En tan solo 4 años, Santiago Ramírez y Juan Martín Sprinky Ferrari convirtieron a Ramped, una agencia de marketing especializada en performance con influencers, en una exitosa startup con clientes de renombre y oficinas en España, Estados Unidos, Portugal y Brasil.

Los socios trabajaban en una pequeña agencia especializada en marketing, pero sintieron que habían cumplido un ciclo y decidieron hacer su propio camino. Sin embargo, su emprendimiento debía tener otro enfoque, un diferencial respecto a las otras agencias del rubro que los haga competitivos.

Al respecto, tomaron dos decisiones clave: en una primera etapa trabajar solo para clientes del exterior y, más importante aún, especializarse en Performance Marketing a través de influencers, algo que, según los socios, en Argentina las agencias no realizan. "Nosotros no contratamos influencers para hacer branding. Nosotros los contratamos enfocados en las conversiones, es decir, para la adquisición de usuarios, clientes o ventas", explica Ramírez a iProfesional.

Por eso, remarcan los socios, para Ramped lo importante no es el influencer en sí mismo, sino los vistos y la interacción que logra con su audiencia. Por ello, al hacer marketing de performance o de resultados a través de influencers, explica Sprinky Ferrari, es muy importante la utilización de formatos medibles como los clics o las visualizaciones de las stories de Instagram, por dar un par de ejemplos.

Entonces, para ellos no alcanza con que el influencer muestre o hable de un producto determinado (branding), ellos necesitan que el influencer provoque una acción de sus seguidores como entrar a determinado enlace para que descargue una aplicación o compre con un código de descuento, entre otras. De nada les sirve un influencer con millones de seguidores si solo influye a 100. "Por supuesto que para nosotros es importante el branding que hacen los colegas de otras agencias, sin ese trabajo previo el proceso para lograr los resultados que nosotros pretendemos sería seguramente más lento", avisa Ramírez.

El marketing de performance con influencers se traduce en ventas, por ello aseguran los socios de Ramped, es una estrategia clave para los negocios, más aún en contextos inflacionarios y de caída del consumo como el actual. De hecho, cuentan, que cuando las empresas necesitan achicar presupuesto generalmente empiezan por el presupuesto publicitario y que lo que les queda lo invierten siguiendo muy de cerca el retorno de la inversión, lo que para el Performance Marketing es su leitmotiv, ya que todas las acciones se centran en resultados basados en el análisis de datos.

En Ramped trabajan 9 personas de manera directa y trabajan para alrededor de 12 clientes con influencers de todo el mundo

De Argentina hasta Tanzania

Ramírez y Sprinky Ferrari eligieron el camino inverso y más difícil para los inicios de Ramped. Sabiendo que el marketing orientado hacia los resultados era tendencia en el exterior y que en Argentina, como no se aplicaba, había que salir a explicar de qué se trataba, decidieron trabajar para afuera. 

Viajar y participar de ferias o eventos internacionales fue la estrategia que los socios utilizaron para conseguir clientes, hasta que la rueda comenzó a girar y los empezaron a contactar por recomendaciones. "En ese camino fuimos armando nuestra identidad y algo muy argentino que nos jugó a favor, fue eso de estar muy atrás del cliente y para todo, ser una mano más de cada uno. Pero, para que eso sea posible, no podés tener 50", dicen los socios, quienes a su vez emplean a 9 personas de manera directa.

Por el afán de conseguir los primeros clientes, a nadie le dijeron que no y, reconocen, eso los enriqueció porque llegaron a lugares impensados como a una pequeña aldea perdida en la geografía de Tanzania gracias a un cliente europeo que a su vez necesitaba conseguir usuarios para su startup de salud en este país de África Oriental.

Conseguir un influencer tanzano resultó un desafío enorme para los socios, que por supuesto no hablan suajili y si lo hubieran hablado, se iban a encontrar con que la mayoría de los influencers tanzanos carecen de Internet.

Finalmente y después de muchas idas y vueltas, contrataron a Kili Paul, un influencer con más de 9 millones de seguidores que vive en una aldea y que para conectarse tiene que caminar unos cuantos kilómetros hasta el pueblo más cercano. Hasta pagarle fue un verdadero problema para los socios, porque claro, en su aldea no había bancos, pero tampoco tenía cuenta, ni billetera virtual y el Western Union más cercano estaba a unos 800 kilómetros.

"Finalmente, le pagamos a través de una amiga, pero este es el tipo de dificultades con la que nosotros nos enfrentamos porque justamente trabajamos con empresas que buscan introducirse en mercados nuevos a través de influencers y si se hacen bien las cosas los resultados son enormes", explica Sprinky Ferrari.

De la mano de un inversor, del que no pueden entrar en detalle, los socios tienen oficinas en España, Estados Unidos, Portugal y Brasil.

Actualmente, son alrededor de 12 los clientes que conforman la cartera de Ramped y entre ellos, figuran nombres como Johnson´s, Tamdem, bplay, la billetera virtual Modo, Ostrom y audible de Amazon, entre otras firmas nacionales (30%) e internacionales (70%). "Nosotros nunca hicimos ningún esfuerzo a nivel publicitario para tener clientes argentinos, pero por boca en boca empezaron a contactarnos. Ahora entonces estamos también apostando por el mercado local", explica Sprinky Ferrari.

Es que en el exterior cada vez hay más agencias especializadas en performance con influencers y en Argentina, ahora, siguiendo las tendencias del exterior, el servicio empezó a activarse y, claro, ahora Ramped arrastra cuatro años de experiencia internacional.