La Industria del Conocimiento es el tercer sector exportador en la Argentina. Además, siempre tiene una alta demanda insatisfecha de profesionales, por lo que las empresas del rubro otorgan buenos sueldos, bonos y beneficios a las personas que quieren atraer y retener.

Por eso, muchas personas están insertándose o reconvirtiendo su perfil profesional para incluirse en esta industria con empleo asegurado. 

Con buenos beneficios en materia de home-office, las empresas de este sector dan posibilidades de trabajar desde el hogar o desde cualquier parte, al menos algunos días a la semana. Pero eso significa además que el empleado debe contar en su espacio de trabajo con ciertas condiciones básicas que le pemitan cumplir con sus tareas. 

En ese marco, Argencon -la entidad que nuclea empresas de la Industria del Conocimiento en la Argentina- elaboró un ranking con las 100 ciudades que facilitan la expansión de las compañías de este sector, tan importante para la economía argentina.

Ciudades del Conocimiento

 En el reciente estudio Argenconomics elaborado por Argencon, se analizaron cuáles son las localidades con mayor potencial de desarrollo en Economía del Conocimiento.

En qué ciudades argentinas puede desarrollarse la Economía del Conocimiento

El trabajo identificó cuáles podrían ser las próximas "Ciudades del Conocimiento" en Argentina a partir de la presencia de una serie de condiciones necesarias para el desarrollo de los servicios basados en conocimiento. Para identificarlo, se basó en cuatro criterios:

• Escala intermedia de las localidades.
• Representatividad federal.
• Disponibilidad de educación especializada en software y servicios de informática.
• Conectividad digital.

A partir de los primeros dos criterios, se identificaron 107 departamentos en 23 provincias, que suman una población de 9,1 millones de habitantes.

En la región Centro se encuentra 25,2% de los departamentos seleccionados, mientras que 20,6% está en la provincia de Buenos Aires, 18,7% en el Noreste (NEA), 17,8% en el Noroeste (NOA), 12,1% en la Patagonia y 5,6% en Cuyo.

Se encontró oferta formativa presencial especializada en software y servicios de informática en 56 de los 107 departamentos. En 23 de ellos hay programas terciarios y universitarios, en 5 solo universitarios y en 28 únicamente terciarios.

El análisis muestra que existen grandes heterogeneidades en la calidad de la conexión en distintos lugares del país. De los 107 departamentos seleccionados inicialmente, 70 tienen conectividad media-alta o alta-muy alta, 22 media y el resto media-baja o baja. En líneas generales, las localidades más pobladas son las que presentan los mejores niveles de conectividad.

A partir de estos resultados, se puede clasificar a los departamentos en cuatro grupos en función de la disponibilidad de formación especializada -terciaria o universitaria- y la calidad de la conectividad.

Distritos con potencial para la Economía del Conocimiento

Combinados todos los factores, existen 19 distritos que se encuentran en una posición privilegiada:

• Campana,
• Junín,
• Partido de la Costa,
• Luján,
• Necochea,
• Pergamino, en Buenos Aires;
• General San Martín (Córdoba);
• Diamante y Concepción del Uruguay (Entre Ríos);
• Comandante Fernández (Chaco);
• Capital (Catamarca);
• Ledesma (Jujuy);
• Capital y Chilecito (La Rioja);
• Rawson (Chubut) y Maracó (La Pampa).
• Puerto Deseado (Santa Cruz)
• Ushuaia y Río Grande (Tierra del Fuego).

En algunos de estos distritos ya hay polos tecnológicos. "Las industrias del conocimiento generan cientos de miles de puestos de trabajo para el talento joven y más de 7800 millones de dólares en ventas al mundo anuales. Este es valor creado por una actividad auténticamente federal que suma en cada provincia su aporte amplificador del tejido productivo tradicional. Además, la Argentina ya es el segundo país a nivel regional con mayor nivel de exportaciones de esta categoría y ocupa el puesto 38 a nivel mundial", afirmó Luis Galeazzi, director ejecutivo de Argencon.

Los casos más exitosos, tanto en Argentina como en todo el mundo, demuestran la necesidad de una colaboración estrecha entre el sector público, el sector privado y la academia, como así también la creación de un entorno de negocios favorable con reglas claras y previsibles.