todo... Ingenio, educación, inteligencia", concluyó el técnico europeo su escrito sobre Menotti.

César Luis Menotti trabajó en la AFA en los úitimos años de su vida.

Los primeros pasos de Menotti en el fútbol

Menotti se crió en el club Unión Americana de Fisherton, donde además de fútbol practicaba básquet.

De joven jugó en la Liga Carcarañense, donde, según sus propias palabras, "cobraba muy buena plata", aproximadamente unos 1.000 pesos de la época.

"Iba sólo los domingos y me llevaba 250 por partido. Ahí aprendí un montón de cosas, un montón, por eso digo que el fútbol es un hecho cultural", recordó en una entrevista.

Central y Newell’s fueron dos de los equipos que quisieron llevárselo, pero su padre se oponía. "Mi viejo los echaba a patadas. Él decía que el fútbol era para jugar entre amigos, era muy severo con el estudio. Me revisaba todo", contó en una nota con El Gráfico. También tuvo propuestas de Vélez y Huracán, pero no prosperaron, y más adelante, finalmente, accedió a probarse en Central.

"Metí los dos goles y ganamos. Me llamaron para que fuera el miércoles a jugar para la Reserva contra la Primera, ya en la cancha. Y volví a meter dos goles, uno de la puta madre: un saque de outball (lateral), no me lo olvido más, amagué pararla, la dejé pasar y le di un voleo… Se armó un revuelo. ‘Central está probando a un delantero cordobés de apellido Fernández’, se escribió en el diario", contó.

Según reveló el propio Menotti, en esa época escondían los datos porque "se robaban los jugadores entre Central y Newell’s si no firmabas". Tras una charla con Federico Flynn, presidente de la institución, se sumó al club de Arroyito.

 Menotti le hizo ganar su primer mundial a la Selección Argentina en el 78

En 1960, después de algunos partidos en la reserva, debutó en la Primera de Rosario Central, en el puesto de centrodelantero contra Boca.

"Ganamos 3-1 y tuve la suerte de hacer el tercer gol. Jugamos con la camiseta de Independiente, porque Lupiz decía que lo tenía de hijo a Boca y como debíamos usar la alternativa nos pusimos la roja y ganamos", reveló.

Su debut en el Santos 

Los siguientes pasos en su carrera como futbolista fueron su participación en la temporada de 1964-1965 en Racing y, al año siguiente, comenzó a jugar en Boca, equipo que compartió con Antonio Rattín, y con el que se coronó campeón

"Era muy caprichoso, y cuando me salían mal las cosas, me ponía fastidioso y me tiraba contra la raya izquierda. Me enojaba cuando se jugaba mal y se empezaban a tirar pelotazos. Ahí me paraba. Una vez (se ríe), jugando en Boca, contra Banfield, nos quedamos con diez y Rattín se me acercó: ‘¡Flaco, bajá a ayudar, corré!’. Y le contesté: ‘Lo único que falta, que yo tenga que bajar a correr, corré vos’… ¡Para qué! En el vestuario, el Rata me recagó a pedos", recordaba en su conversación con El Gráfico.

"Más allá de divertirme, aprendía mucho y seguí aprendiendo toda mi vida. Soy un loco que siempre veía cosas en futbolistas que ni ellos mismos las veían. Robaba gambetas, discutía. Siempre me gustó jugar a todo. Y jugar bien", afirmaba el Flaco. "Si me das a elegir a mí… pero es muy vanidoso, como Riquelme, un tipo con buen disparo de larga distancia, con mucho pase-gol, era hábil, tiraba túneles, le pegaba fuerte a la pelota", se describía.

Años después tuvo un breve paso por el New York Generals de Estados Unidos (1967-1968) antes de desembarcar en el Santos, donde fue compañero de Pelé, a quien en diferentes oportunidades definió como el mejor jugador de la historia, por encima de Diego Armando Maradona: "Cuando se habla de fútbol, lo saco, porque es un extraterrestre, de otro planeta. Fui su compañero en Santos, lo enfrenté varias veces también, y era una cosa de locos. Saltaba a cabecear y Rattín, que es muy alto, le llegaba a los huevos. Imposible". Con el Peixe conquistó el Campeonato Paulista en 1968. Al año siguiente, se retiró con la camiseta del Juventus de San Pablo.

Tuvo un breve paso por el New York Generals de Estados Unidos, antes de desembarcar en el Santos, donde fue compañero de Pelé

César Luis Menotti también representó a la Selección Argentina, haciendo su debut en 1962 en un amistoso contra Uruguay durante la Copa Lipton. Además, participó en dos encuentros contra Chile en la Copa Carlos Dittborn y formó parte del equipo que logró el tercer lugar en la Copa América de 1963, celebrada en Bolivia.

Posteriormente, ese mismo año, jugó los partidos de la Copa Roca contra Brasil y la Copa Rosa Chevallier Boutell contra Paraguay, donde anotó su primer gol con la camiseta nacional. Después de eso, Menotti no volvió a representar a la Albiceleste hasta 1968, cuando jugó en otros cuatro partidos y marcó un gol contra Chile.