La economía argentina se caracteriza por vivir en un constante ciclo. A etapas de gran gasto público, importantes deudas y consumo desmedido, le siguen temporadas de ajuste, devaluación y duros recortes.

Ya en 2015, el economista Tomás Bulat advertía este aspecto y -en la última semana- volvió a viralizarse uno de sus videos en donde explica el fenómeno.

La charla del periodista y docente fallecido el 31 de enero de ese año tomó repercusión en pleno despliegue de una política de ajuste y devaluación del gobierno de Javier Milei.

Tomás Bulat predijo la crisis por gasto desmedido y ajuste

"Tengo un amigo que se casó a los 21 y se divorció a los 30. Se volvió a casar a los 31, se divorció a los 40. Se volvió a casar a los 41 y está por cumplir 50. Me llama y me dice: 'Tomi me voy a separar'. ¿Está en una crisis? Está en un ciclo. Lo más probable es que cuando cumpla 51 se vuelva a casar", comenzó el economista, a modo de comparación con un caso concreto.

Y añadió: "No hay crisis, chicos. Hay habitualidad, porque Argentina es Argentina. ¿Argentina qué hace? Lleva su desequilibrio al mango y después los corrige. Obviamente que cualquier economista serio y responsable te va a decir: 'Lo que hay que armar es un sendero de convergencia en el cual lentamente vas bajando la inflación y vos vas ajustando, y compensando el tipo de cambio...".

 

 

 

 

 

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Para Bulat, en aquel entonces, un plan de ajuste no iba a ser la solución a los problemas económicos. Y tuvo razón. "Dejate de joder. Esto es Argentina. Tuviste desequilibrios en un momento y los desequilibrios en Argentina se profundizan, no se corrigen. Se los lleva hasta el límite y después se corrige de un día para el otro", advirtió.

Y concluyó: "No va a ser la excepción ahora. Sí vamos a ir a un escenario de evaluación abrupta. ¿Es malo? No estoy seguro. Porque la devaluación del 2001-2002 fue muy mala, pero la economía comenzó a crecer. La recesión fue entre 1998 y 2001".

El análisis de Bulat no deja de estar vigente, ya que la gestión de Alberto Fernández viene de agotar las arcas del Estado, mediante subsidios y bonos para compensar la pérdida de poder adquisitivo, y continuó con la administración de Milei que le puso un freno abrupto al gasto público, mediante el recorte de el gasto público.