Rebelión de las bodegas en contra de una de las medidas de Milei
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Las medidas que viene tomando el gobierno del presidente Javier Milei siguen generando reacciones a favor y en contra de acuerdo al impacto de las medidas en cada sector. En el caso de la vitivinicultura, las medidas adoptadas para el sector en relación con la aplicación de derechos de exportación generaron un fuerte enojo entre los productores de una industria que ya viene castigada por cepos, restricciones y regulaciones que sufrió durante el anterior gobierno kirchnerista.
De hecho, la crisis económica que atraviesa la Argentina y que se encuentra agravada por la escasez de divisas y la alta inflación, ya venía provocando un peligroso impacto en la industria del vino, que se evidenciaba en una caída de casi el 6% de las exportaciones en lo que va del año y en un fuerte retroceso de las ventas internas.
El sector viene sufriendo además por la imposibilidad de pagar las deudas del exterior por el cepo al dólar; por los gastos crecientes y por rentabilidad en picada, por lo cual se estaría enfrentando a lo que varios bautizaron ya como una "tormenta perfecta" por las dificultades locales y globales que deben atravesar las bodegas.
Un escenario que, aseguran, se profundizó a partir de problemas propios, como el de las heladas de este año, que afectaron la producción, y que también terminarán por comprometer los planes de negocios para el mediano plazo. En ese contexto, el sector esperó un "salvavidas" del gobierno de Alberto Fernández, que nunca llegó a pesar de las promesas hechas por el ex ministro de Economía, Sergio Massa, de otorgar un tipo de cambio diferencial y créditos a tasa cero, además de la eliminación temporal de las retenciones a las exportaciones que actualmente se encuentran en un 4,5%.
Ahora, la situación no parece haber cambiado sustancialmente a pesar del cambio de Gobierno y de la llegada de Javier Milei a la Casa Rosada, teniendo en cuenta que en el DNU anunciado este miércoles 20 de diciembre incluyeron medidas que, según el sector, seguirán profundizando la crisis.
La respuesta de la industria del vino a Milei
La voz cantante de la protesta la lidera Bodegas de Argentina, cámara empresaria que nuclea a más de 200 bodegas y empresas proveedoras del sector vitivinícola. De acuerdo a la entidad, las retenciones para comercializar vinos en el exterior "tornan al negocio inviable y genera impacto socioeconómico negativo".
Los socios de la entidad mostraron la preocupación ante la medida que está incluida en el decreto presidencial anunciado este miércoles 20 de diciembre por cadena nacional. A través de un comunicado, la cámara empresaria manifestó la preocupación de sus asociados a raíz de los recientes anuncios de aplicación de retenciones a las exportaciones de sus productos.
"Las bodegas operan en economías regionales de alto valor agregado que comercializan productos elaborados con marca y características de las regiones, con sus suelos y climas, que le dieron origen a las uvas de las que provienen los vinos", destaca el comunicado.
También asegura que se trata de un negocio altamente diversificado por las zonas de producción, los tamaños de las empresas y el origen de las inversiones; inclusiva por las características de los más de 450.000 empleos directos e indirectos que genera con arraigo en las zonas de producción, actualmente en 18 provincias.
A partir de estos números, Bodegas de Argentina aclara que se trata de una de las industrias exportadoras con mayor mano de obra empleada y que ha generado acuerdos de corresponsabilidad gremial empresaria entre empleadores, gremio e instituciones estatales para los períodos de cosecha a efectos de evitar el trabajo infantil y no registrado. En la actualidad, Argentina paga en promedio 5% de aranceles para acceder a los mercados, como consecuencia de la falta de acuerdos internacionales.
Además, la baja competitividad del negocio del último año, hizo que las exportaciones sufran una caída histórica del 27% en volumen y 17% en facturación, perdiendo así mercados que necesitaron de inversión y tiempo para su desarrollo.
Costo fiscal: el reclamo de las bodegas
De acuerdo al informe de Bodegas de Argentina, los precios de ventas al exterior u$s/caja son fijos y hay una gran competitividad internacional en este sentido. Por eso, los empresarios del sector entienden que los anuncios realizados por el Gobierno, con una devaluación del 100% del tipo de cambio oficial y un mix para liquidación de exportaciones del 80% tipo de cambio oficial y 20% dólar financiero, genera una mejora competitiva del 20% respecto del sistema vigente previo a las elecciones. Pero esta mejora baja al 12% con la aplicación del 8% de retenciones anunciada durante la semana.
Del mismo modo, para las importaciones, aplica una devaluación del 100%, más un cambio en el impuesto PAÍS que pasa del 7,5% al 17.5%, con lo cual los proveedores de los insumos más importantes han comunicado incrementos del orden del 60%.
Siguiendo el mismo esquema, Bodegas de Argentina entiende que la aplicación de las retenciones representa u$s60 millones de costo fiscal, "suma de bajo impacto para las arcas nacionales, pero que es cercano al monto que las bodegas gastan en acciones de promoción y publicidad en los mercados en los que están presentes".
Del mismo modo, los bodegueros entienden que provocan una baja en la competitividad de las exportaciones; profundizan la caída de las ya diezmadas ventas al exterior, con el consecuente incremento de existencias de vinos y disminuciones en los precios de las materias primas y disminuye los puestos de trabajo directos e indirectos, así como pérdida de valor agregado de un producto que puede transformarse sencillamente en un comodity.
El pedido al Gobierno nacional y representantes provinciales
El escenario lleva a Bodegas de Argentina a pedirle a las autoridades nacionales a rever la medida, a los gobernadores con desarrollo vitivinícola a ilustrar la situación frente a quien corresponda y a los legisladores nacionales a no apoyar las retenciones a las exportaciones de vinos, si se da la instancia correspondiente.
"Se trata de un sector no concentrado, con 17.000 productores primarios, 900 bodegas que elaboran vinos y 500 exportadores y proveedores que conforman un cluster empresario con espíritu asociativo y colaborativo que venden sus productos a más de 150 países", explica el documento.
También advierte que el vino es uno de los pocos productos alimenticios que llega con marca y origen a la mesa de los consumidores y que su desarrollo nacional e internacional ha tenido como consecuencia la generación de una nueva actividad en cada una de las zonas productivas, el enoturismo, con fuerte impacto social y económico. "Es, además, una industria en Argentina altamente regulada, controlada y con fuerte presión fiscal", señalan los ejecutivos de esta cámara empresarial.