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Alerta empresaria: crecen las "inspecciones" de los sindicatos a las compañí­as

Las "visitas sindicales", que se suman a las fiscalizaciones de la AFIP, preocupan a los hombres de negocios. ¿Qué tipo de información buscan?
27/12/2010 - 10:00hs
Alerta empresaria: crecen las "inspecciones" de los sindicatos a las compañí­as

"Las empresas se han convertido en campos de batalla", afirmó días atrás Carlos de la Vega, presidente de la Cámara de Comercio (CAC), en alusión a los problemas que se vienen suscitando por cuestiones gremiales en el seno de las compañías.

Disputas de poder entre los líderes de distintas agrupaciones, multiplicidad sindical, encuadre gremial, la revisión de qué trabajadores deberían pasar a engrosar la nómina de personal dentro de convenio, forman parte de una larga lista de temas que caracterizan a una Argentina cuyo protagonismo sindical crece día a día.

A las visitas de la AFIP o del Ministerio de Trabajo, se suma una creciente tendencia que preocupa cada día más a los hombres de negocios: las inspecciones que impulsan los distintos gremios a las compañías.

¿Su objetivo? Detectar irregularidades en el pago de cargas sociales, fiscalizar los registros de los empleados, verificar el encuadre de cada uno de ellos y el cumplimiento de la normativa laboral.

"Es cada vez más frecuente la lucha entre gremios que se disputan el encuadramiento sindical de los trabajadores", afirmaba De la Vega con marcado tono de preocupación.

Lejos de afectar a una rama de actividad en particular, la avanzada sindical ya viene dándose en el caso de empleados de comercio, bancarios, gastronómicos, camioneros, textiles, químicos, acopiadores y petroleros, por citar algunos ejemplos.

Los líderes gremiales no ocultan esta realidad: "Cada vez hay más control, porque hay mayor participación de los dependientes, por la fuerza del sindicato. Tenemos más fuerza", reconoció a iProfesional.com el secretario general de los camioneros de San Nicolás, Julio Cavaleiro.

Sus dichos quedaron en evidencia tras los continuos bloqueos e inspecciones realizadas a la planta de Siderar, para verificar cuestiones vinculadas con el encuadre gremial.

Alerta por inspecciones

Tradicionalmente, las entidades sindicales y las obras sociales se han ocupado de constatar que los aportes (del empleado) y contribuciones patronales (del empleador) se realicen correctamente.

Sin embargo, este "relevamiento" ha cobrado una fuerza inusitada desde hace un tiempo a esta parte.

"Los gremios cuentan con un cuerpo de inspectores para ver si se pagó la obra social, la cuota sindical, es decir, toda aquella parte de los salarios que van para el sindicato", sostuvo a iProfesional.com el abogado laboralista Juan Jose Etala.

Sin embargo, resulta ser, que ahora la "lupa gremial" se amplió a otros conceptos.

Uno de ellos -y que va más allá de la profunda revisión efectuada a los convenios colectivos- es el encuadramiento que le asignan las compañías a cada uno de sus empleados, tal como reconocieron varios expertos consultados por este medio.

Y este avance no sólo es impulsado por los sindicatos. También es motorizado por los propios trabajadores mediante denuncias, conscientes del mayor poder gremial que actualmente existe sobre las empresas.

"Hemos notado un aumento considerable en la cantidad de denuncias", afirmó Oscar Nieva, secretario del sindicato de Comercio de Capital.

¿Cuáles son los principales disparadores de los reclamos? entre los que llegan por teléfono, e-mail o directamente a través de los delegados, se destacan el incumplimiento en el pago de horas extras, goce de licencias, la extensión de la jornada laboral y cuestiones vinculadas con la tercerización.

Directivos de empresas no ocultan su preocupación. Y señalan que, en el fondo, el accionar tiene como fin el de engrosar la recaudación de sus organizaciones y los aportes de las obras sociales.

Y este movimiento se da tanto en grandes asociaciones como en otras con menor exposición pública: "Hay gremios, como el de cortadores, por ejemplo, que se ocupan de controlar empleado por empleado. Revisan si se le pagan todos los adicionales que dice el convenio colectivo, la categoría, si se les liquidó bien el sueldo, y si los pagos sindicales se corresponden con la liquidación", afirmó el asesor laboral de empresas, Carlos Oidowski Avalos, del estudio Hoch, Arinovich & Asociados.

Los "datitos" que se piden

Este medio consultó a distintos expertos para conocer el alcance de esta avanzada.

Con las inspecciones pueden acceder al libro de sueldos -que contiene la nómina de empleados junto con los datos de las remuneraciones- y a las boletas pagas de aportes y contribuciones.

En el caso de la actividad comercial, el sindicato cuenta con un acta de inspección en la que verifican, entre otros datos:

  • La documentación sobre todo el personal.
  • La declaración jurada presentada todos los meses ante la AFIP (formulario 931).
  • Los distintos contratos de trabajo.
  • Los acuerdos celebrados de pasantías.
  • La planilla de horarios y las altas tempranas.

Todo esto, más allá de la revisión sobre los convenios colectivos, las cuestiones vinculadas con el encuadre gremial y la supervisión de qué tareas se tercerizan.

"Podemos entrar en cualquier empresa. En general, las denuncias que nos llegan es porque no se pagan los aumentos de los convenios, horas extras, y otros ítems", afirmó el representante del sindicato de empleados de comercio de Capital.

¿Puede negarse la firma? "Si una compañía no nos permite el ingreso, ahí recurrimos directamente al Ministerio de Trabajo", añadió Nieva.

Los gastronómicos, por ejemplo, acostumbran a llevar a la cartera laboral el listado de empleados de la empresa, que luego contrastan con el padrón del sindicato y también con los documentos presentados por el contador de la firma.

"Puede pasar que el contador no acredite lo que la empresa había pagado", señaló a iProfesional.com Dante Camaño, secretario general del gremio de Capital.

"Los sindicatos vienen a preguntar por los aportes a la obra social y la cuota sindical. Y el Ministerio de Trabajo se focaliza en los aportes y en el libro de sueldos", sostuvo De la Vega.

En tanto, los inspectores de Trabajo hasta pueden entrevistarse, en forma individual, con cada empleado.

En la Ciudad de Buenos Aires, las empresas también deben aportar información a la subsecretaría de Trabajo porteña, que es otro de los órganos competentes para regular las relaciones laborales en ese distrito.

La pelea entre los gremios

Gerentes y directivos de empresas manifiestan su preocupación por la creciente disputa que surge del encuadramiento sindical.

"Hemos impulsado numerosas inspecciones en Buenos Aires como en el resto de las provincias. Las autoridades de aplicación son lamentablemente morosas en la realización de las mismas, actitud que suscita muchos conflictos", afirmó a este medio el vocero de los bancarios, Eduardo Berrospe.

Mientras que los gremios argumentan que los reclamos por temas de encuadre responden a una estrategia del sector privado tendiente a "abaratar los costos salariales", los asesores laborales de las compañías señalan que se trata de una "pelea por los fondos sindicales" que, cada vez con mayor frecuencia, desembocan en controles y en medidas de fuerza.

En este escenario, días atrás, el gremio bancario ingresó a la sede de zona norte de Cetelem, el brazo financiero del Banco BNP Paribas, para protestar por unos 400 trabajadores tercerizados que figuran como empleados de comercio, cuando, según explican, realizan tareas bancarias.

"En estos conflictos con tercerizados es donde se meten los sindicatos para querer controlar a las empresas. Tienen facultades para hacerlo, porque el convenio colectivo es un acuerdo de partes y quienes tutelan a los trabajadores son los gremios", aseguraron desde la cartera laboral.

Los problemas de encuadre se multiplican

Como parte de este agitado contexto -caracterizado por una mayor incursión de los sindicatos en las empresas- las peleas entre los gremios para saber a qué caja debe aportar cada trabajador es una cuestión que tampoco se queda atrás en la problemática.

A modo de ejemplo puede mencionarse el conflicto que existe entre los acopiadores y el sindicato de Armando Cavallieri, que representa a un millón de afiliados. Y también el enfrentamiento de los textiles con el líder de los mercantiles.

El otro gremio que está en guerra con Comercio es el de los telefónicos, que vienen exigiendo, al igual que los bancarios, el encuadramiento de los empleados de los call center, una actividad que redujo el nivel de empleo, entre otros motivos, por el creciente grado de sindicalización.

Hasta el que nuclea a los clubes (UTEDYC) disputa con los gastronómicos el encuadre de los trabajadores de los comedores que se desempeñan en dichas instituciones.

Por su parte, los químicos están buscando "llevarse para su molino" a los metalúrgicos de todas aquellas fábricas que manejan algunas sustancias de este tipo.

Recientemente, el sindicato de la alimentación recibió el aval de la Justicia, frente al intento de los Camioneros de coparles la parada en la actividad logística del sector de catering.

Uno de los temas "más graves", según los especialistas, es que los sindicatos pretenden fiscalizar y percibir la cuota sindical en aquellas empresas en donde las personas no están afiliadas.

"Las firmas pierden mucho dinero, y no hay mecanismo alguno que solucione este tema. El disparador de las inspecciones es la cuota sindical", afirmó Juan Carlos Cerutti, del Estudio Cerutti Andino.

En la actualidad, los empleadores retienen en promedio un 2% de la masa salarial bruta para el sindicato.

"Si se hace un cálculo hipotético de 50 o 100 pesos, multiplicado por los miles de afiliados, es un dinero muy importante. Y esto explica por qué se disparan las disputas de encuadramiento", explicó Cerutti a iProfesional.com.

La recaudación que manejan las obras sociales tampoco es despreciable. Éstas se alimentan del aporte de los trabajadores (3% del sueldo bruto) y de las contribuciones patronales (5%).

Por ello, no es casual que el sindicato de Comercio esté en la mira de muchos gremios.